Cultura y sociedad | Señal Memoria

Cultura y sociedad

Colección que agrupa los documentos relacionados con temas de interés general, expresiones artísticas, manifestaciones y producciones culturales originadas por los diferentes tipos de poblaciones en el país.

Un acertado vínculo entre visión de mercado y difusión cultural se generó en los años 1980 con la influyente colección “Los Grandes Compositores” de la Enciclopedia Salvat. Sus cien volúmenes sintetizaron una amplia gama de periodos estéticos. Carátulas concernientes y atractivas, se respaldaron con información de la obra y sus compositores, incluida en la contraportada de cada ejemplar. El uso de notación musical y análisis formal, apuntaba a una población al menos iniciada en la gramática musical y las formas. El lenguaje sencillo logró, por otro lado, captar el interés de un mayor público, aún en ciernes, pero satisfecho por la sensación de conocimiento total.

Dentro de la colección fonográfica que alberga la Fonoteca de RTVC, se encuentran más de 24 mil volúmenes correspondientes a una historia sonora construida de diversas formas desde 1940. Este ejemplar, particular dentro del conjunto por su formato de 7’, forma parte de los envíos que la oficina de prensa alemana con sede en Bonn, hizo a las radios estatales de América Latina. Es un compendio de extractos de obras canónicas del repertorio clásico universal.

Luego del interés avasallante que despertó el barroco germano e italiano, incluso desde los albores del siglo XX, poco a poco fue abriéndose espacio la contraparte francesa, sin llegar a ser de referencia hasta la segunda mitad de la centuria anterior. Ese novedoso interés despertado en los años 1960, inmerso ya en los designios de la interpretación historicista, hace de esta grabación un punto de referencia para ulteriores avances. Disco del año 1965, pertenece a la etapa inaugural del sello Nonesuch records (1964), marcada por un ánimo experimental que planteó, por un lado, la búsqueda de aquellos recónditos sonidos poco frecuentes en el catálogo de las grandes casas disqueras, y por otro, el apoyo a las nuevas experimentaciones. Es pertinente mencionar por ejemplo, que a la par con estas publicaciones de música antigua, Nonesuch se encargó de presentar trabajos enfocados en el sintetizador Moog, previos al éxito mundial que tuvo Wendy Carlos.

Reconocido principalmente por sus óperas y las piezas orquestales “España” (1883) y “Joyeuse marche” (1888), el compositor francés Emmanuel Chabrier (1841-1894) fue un punto de referencia para los posteriores desarrollos de la vanguardia parisina en el temprano siglo XX. Su catálogo abarca también obras de cámara y para piano, que en esta grabación se ejemplifican con tres piezas interpretadas por el dueto del pianista austriaco Walter Klien (1928-1991) y la griega Rena Kyriakou (1917-1994), responsables de haber grabado la totalidad de obras escritas por Chabrier para el instrumento. Por su lado como solista, Klein fue reconocido por la interpretación dada a las obras canónicas de su tierra natal, con grabaciones denotadas de Mozart, Schubert y Brahms.

Luego de la labor adelantada al frente de la Orquesta Filarmónica de Nueva York por los directores Bruno Walter (1947-1949), Leopold Stokowski (1949-1950) y Dimitri Mitropoulos (1949-1958), quien fuera alternativamente pupilo de cada uno de ellos, Leonard Bernstein, sorprendió por una labor adelantada entre 1958 y 1969, que se caracterizó por la gran cantidad de grabaciones, todas de celebrada recepción, con un amplio abanico de repertorios. Bajo su batuta fueron galardonados los registros de la obra de Aaron Copland, Béla Bartók y Charles Ives. De manera complementaria con ese interés por las manifestaciones modernas, Bernstein también fijó su atención en los clásicos del pasado. Cuenta de ello es esta grabación del año 1962, que incluye las célebres Sinfonías No. 82 en Do mayor, H 1 “El oso”, y No. 83 en Sol menor, H 1 "La gallina", del compositor austriaco Joseph Haydn (1732-1809).

Se presenta con esta clásica grabación del año 1951 la figura sobresaliente del estadounidense Leonard Bernstein (1918-1990). La postguerra fue el periodo durante el cual floreció su potencial como director y pianista, campos en los que de manera casi repentina, pasó a ser protagonista. Para el momento, fue tan importante el previo aprendizaje bajo la égida de los directores Dimitri Mitropoulus, Fritz Reiner y Serge Koussevitzky, como su relación con RCA Victor y poco después con Columbia Masterworks, de lo que resultaron sus primeras grabaciones al frente de la Orquesta Filarmónica de Nueva York y de las agrupaciones adscritas al propio sello. Este disco ofrece una versión llena de ingenio y simpatía por la obra de Aaron Copland (1900-1990), amigo, confidente y mentor del talento que paralelamente desarrolló Bernstein como compositor.

Con el respaldo del Instituto Latinoamericano de Investigaciones y Estudios Musicales “Vicente Emilio Sojo”, la Orquesta Filarmónica de Bogotá convocó dos personalidades musicales de gran importancia en el desarrollo del repertorio musical contemporáneo de Venezuela. Se trata del compositor Juan Carlos Núñez (n.1947) y el organista y compositor Francisco Cabrujas, quien debutó internacionalmente con esta grabación. En la actualidad es conocido principalmente por su música para medios audiovisuales. El “Concierto para órgano y orquesta” fue la primera obra concertante para dicho instrumento realizada en Venezuela, y fue presentada en Bogotá con los mismos intérpretes del disco, en un evento desarrollado como parte de la “temporada internacional” de la Orquesta Filarmónica de Bogotá, correspondiente al año 1978.

Con el exilio de Igor Stravinsky en Suiza y posteriormente en Francia, durante la Primera guerra mundial, el compositor ruso entró en contacto con el director suizo Ernest Ansermet (1883-1969). Su relación se expresó en las varias grabaciones que Ansermet hizo de la obra de Stravinsky, incluso con el compositor como solista. Con la fundación en 1918 de su propia orquesta, L’orchestre de la Suisse Romande, Ansermet dedicó grandes esfuerzos a la difusión de repertorio moderno, con marcada preferencia por obras de corte neoclásico. Su rechazo a la música de Schoenberg, redundó en la poca simpatía que tuvo por las obras de Stravinsky escritas con el sistema serial. Al contrario, aquellas de los años 1920, periodo del compositor asociado al uso renovado de la tradición clásica, fueron interpretadas con frecuencia y sus grabaciones recibieron gratas opiniones. Es el caso de las obras incluidas en este trabajo, escritas en los años 1923 (Concierto) y 1928 (Capricho).

La pareja conformada por el celebérrimo pianista alemán Wilhelm Kempff (1895-1991) y Yehudi Menuhin (1916-1999), consagrada figura del violín, logró un capítulo propio en la historia de la música clásica grabada gracias al registro de las Sonatas para piano y violín de Beethoven. Para el caso de Kempff, la obra de su coterráneo jugó un papel protagónico desde el mismo concierto debut que brindó en 1917. Con la presencia transversal de Beethoven, la carrera de Kempff encarnó todas las expectativas que pudieran generarse durante el temprano siglo XX en relación a la figura del pianista. Ello redunda en el énfasis dado en conjunto a la obra compuesta por siglos bajo el influjo estético de su tierra natal.