
La búsqueda de la justicia social y la reconciliación hizo que Pepe Mujica no solo se preocupara por su país, Uruguay, sino por América Latina. Su apoyo a los diálogos de paz entre las FARC y el gobierno de Juan Manuel Santos fue enfático. En Señal Memoria conservamos algunos fragmentos audiovisuales y sonoros en los que el político resalta la importancia de la paz.
A sus 89 años, José ‘Pepe’ Mujica se despidió del mundo en su natal Uruguay, la tierra que lo vio involucrarse en la política, hacer parte de un grupo guerrillero, pasar años tras las rejas, ser diputado, ser senador, ocupar el cargo de ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, y convertirse en presidente. Su actuar no se restringió a Montevideo, Mujica se convirtió en figura mundial por su estilo de vida sobrio, su historia de lucha y su compromiso con causas internacionales.
Cuando Colombia intentaba dar fin a años de conflicto armado por medio de los diálogos de paz con las FARC que se llevaron a cabo durante el gobierno de Juan Manuel Santos, allí estaba él. Mujica era una voz experimentada para aportar a la paz: había vivido disputas desde diferentes ángulos.
Las luchas de Mujica
En los años sesenta, se unió al Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, una guerrilla urbana inspirada por la Revolución Cubana. Bajo ideales marxistas, buscaban que el pueblo llegara al poder y hacerle frente a las injusticias sociales. Su idea era adelantarse a una posible dictadura, sin embargo, esta finalmente llegó con el golpe de Estado del 27 de junio de 1973 y finalizó hasta 1985.
Su paso por el grupo armado lo llevó a la cárcel en varias ocasiones. El tiempo más largo que estuvo tras las rejas fue entre agosto de 1972 y marzo de 1985. Vivió todo el período de la dictadura encerrado. Las condiciones durante esos años fueron difíciles. Por épocas, tuvo que estar aislado, no recibir luz solar, no tener acceso a libros. Incluso, mencionó que pasó seis meses atado con alambre y dos años en los que no lo llevaron a bañarse. Logró ser liberado cuando retornó la democracia al país.
Tras su salida de la prisión, se vinculó con la política, desligado de la vía armada. Aportó a la consolidación del Movimiento de Participación Popular, un partido de izquierda que hace parte del Frente Amplio, una coalición progresista, democrática y antiimperialista. Así, se convirtió en diputado de Montevideo en 1994 y en 1999 fue elegido senador.
En 2005 llegó a la presidencia el primer jefe de Estado de izquierda de Uruguay: Tabaré Vázquez. El entonces presidente designó a Mujica como ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca. Ocupó el cargo hasta 2008, cuando volvió a la Cámara de Senadores. Sus ideas y su visibilidad en el país lo llevaron a aspirar a la Presidencia de la República para el período 2010-2015.
Ganó las elecciones como candidato del Frente Amplío y tomó juramento el 1 de marzo. Pocos meses después, asistió a la posesión de Juan Manuel Santos en agosto de 2010. Por ese entonces, ni Mujica ni Santos se imaginaban el rol que el uruguayo iba a tener para la paz de Colombia. En Señal Memoria conservamos un registro audiovisual en el que se le ve llegando al evento.
Presidencia de la República de Colombia (Productor). (2010). [Arribo de presidentes a la posesión de Juan Manuel Santos]. Bogotá D.C.: Presidencia de la República. Archivo Señal Memoria, DV-261513.
Su mandato ha dejado legado en la historia de Uruguay por lograr la reducción de la pobreza, disminuir el desempleo, legalizar la marihuana (pero combatir el narcotráfico), despenalizar el aborto, aprobar el matrimonio entre personas del mismo sexo y llevar a cabo el Plan Juntos con el que le dio viviendas a personas de escasos recursos.
Mujica y apoyo a la paz en Colombia
Además de trabajar por su país, también lo hizo por América Latina a la que llamaba “patria común”. Sus experiencias de vida lo llevaron a apoyar los diálogos de paz entre las FARC y el gobierno de Juan Manuel Santos. Participó en varios encuentros. Aunque no fue negociador, fue testigo, garante internacional del Acuerdo. Poco tiempo antes de la firma del tratado de paz, les dejó el siguiente mensaje a las y los colombianos.
RTVC Sistema de Medios Públicos (Productor). (2016). La pública por la paz. Bogotá D.C.: RTVC Sistema de Medios Públicos; Canal Trece; Telecafé; Teleislas; Telecaribe; Teleantioquia; Canal TRO; Telepacífico; Canal Capital; Autoridad Nacional de Televisión. Archivo Señal Memoria, ND-801077B Clip 4.
Su acompañamiento a la paz de Colombia es un reflejo de su búsqueda constante por la justicia social. Incluso cuando dejó de ser presidente de Uruguay siguió apoyando el proceso en nuestro país. Por ello, en 2016 asistió a la firma del Acuerdo de Paz que se llevó a cabo en la ciudad de Cartagena. En el siguiente fragmento se le ve como parte del público junto a su esposa la también política Lucía Topolansky y parte de la familia de Juan Manuel Santos.
RTVC Sistema de Medios Públicos (Productor). (2016). Firma del Acuerdo de Paz. Cartagena: RTVC Sistema de Medios Públicos. Archivo Señal Memoria, ND-801078B.
Su anhelo por el cese del conflicto armado fue enfático, aunque mencionó que la paz no era algo que solamente se firmaba, destacó que ese acto servía como un ritual para los seres humanos. Después de la derrota del Sí en el Plebiscito por la Paz, Mujica siguió apoyando la esperanza en Colombia. En el siguiente fragmento sonoro de 2017 se le escucha hablar sobre no dejar “fracasar” la paz en nuestro país.
Patiño, Darío (Locutor). (2017). Señal de la mañana. Bogotá D.C.: Radio Nacional de Colombia. Archivo Señal Memoria, RNDC-DGW-219494-01.
Sus deseos por la paz en Colombia se mantuvieron hasta sus últimos años. Su cercanía con Gustavo Petro lo llevó a respaldar su campaña presidencial y la búsqueda del cese al conflicto armado. Al actual presidente de nuestro país le encomendó: “no te canses de luchar por la paz”. Los consejos, las experiencias y las historias de José Mujica son ahora faros en el camino hacia la reconciliación, hacia la disminución de brechas, hacia la unión de América Latina.
En mi jardín hace décadas que no cultivo el odio porque aprendí una dura lección que me impuso la vida: que el odio termina estupidizando, porque nos hace perder objetividad frente a las cosas.
— José Mujica.
Por: Laura Lucía González Contreras