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En busca de identidad: seriados sobre naturaleza en los noventa
Publicado el Jue, 28/09/2023 - 14:32
En busca de identidad: seriados sobre naturaleza en los noventa

En la década de los noventa, la televisión colombiana transmitió las primeras imágenes en movimiento de las riquezas marítimas de los océanos Atlántico y Pacífico con series documentales como Expediciones submarinas, Historias del mar y De naturaleza colombiana. Estas producciones audiovisuales constituyeron un esfuerzo por reconocer el patrimonio natural del país, mediante imágenes que magnificaron la belleza acompañadas por el rigor científico.


Las series documentales sobre el patrimonio marítimo de los noventa nacieron por el interés de dar a conocer una belleza natural, hasta entonces desconocida por la mayoría de los colombianos. Los productores audiovisuales y los científicos comprendieron que el país debía dejar su introspección para entender su lugar en el escenario mundial, a través del estudio y divulgación de la riqueza de sus dos mares. 

Las primeras imágenes de la naturaleza marítima colombiana fueron proyectadas por la televisión en 1991 con la serie Expediciones submarinas, una producción de Audiovisuales que contó con la dirección de Fernando Riaño. El programa se transmitió hasta bien entrada la década, cuando fue relevado por Historias del mar, una serie presentada por Roberto Tovar Gaitán, considerado el pionero de este tipo de documentales. A finales de los noventa apareció De naturaleza colombiana, un programa de divulgación del patrimonio natural del país, con unos capítulos destinados a los ecosistemas en el océano Atlántico. 

Un trabajo conjunto con la ciencia

El propósito de estas series fue  cautivar a los televidentes mediante una línea narrativa de magnificación de la naturaleza, pero acompañada de una rigurosidad científica. Los grupos de producción audiovisual trabajaron en la implementación de diferentes técnicas para captar imágenes bajo el agua, mientras estudiaban el comportamiento de los diferentes organismos acuáticos. Por lo regular, las asesorías científicas eran brindadas por biólogos marinos atraídos por fenómenos específicos e interesados por el trabajo audiovisual. Por su participación terminaron haciendo parte de la producción.

En el caso de Expediciones submarinas, el grupo de producción tuvo la fortuna de coincidir con misiones científicas patrocinadas por el gobierno, esto demuestra la conjunción de interés de diferentes sectores por conocer el mar inexplorado. Por ejemplo, la Armada Nacional realizó una excursión multidisciplinaria a la Isla de Malpelo con la colaboración del equipo de trabajo de Fernando Riaño, quienes registraron las primeras imágenes en movimiento del lugar. 

De igual manera sucedió en la Isla Gorgona, cuando el grupo de producción se articuló con investigadores universitarios y estatales con intereses diversos en el estudio de las ballenas jorobadas. En el siguiente fragmento audiovisual se puede observar ese trabajo interdisciplinario, en el que un grupo de científicos intenta instalar en un cetáceo un dispositivo para monitorear los latidos de su corazón. En otra embarcación, los camarógrafos registran la operación.

 

Ángel, Carlos (Director). (1990).  Expediciones submarinas: Ballenas jorobadas en aguas colombianas. Isla Gorgona: Audiovisuales. Archivo Señal Memoria, C1P-243513.

 

Del mar a la pantalla

La producción de estas series fue posible gracias a la implementación de la tecnología diseñada para grabar bajo el agua. Según cuenta Roberto Tovar, las primeras imágenes fueron registradas con cámaras terrestres rústicamente adaptadas al uso en el mar. No obstante, la necesidad de captar los colores y formas a mayor profundidad promovieron un salto tecnológico con la adquisición de equipos especializados destinados a mejorar los productos audiovisuales al mismo ritmo del avance científico.

La otra innovación de estas series documentales fue el criterio de selección de los lugares apropiados al producto audiovisual. Los mares colombianos se abrían como un universo infinito de imágenes impactantes que podrían interesar a los televidentes. Por eso, los productores escogieron sitios recónditos, de poco turismo, solo accesibles en embarcaciones o jornadas de buceo. También tuvieron en cuenta la variedad de fauna y flora, privilegiando las especies endémicas, fáciles de referenciar o con cierta fastuosidad como las ballenas.

La novedad era acompañada de la narración, los viajes al interior de los océanos no se podían entender sin la voz de los locutores. Ellos describieron los hechos registrados por la cámara, a través del uso de palabras variadas entre lo científico y lo estético. Para ejemplificar lo dicho, el siguiente fragmento audiovisual narra la exploración al interior de un pecio dominado por la vida marina. 

 

Tovar Roberto. (Director). (1997). Historias del mar: [Exploración al naufragio Cisneros y Oceanario en Islas del Rosario]. Islas del Rosario: Audiovisuales. Archivo Señal Memoria, BTCX60-062781B CLIP 1.

 

Las descripciones de la naturaleza son diferentes en los documentales. Las primeras narraciones están acompañadas de datos técnicos como la alimentación de la fauna, su composición, la importancia dentro del ecosistema. En las series de finales de los noventa se destaca la belleza y la armonía de la naturaleza, como se puede observar en el siguiente fragmento de los arrecifes de San Andrés Islas, transmitido en el programa De naturaleza colombiana.

Ortiz, Francisco. (Director). (1998). De naturaleza colombiana: San Andrés y Providencia, un archipiélago en siete colores.  San Andrés y Providencia: Francisco Ortiz Producciones. Archivo Señal Memoria, BTCX60-062669B CLIP 1.

Diálogos de saberes sobre el mar

Las series del patrimonio marítimo permitieron reconocer la diversidad del país, al propiciar el diálogo entre el conocimiento científico y el ancestral. Por lo regular, los intercambios de saberes se manifestaban cuando los grupos interdisciplinarios se ubicaban en poblaciones de estrecha relación con el mar. Los conocimientos de estas comunidades ayudaron a los biólogos a comprender su objeto de estudio, gracias a los saberes de la navegación, las temporadas de pesca, el comportamiento de los animales y las habilidades para nadar sin equipos. De seguro, muchas de las novedades transmitidas en televisión fueron recomendadas por ellos, pues reconocían lugares exóticos, dotados de belleza o cautivantes a la teleaudiencia.  

Este diálogo también ayudó a advertir los desequilibrios en la relaciones del ser humano y el mar. Los productores ofrecieron sus cámaras a las denuncias de las comunidades acerca de las afectaciones a su forma de vida por la explotación de los recursos marítimos. En el siguiente fragmento audiovisual, pescadores del islote de San Bernardo muestran las secuelas causadas por la pesca con dinamita en los arrecifes. Los vivos colores de otros programas contrastan con el pálido de los corales.

 

Riaño Fernando. (Director). (1991). Expediciones submarinas: San Bernardo. San Bernardo del Viento: Audiovisuales. Archivo Señal Memoria, C1P-243416.

 

En conclusión, las series documentales sobre el patrimonio natural producidas durante los noventa buscaron construir una identidad a partir de las riquezas marítimas, mediante la armonía entre el rigor científico y la narración televisiva. Los productores audiovisuales encargados de esta tarea abrieron a los colombianos las posibilidades de conocer un mundo imaginado desde la cotidianidad de los hogares con imágenes técnicamente construidas para provocar sentimientos, emociones o reflexiones acerca de los ecosistemas que conforman los mares que rodean el país.

 


Autor: Diego Armando Ortiz Saza

 

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Fecha de publicación original Jue, 28/09/2023 - 14:32