Cultura y sociedad | Señal Memoria

Cultura y sociedad

Colección que agrupa los documentos relacionados con temas de interés general, expresiones artísticas, manifestaciones y producciones culturales originadas por los diferentes tipos de poblaciones en el país.

Morton Gould (1913 - 1996), idiosincrática figura musical estadounidense, supo integrar en su exitosa carrera componentes esenciales de la formación clásica y popular que tuvo desde la temprana infancia. Destacado pianista, arreglista, compositor y director de orquesta, como lo indica el entreverado diseño de esta carátula, explota aquí todo el potencial de sus capacidades. El disco se compone de reconocidas obras escritas por Gould en los años 1940, que interpreta y dirige desde el piano. Con la versatilidad característica de sus cientos de producciones, esta se publicó en 1948, casi simultáneamente con la escritura del repertorio incluido.

La enigmática “Ofrenda musical” BWV 1079 de Bach, ha sido una constante fuente de especulación interpretativa en cuanto al orden de sus secciones y los instrumentos con los que deben ser interpretadas. Son de referencia las versiones dirigidas por Nikolaus Harnoncourt (1970), Neville Marriner (1974), Reinhard Goebel (1979) y más recientemente Jordi Savall (1999). En cuanto a la versión de Karl Münchinger, existe confusión sobre la fecha de grabación y publicación de este repertorio interpretado a la cabeza de la Orquesta de Cámara de Stuttgart. Se dice que fue en los años 1955, 1961, 1968 y 1976. Lo cierto es que el trabajo del director alemán fue siempre bien recibido por la crítica. Con esta orquesta en particular, grandes fueron los esfuerzos dedicados al repertorio Bachiano.

Este disco permanece como único testimonio auditivo del trabajo que, para el momento de la grabación en el año 1966, se logró realizar de manera mancomunada entre la empresa privada y profesores y estudiantes del Conservatorio de Música de la Universidad Nacional, por entonces la escuela más representativa de Colombia, en cuanto a la práctica de la llamada música clásica. Presenta un ambicioso repertorio que integra lo canónico universal del barroco y lo contemporáneo local, grabado en un momento histórico decisivo para una y otra tendencia. El último tercio de siglo XX se caracterizó por las constantes inquietudes y avances en el terreno de la HIP (Historically Inform Performance), mientras que el medio colombiano atendía el surgimiento de múltiples formas contemporáneas de expresión, a la vez que consolidaba sus “clásicos vanguardistas” como es el caso de Fabio González Zuleta (1920-2011).

La marca Teldec, corresponde a la unión de las primeras letras de Telefunken y Decca, sellos británicos protagonistas en el mercado de música clásica. El enfoque correspondiente a la llamada música antigua se manejó desde 1958 a través de la serie Das alte Werk, con marcada prioridad en los avances que tuvo por entonces el campo de la interpretación historicista. Allí se destacó Nikolaus Harnoncourt (1929), regente del celebrado Concentus Musicus Wien, la carta más valiosa del sello. Esta influyente grabación de L’Orfeo de Monteverdi, realizada en 1969 con base en la edición de la partitura hecha por el propio Harnoncourt, inauguró la interpretación de la obra ceñida a lo que se ha interpretado como sonoridad auténtica del temprano barroco al que corresponde.

El origen independiente del sello Argo en 1951, estuvo marcado por una búsqueda de sonoridades exóticas o ciertamente distantes del establecimiento de la industria. Su impulso duró poco y ya para 1957, la compañía pasó a manos de Decca, momento en el que aparecieron con el sello grabaciones que si bien están circunscritas en el ámbito de lo “clásico”, mantienen ese espíritu original de “rareza”. La dramática ilustración que aquí se expone, corresponde a una celebrada grabación del año 1959, a cargo del coro de la londinense Catedral de Westminster, dirigido por George Malcolm (1917-1997), quien tuvo la fortuna de interpretar este tipo de repertorios en el legítimo contexto litúrgico para el que fueron creados. Se trata de los Responsorios para los oficios correspondientes a la muerte de Cristo en la Semana Santa católica, escritos por el español Tomás Luis de Victoria (c.1548-1611).

Nacido en Cereté, Córdoba en 1945, Francisco Zumaqué se ha caracterizado por un recursivo eclecticismo, representado no solo en una vasta obra de corte académico, sino además en sus incursiones a la música popular como arreglista de la Fania, productor discográfico y director artístico del sello Philips en Colombia. El archivo de la Fonoteca de RTVC, cuenta con numerosas grabaciones de sus obras a cargo de la orquestas Sinfónica de Colombia y Filarmónica de Bogotá, además de este ilustrativo disco dedicado a obras de cámara de diversos periodos de su trayectoria.

El advenimiento de la Primera guerra mundial en 1914, significó para Igor Stravinsky (1882-1971) no solo el abandono casi definitivo de su Rusia natal, sino la apertura de un nuevo periodo creativo. Tras el éxito de los ballets escritos para Diaghilev y el público francés, las difíciles condiciones de Europa fueron en detrimento de su creación para música de orquesta, y su música de cámara adquirió mayor relevancia. Algunas de las obras incluidas en esta producción corresponden a esa segunda década del siglo XX. Más adelante, en 1939, vino una segunda migración, esta vez a EE UU, país que le ofreció posibilidades para nuevas exploraciones en el campo del serialismo. Fue una característica común en sus obras escritas a partir de los años 1950. Unas y otras cuentan con su propia dirección en este disco que incluye grabaciones hechas entre 1964 y 1968, poco después de haber estado al frente de la Orquesta Sinfónica de Colombia para su único concierto en el país durante 1960.

Hace unos meses publicamos un artículo sobre la Exposición Memorial de Voces. En ese entonces nos llamó la atención que una obra de arte invitó al público a escuchar, a ponerse un antifaz y unos audífonos y se encontró en el acto de escuchar.

El final de la vida nos sigue inquietando; nos sigue generando preguntas que hemos tenido la oportunidad de resolver a través de las respuestas que nos han ofrecido representantes de comunidades indígenas, afrodescendientes y también antropólogos. Y al encontar el trabajo del artista plástico Leonel Vásquez, como muestra de una exploración alrededor de ese hecho definitivo que inquieta a la sociedad y que la sociedad misma teme, olvida o deja atrás, nos dimos a la tarea de hablar con él.