Experimentación sonora colombiana: Cuando no es suficiente lo convencional

Publicado el Lun, 26/11/2012 - 15:28

Hablar de experimentación sonora en Colombia es remitirse a situaciones como procesos, caminos y miradas introspectivas a una serie de prácticas artísticas que no son del todo abiertas. Y no lo son, no porque sus creadores no estén dispuestos a darlas a conocer sucede que tienen que ver con caminos u opciones que en ocasiones vienen de un trabajo académico o personal que puede permanecer limitado a un círculo y al cual pocos logran entrar.

Igualmente, la categoría es lo suficientemente amplia como para dar un lineamiento o una pauta sobre procedimientos o apreciaciones. Experimentar puede ser salir de la rutina, puede ser innovar o tomar un vía distinta a la conocida. John Cage, músico y artista norteamericano, decía:

"En esta música no hay nada más que sonidos: sonidos que han sido

escritos y sonidos que no lo han sido. Los que no lo han sido parecen

silencios en la música escrita y abren el camino de la música a

aquellos sonidos que se producen en un entorno físico. Es una apertura

que existe también en la escultura y en la arquitectura

contemporáneas. Los edificios de cristal de Mies Van der Rohe o cuando

se contemplan las construcciones en tela metálica del escultor Richard

Lippold es inevitable que se vean otras cosas, incluida la gente, si

es que hay personas en ese momento. No existen el espacio vacío ni el

tiempo vacío, siempre existe algo que ver, algo que oír. Se tiene que

escoger. Si no se quieren abandonar los intentos de controlar el

sonido se podrá complicar la técnica musical tendiendo a aproximarse a

las nuevas posibilidades y a la nueva conciencia. O bien, se podrá

abandonar todo intento de controlar el sonido, quitarse el sonido de

la cabeza y ponerse a descubrir medios que consientan a los sonidos el

ser ellos mismos, en vez de ser el vehículo de las teorías humana o

expresión de los sentimientos del hombre."

La experimentación sonora, como actividad creativa, parte de la mirada del compositor; son procesos donde no hay un regulación ni tampoco una situación de entera certeza. Algunos pueden ver que esto se relaciona con la improvisación, como método; otros pueden tomarlo en aspectos como la producción o el ordenamiento de los procesos, para desajustar, para crear, componer o interpretar.

Experimentar, no es precisamente chocar ni intimidar. Como no existen fórmulas ni exigencias sobre esto, la individualidad y la mirada personal priman por encima de una mirada global.

Ahora bien, ¿para qué se experimenta o cómo se pueden tener en cuenta las realidades de la música experimental en un país como Colombia? ¿Qué es lo experimenta y cómo lo podemos abordar? Al respecto, tuvimos la oportunidad de hablar con tres personas que se relacionan con este tipo de propuestas. Elisa Mandiola, de Sonema, Camilo Cantor (diseñador industrial y activista) y José Gallardo (compositor de Medellín).

Sin duda, el panorama que hay para estas propuestas, ha de ampliarse, pero también hay que buscar cómo darle al público propuestas que cautiven.

Entrevista Elisa Mandiola