
Este año Santa Marta es la protagonista de todas las celebraciones y conmemoraciones a llevar a cabo en el país, pues cumple nada más y nada menos que 500 años de fundada. Este quinto centenario ha generado múltiples miradas. Desde la academia se reflexiona sobre si se puede “celebrar” un proceso de conquista, liderado por el colono Rodrigo de Bastidas en 1525, y desde Señal Memoria queremos abrir la conversación sobre la forma en que la historia de Santa Marta fue llevada al cine y a la televisión durante la segunda mitad del siglo XX.
Santa Marta en el cine a blanco y negro
Las pantallas (grandes y chicas) se han enfocado en presentarnos una Santa Marta turística, invitándonos a recorrer sus playas y disfrutar de sus fiestas, gastronomía y música. En los últimos años, además, se ha consolidado un turismo alrededor del Parque Tairona y la Sierra Nevada de Santa Marta, que nos incita a explorar sitios de gran riqueza ecológica y diversidad étnica.
No obstante, ya desde la década del cincuenta vimos los primeros intentos de mostrarnos en el cine una Santa Marta cargada de imponentes historias. El hecho de que haya sido la primera ciudad fundada en Tierra Firme durante el siglo XVI permitió que su presentación a través del fílmico se hiciera recordando este importante hito histórico.
Meunier, Raymond (productor, realizador). (Ca. 1956). Santa Marta, perla de América. Santa Marta: Producciones Nevada Films Ltda. Archivo Señal Memoria, VR F35MM 851308.
Como podemos apreciar en este fragmento del cortometraje Santa Marta, perla de América, la forma de iniciar hablando de esta ciudad costera es recordando a su fundador y la incursión de la fe católica al territorio, como parte del proceso conquistador de los colonos europeos en el Nuevo Mundo.
Poco se habla de los muchos tropiezos que tuvo Santa Marta en sus primeros años, pues, aunque se había obtenido oro y perlas, hasta bien entrado el siglo XVI no se había podido consolidar su traza, es decir, la división de sus calles, plazas y edificios. Además, fue asaltada con frecuencia por tribus de los alrededores e incendiada por bucaneros franceses, por lo que perdió a la mayoría de la población española en el curso del siglo y quedó convertida en mero cascarón.
Tampoco es común encontrar en los audiovisuales una explicación de su nombre. En realidad, no hay mucho misterio al respecto. Se le puso el nombre de la santa del día, una costumbre común en la época, aunque curiosamente no hubo una fuerte devoción a esta patrona en todo el periodo colonial. Quizás ese sea el motivo por el cual pocas veces se relaciona el nombre de la urbe con el calendario santoral del momento. No obstante, el subtítulo de “perla de América” del documental sí hace parte de la tradición cinematográfica de recalcar los seudónimos con los que eran conocidas las urbes colombianas. Igual ocurrió con cortometrajes de la misma época como San Andrés, paraíso tropical (1953) o Cali, sultana del Valle (1955).
Santa Marta en la televisión de los ochenta y noventa
En la pantalla chica, la historia de la fundación de Santa Marta tuvo sus orígenes en la Televisión Educativa y Cultural, que inició en la década de los sesenta, pero tuvo su mayor auge en los ochenta, con la franja vespertina del Instituto Nacional de Radio y Televisión de Colombia (Inravisión).
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En un episodio dramatizado de esta franja educativa se presentó la fundación de ciudades en el Nuevo Reino de Granada, indicando a los colonos a cargo de su constitución.
Guevara, Néstor (director). (1985). La tierra y el hombre: las autoridades de la Colonia. Colombia: Inravisión. Archivo Señal Memoria, C1P-244323 CLIP 2
Como se puede apreciar en el fragmento, la intención audiovisual de la televisión educativa de los ochenta era, en cierto sentido, reproducir los relatos de los libros escolares de la época, los cuales enfatizaban en los nombres de los colonos a cargo de las fundaciones de ciudades, sin profundizar en los detalles de estos acontecimientos. Se trataba, especialmente, de una técnica memorísticas para aprenderse el nombre de personas y lugares. Adicionalmente, se aprecia el anacronismo de confundir reinos con países durante el siglo XVI.
A finales de la década de los noventa no vemos un cambio sustancial en la forma de abordar la historia de la fundación de Santa Marta en la pantalla chica. En programas que abordaban el patrimonio histórico de las ciudades colombianas, destaca que lo único que se mencione de los orígenes de la capital del Magdalena sea precisamente la biografía de Rodrigo Bastidas.
Angulo García, Antonio (director). (1999). Patrimonio de Santa Marta. Santa Marta: Inravisión – Señal Colombia. Archivo Señal Memoria, BTCX30-015733
En este fragmento se vislumbra la intención biográfica de destacar al fundador de la ciudad, sin mencionar las relaciones conflictivas que pudieron darse entre colonos y nativos durante el proceso de colonización. Precisamente por eso la conmemoración de los 500 años de la primera ciudad fundada en Tierra Firme se está haciendo en la actualidad desde la reflexión de los aportes de las comunidades indígenas y afrocolombianas caribeñas en la conformación de esta urbe y su impacto en la idiosincrasia local.

Por supuesto, el cine y la televisión no solo nos han mostrado la historia de Santa Marta desde la óptica tradicional de heroización y protagonismo de personajes históricos como Rodrigo de Bastidas o Simón Bolívar, quien murió en esa ciudad. La televisión de los noventa y sobre todo la del siglo XXI han procurado ampliar los horizontes visuales, mostrándonos las fiestas, las viviendas y los hábitos cotidianos de los samarios.
Esperemos que este 2025 sea el momento para ampliar aún más el espectro visual y podamos conocer en detalle las riquezas culturales y sociales de la primera ciudad fundada en Tierra Firma que ha sobrevivido por 500 años.
Por: Viviana Arce Escobar