Gregorio Vásquez de Arce y Ceballos | Señal Memoria

Gregorio Vásquez de Arce y Ceballos
Publicado el Vie, 24/09/2021 - 13:27
Gregorio Vásquez de Arce y Ceballos: un artista legendario.

La historiografía del arte en Colombia ha destacado a Gregorio Vásquez de Arce y Ceballos como el pintor más icónico de la época colonial neogranadina. Sin embargo, la información que conocemos sobre la vida y obra de este personaje ha sido motivo de controversia entre historiadores, dado el sentido legendario y el tono grandilocuente con el que están escritas la mayoría de las fuentes biográficas. En este artículo analizaremos dos pinturas dentro de la destacada obra de Vásquez, una atribuida y otra firmada, así como algunos sucesos importantes de su vida en la Santafé del siglo XVII.
 

La leyenda del artista

Gregorio Vásquez de Arce y Ceballos nació en Santafé en 1638. Se conoce muy poco acerca de su vida en el Nuevo Reino de Granada; tal es así, que la mayor cantidad de fuentes sobre la biografía de este pintor se ha construido y narrado a partir de escritos del siglo XIX en adelante. Entre estos, destaca el texto “Noticia biográfica de Gregorio Vásquez Ceballos, pintor granadino del siglo XVII” de José Manuel Groot; y “Gregorio Vásquez de Arce y Ceballos” de Roberto Pizano. Estos y otros autores, en el marco del proceso de formación de una identidad nacional, se encargaron de destacar al autor santafereño como un genio del arte colombiano. La necesidad de enaltecer a los artistas por medio de sus biografías ha sido común a lo largo de la historia, en especial en aquellos contextos en los que servían para representar el espíritu de una sociedad. Esto último se evidenció con la consideración moderna de arte y artista que se desarrolló desde los preceptos del Renacimiento global.

En el programa Memoria: 200 años de vida bogotana, dirigido por Jorge Alí Triana en 2010, se presenta una pequeña reseña biográfica sobre Vásquez, en la que se menciona el libro de Groot.

 

Triana, Jorge Alí (Director). (2010). Memoria: 200 años de vida bogotana. [Serie documental] [La pintura en Bogotá]. Colombia: Alcaldía Mayor de Bogotá. Archivo Señal Memoria, DV-260857 CLIP 1

 

Se conoce que Vásquez fue alumno del Colegio Mayor de San Bartolomé, perteneciente a la Compañía de Jesús, y que posteriormente cursó en el colegio Gaspar Núñez. Cabe mencionar que para esos tiempos, los pintores se formaban en los talleres de maestros reconocidos en el mundo del arte local. Gregorio ingresó al taller Figueroa (fundado por Baltasar de Figueroa) hacia 1653, en compañía de su hermano Juan Bautista, al que se le atribuyen algunas obras de la supuesta autoría de Gregorio; algo que no supone una rareza ya que era común que los autores pintaran en sus talleres o estudios con ayudas externas de aprendices o colegas, incluso entre los grandes pintores europeos de la época como Rembrandt o Velázquez.

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Como se narra en el video, cuenta la leyenda que Vásquez pintó los ojos de un “San Roque” de forma sobresaliente, algo que no había logrado hacer Baltasar de Figueroa, a quien le había sido encomendada la obra inicialmente. Este suceso habría causado la expulsión de Gregorio del taller, por lo que decidió abrir uno propio tiempo después.

El artista y su obra

Los historiadores no siempre llegan a consensos al momento de atribuirle la autoría a Vásquez de determinadas obras. Esta incertidumbre se acentúa por el hecho de que el pintor no siempre firmaba sus cuadros, una práctica que para el siglo XVII neogranadino podía acarrear el pago de impuestos. Además, en algunos casos la forma de pintar (o el estilo) parece irreconciliable entre un cuadro y otro. En el siguiente fragmento extraído de Memoria: 200 años de vida bogotana, se habla acerca del taller de Vásquez de Arce y Ceballos.

