La segunda vuelta, historia de un desempate | Señal Memoria

segunda vuelta, historia de un desempate
Publicado el Dom, 19/06/2022 - 07:00
La segunda vuelta, historia de un desempate

Como una manera de buscar legitimidad y gobernabilidad a través de la mayoría absoluta, en Colombia existe la segunda vuelta para elegir presidente de la república, figura consagrada en la Constitución de 1991 y que tuvo sus antecedentes en las elecciones indirectas que se celebraron en el siglo XIX. Aquí presentamos un recuento de esa experiencia.

Los desempates antes de la elección popular

En el primer siglo de vida independiente del país, cuando el presidente de la república era elegido por colegios electorales, se ensayó un desempate por parte del Congreso cuando ningún candidato obtenía la mayoría absoluta. Dada la naturaleza de esta elección indirecta y los controles partidistas que caracterizaron algunos periodos de nuestra historia política, aquel escenario solo tuvo lugar en 1849 en la elección de José Hilario López, y en 1876 en la de Aquileo Parra, ambos candidatos del Partido Liberal.

Los unanimismos y exclusiones en el control del Estado que se impusieron bajo la Regeneración y la Hegemonía Conservadora, hicieron que estas figuras no volvieran a contemplarse en las normas constitucionales, a lo que se sumó la adopción a partir de 1914 del voto directo para elegir presidente. Desde entonces fueron las divisiones internas de los partidos las que aseguraron triunfos sorpresivos: el liberal Olaya Herrera contra los conservadores Vásquez Cobo y Valencia en 1930, o el conservador Ospina Pérez contra los liberales Jorge Eliécer Gaitán y Gabriel Turbay en 1946.

 

Gaviria, C. (1994). [Alocución presidencial tras el resultado de la segunda vuelta presidencial del 19 de junio]. Colombia: Inravisión. Archivo Señal Memoria, C1P 243965 CLIP 2

 

Segunda vuelta desde el 1991

El ánimo pluralista de la Constitución de 1991 volvió a revivir la idea de una segunda vuelta para elegir al presidente de Colombia. También fue una idea motivada en la Constituyente por las bancadas conservadora y de izquierda, en un contexto en el que el Partido Liberal controlaba las mayorías electorales y su único adversario de peso era la abstención (en comicios con más de dos candidatos, solo López Michelsen en 1974 y Barco en 1986 habían ganado con mayorías absolutas). Fue así como surgió el artículo 190 de nuestra Carta Política:

El Presidente de la República será elegido para un período de cuatro años, por la mitad más uno de los votos que, de manera secreta y directa, depositen los ciudadanos en la fecha y con las formalidades que determine la ley. Si ningún candidato obtiene dicha mayoría, se celebrará una nueva votación que tendrá lugar tres semanas más tarde, en la que sólo participarán los dos candidatos que hubieren obtenido las más altas votaciones. Será declarado Presidente quien obtenga el mayor número de votos.

En estas tres décadas se han celebrado siete elecciones presidenciales, más la octava de 2022. Solo en 2002 y 2006, cuando ganó Álvaro Uribe, no ha sido necesaria la segunda vuelta. En las otras cinco ocasiones ha habido tres en las que el más votado ratificó su mayoría: Ernesto Samper contra Andrés Pastrana en 1994 (no sin un escándalo que marcó su gobierno), Juan Manuel Santos contra Antanas Mockus en 2010, e Iván Duque contra Gustavo Petro en 2018. Eso sí, contra el pronóstico de la primera vuelta, los ganadores de ese primer round no lograron ratificar su triunfo: le pasó en 1998 a Horacio Serpa contra Andrés Pastrana, y en 2014 a Óscar Iván Zuluaga contra el reelegido Santos.

 


Autor: Felipe Arias Escobar

 

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Fecha de publicación original Dom, 19/06/2022 - 07:00