El bullerengue de Petrona Martínez | Señal Memoria

Publicado el Vie, 12/09/2025 - 17:45 CULTURA Y SOCIEDAD
El bullerengue de Petrona Martínez

El bullerengue, una costumbre familiar

Cuando se estudia la obra de un artista, regularmente nos encontramos entre sus remembranzas con una que otra influencia familiar. En el caso particular de Petrona Martínez, es casi seguro afirmar que estas fuentes de inspiración, más que influencias, fueron raíces que se sembraron por la fuerza de la costumbre.

Cuentan sus familiares y amigos que la “bullerenguera” aprendió empíricamente desde muy joven. En su hogar, el canto era tan natural como respirar, por eso, la música no solo representaba un arte, y cantar no era únicamente una profesión; ambos eran una expresión misma del alma y del cuerpo. 

De esa manera, el bullerengue de Petrona tomó algo de cada vivencia y momento experimentado con sus familiares, amigos y vecinos de su natal San Cayetano (Bolívar). Pero, también, se inspiró en el susurro del viento, en el cantar de las aves, en el olor del campo y en el día a día de su comunidad.

Así lo presentaba la locutora Luisa Fernanda Piñeros, cuando realizó una breve semblanza de la formación musical de Petrona Martínez en el año 2016. Escuchemos, pues, esta reflexión dedicada al legado cultural de la cantante, realizada durante un especial del programa radial El Atardecer. 

Piñeros, Luisa Fernanda (Locutora). (2016). El Atardecer: 2010-. [Petrona Martínez: Legado cultural colombiano]. Bogotá D. C.: Radio Nacional de Colombia. Archivo Señal Memoria, RNDC-DGW-218454-01.

Así como escuchamos, el bullerengue de Petrona Martínez le debe tanto a sus ancestros africanos como a las mujeres que la criaron entre los quehaceres del hogar y la libertad que daba el canto.

El bullerengue, un canto a la cotidianidad

Después de haber hablado de la importancia del bullerengue en la vida de Petrona Martínez, es necesario que conozcamos el origen de este género musical. Por eso, debemos remontarnos a la etimología del término y al entramado histórico que lo acompaña.

Este ritmo es propio de algunas comunidades afrodescendientes del Caribe colombiano y del Darién panameño. De ahí que, la palabra bullerengue presente distintas raíces y significados, dependiendo de la orilla en la cual nos encontremos. Por ejemplo, en Panamá, algunos estudiosos han sostenido que el bullerengue es propio de los negros palenqueros que, desde la Colonia, se situaron en la región del Darién. Allí, en la tribu mandinga y en el Palenque del Mamoní se empezó a usar el término, que proviene de unir las palabras bulla y arenga. 

Por su parte, en el lado colombiano, la expresión apareció para referirse a una falda grande llamada pollerón, pero, al mismo tiempo, se pueden rastrear sus orígenes en las prácticas rituales de los cimarrones de San Basilio de Palenque, donde también se le conoce como bullarengue.

En una entrevista que concedió al programa radial Así es en Todelar, Petrona Martínez explicaba magistralmente qué era y por qué se cantaba el bullerengue. 

Troya, Luis Guillermo (Director). Así es en Todelar. [Entrevista a la reina del bullerengue Petrona Martínez]. Bogotá D. C.: Todelar. Archivo Señal Memoria, TDLR-DGW-091790-01.

En definitiva, se trata de un género musical del tipo conocido como baile “cantao”, cuyas raíces rítmicas están formadas por: el bullerengue “sentao”, el porro, la chalupa y, a veces, el fandango.  

Petrona Martínez, más que una bullerenguera

Aunque el bullerengue se suele asociar con la resistencia cimarrona, lo cierto es que este ritmo se lo apropiaron las mujeres como una forma ritual de iniciarse en la pubertad. Más tarde, con la diferencia de roles, propia de la evolución de las comunidades, las mujeres mayores ─o mayoras─, entre los 40 y los 80 años de edad, asumieron las voces de mando en este género.

Como sostiene Edgar H. Benítez Fuentes, “…son coros que han sido tallados por la rudeza de la vida campesina, son voces fuertes y sonoras; esto exigía que sólo [sic] las mujeres “paridas” hicieran parte de los grupos de bullerengue”.

Si bien en estos cantos y bailes también participaban niños y jóvenes, debido a los conocimientos acumulados en el tiempo, existe una predilección por las mujeres mayores. Así, estas matriarcas no solo son bullerengueras, sino también parteras, curanderas, rezanderas y, además, saben de plantas, de sexualidad o de cocina.

En este fragmento de la entrevista realizada para el programa Raíces de Inravisión y Señal Colombia, la cantante Petrona Martínez nos hablaba de esos otros roles que cumplía en su comunidad. 

Dangond Castro, José Jorge (Director). (2002). Raíces. Capítulo 04 - Petrona Martínez. Bogotá D. C.: Inravisión – Señal Colombia. Archivo Señal Memoria, BTCX30-016168.

No es casualidad, entonces, que el talento de “la reina del bullerengue” recién haya encontrado su lugar en el mundo casi a sus 50 años, cuando fue descubierta por el folclorista Marceliano Orozco. En ese entonces, hacia finales de los años ochenta, nació el grupo folclórico Tambores de Malagana.

Reconocimiento a una vida de bullerengue

Con Tambores de Malagana, el bullerengue alcanzó un importante reconocimiento en los escenarios internacionales, posicionando los ritmos de las comunidades afro-rurales en el ámbito de la música folclórica mundial.

En 1989, Petrona Martínez lanzó su primer álbum llamado Petrona Martínez y los Tambores de Malagana, toda una alegoría a sus ancestros africanos, pero también a su cotidianidad. Su éxito fue tal, que logró llevar su música a distintos escenarios de América Latina, donde fue aplaudida por el público y por los críticos.

En adelante, la cantante se convirtió en la guardiana del folclor bullerenguero, siendo reconocida por muchos como la reina de este género en Colombia; distinción que ostentó lanzando otros 9 álbumes, con mucho éxito.

A propósito, con su álbum llamado Ancestras, el cual recoge una constelación de voces de mujeres negras del mundo como Susana Baca, Angelique Kidjo o Nidia Góngora, Petrona Martínez ganó los Premios Grammy Latinos a Mejor álbum folclórico de 2021. En ese sentido, su logro representa el triunfo de la cultura popular caribeña en el escenario mundial.

A propósito de reconocimientos, el 4 de agosto de 2025, bajo la Ley 2520, el bullerengue y otros bailes cantaos afrodiaspóricos fueron declarados Patrimonio Cultural Inmaterial por parte del gobierno colombiano. 

Por: Carlos Emerson Rivas Cabezas 

Fecha de publicación original Vie, 12/09/2025 - 17:45