 

Triana, Jorge Alí (Director). (2010). Memoria: 200 años de vida bogotana. [Serie documental] [La pintura en Bogotá]. Colombia: Alcaldía Mayor de Bogotá. Archivo Señal Memoria, DV-260857 CLIP 1

 

La mayoría de los comitentes de Vásquez eran miembros de comunidades religiosas, por lo que su obra es, esencialmente, de tipo devocional. En ella se evidencia una especial fijación en la figura de la Virgen, en los santos y en los temas proféticos. Esto no quiere decir su arte estuviera exclusivamente vinculado con las doctrinas impuestas desde las ideas contrarreformistas o tridentinas; de hecho, este tipo de imágenes también nos hablan de un acercamiento moderno hacia nociones como arte, belleza y artista, en donde la inventiva del creador se vale del tema religioso pero no depende de él.

Uno de los cuadros más populares atribuidos a Gregorio es el de “El Abad Joaquín de Fiore entregando los retratos de San Francisco y Santo Domingo”, un óleo sobre tela datado en 1680. La historiografía tradicional interpreta que en esta obra se manifiesta, por un lado, un autorretrato de Vásquez (personaje que da la espalda); y por otro, una representación de la Santafé colonial. Esta versión tiene concordancia con el afán de construir genios para legitimar la identidad nacional. Sin embargo, lo que vemos en la escena es el momento en el que el abad Joaquín de Fiore desvela los retratos de Santo Domingo de Guzmán y San Francisco de Asís; mientras que en segundo plano, con uso de la perspectiva, se muestra un paisaje urbanístico de Venecia. En las puertas de la sacristía de la Basílica de San Marcos serían colocados los cuadros. La presencia de estos personajes invita a comprender la historia del cuadro desde el pensamiento profético de Joaquín de Fiore (escrito durante la Edad Media) que afirmaba que gracias a la aparición de las órdenes religiosas, tales como los franciscanos y los dominicos, iniciaba una nueva era en la historia: la del Espíritu Santo.  De esta forma, se interpretó en el siglo XVII que esa nueva era coincidía con la evangelización en América.

 

gregorio

Vásquez de Arce y Ceballos, Gregorio. “El Abad Joaquín de Fiore entregando los retratos de San Francisco y Santo Domingo”. Extraído de: Ulloa Rivera, Adriana. (Directora). (1997). Colombia monumental [Serie documental]. Colombia: Inravisión-Señal Colombia. Archivo Señal Memoria, BTCX30-010788.

 

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Una de las obras más bellas que sí firmó Vásquez de Arce es el “Niño de la espina”. En ella, el autor representa a Jesús en su infancia cuando se lastima mientras teje una corona de espinas; por tanto, la escena se presenta como un símbolo de la prefiguración y predestinación de la Pasión de Cristo narrada en los Evangelios. Jesús, con rostro delicado y ovalado, aparece sentado en una habitación en la que emana su propia luz, ajeno a la tenue luz natural que entra desde la ventana. Teniendo en cuenta el contexto de un lenguaje visual basado en el valor simbólico de las imágenes, las obras de este tipo iban dirigidas a fomentar la práctica de la piedad desde la infancia. 

 

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Vásquez de Arce y Ceballos, Greogorio. “Niño de la espina”. Extraído de: Ulloa Rivera, Adriana. (Directora). (1997). Colombia monumental [Serie documental]. Colombia: Inravisión-Señal Colombia. Archivo Señal Memoria, BTCX30-010788. 

 

En el programa Colombia monumental, producido por Inravisión y dirigido por Adriana Ulloa Rivera en 1997, se expone un recorrido visual comentado por Elizabeth Tupier a través de algunas obras de Gregorio Vásquez, entre ellas “Niño de la espina”.

 

Ulloa Rivera, Adriana. (Directora). (1997). Colombia monumental [Serie documental]. Colombia: Inravisión-Señal Colombia. Archivo Señal Memoria, BTCX30-010788.

 

Si consideramos que existe una relación poderosa entre el artista y su obra, entonces las pinturas de Vásquez nos permiten conocer, por un lado, a un artista excepcional dentro del arte colonial neogranadino; y por otro, a un personaje que ha sido construido para legitimar un relato nacionalista. 

 


Autor: Luis Felipe Núñez

 

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Fecha de publicación original Vie, 24/09/2021 - 13:27