Rosario Jaramillo, entre voces y tablas | Señal Memoria

Rosario Jaramillo nació en Bogotá en 1959, en el seno de una familia de intelectuales, su madre fue Yolanda Mora (antropóloga), su padre Jaime Jaramillo Uribe (historiador y diplomático) y su hermano mayor Lorenzo Jaramillo Mora (artista). Bajo este entorno surge su interés por la interlocución entre el arte, algunos elementos como la palabra, el cuerpo, el espacio, la voz y la música. 

‘Puchi’ como le decían sus cercanos cayó en los encantos de la danza, pero ella misma sabía que “era bailarina de espíritu y cuerpo” y que le faltaba mucho para tener la estética propia de las danzantes de estilos más clásicos y contemporáneos.  Entonces se inclinó por otro medio teatral, la mímica y viajó a París para estudiarla desde la corporalidad. Sin embargo, seguía sintiéndose incompleta, le faltaba la palabra a todo ese dramatismo, fue así como luego de permanecer varios años en Europa, decidió volver a su ciudad natal.

Con su llegada a Bogotá, eligió estudiar en la Escuela Nacional de Arte Dramático (ENAD) pues entendía que debía empezar por sus raíces y  cultura para iniciar su trayectoria en el escenario. Se especializó en voz escénica y desde allí, exploró sus dotes como docente y tallerista en los márgenes del Pacífico. Se acercó a poblaciones como Tumaco y Quibdó para conectar a los estudiantes con su música tradicional, con el fin de generar cadenas de movimiento y voz desde la improvisación y desde luego, el escenario teatral. 

Aunque Rosario es una mujer representativa en la pantalla chica, en el teatro y en el cine.  A manera de homenaje, destacamos su participación en el programa radial Choque y fusión, conducido por Ilse de Greiff y Mauricio Vásquez, en el que menciona su interés por las voces escénicas y por supuesto, su intermediación o conexión emocional con el público. También se le escucha hablando del Programa de Becas UNESCO-Aschberg que ganó para ir a la India a estudiar Danza, teatro y música.