Las elecciones presidenciales en Estados Unidos reflejaron las profundas divisiones ideológicas y políticas que atraviesan a la sociedad estadounidense. También mostraron la capacidad del sistema electoral estadounidense para funcionar dentro de su estructura democrática, a pesar de los desafíos y las críticas realizadas por los candidatos. Dejaron como resultado una contundente victoria de Donald Trump y del Partido Republicano en estos comicios. Y crean varias incertidumbres sobre temas relacionados con la economía, los conflictos internacionales, y las migraciones en el ámbito global.