Santa Marta, perla de América | Señal Memoria

Santa Marta
Publicado el Sáb, 22/10/2022 - 08:34
Santa Marta, perla de América

A punto de cumplir 500 años y tras una historia convulsa de luces y sombras, Santa Marta se levanta en un bello escenario geográfico, privilegiado por el sol del Caribe. La lucha contra los indígenas, la pugnacidad política, el esplendor de la época del banano y su condición de puerto marítimo, son algunos de los aspectos de la capital del Magdalena que ha llegado a ser conocida como la perla de América.


Apenas despuntó el siglo XVI cuando un par de aventureros se dieron a la tarea de recorrer la costa atlántica de la actual Colombia, en busca de riqueza y fama y gloria, nada extraño en ese primer puñado de conquistadores que arribaron a América en los años en los que Cristóbal Colón aún navegaba las aguas del Caribe. Se llamaban Juan de la Cosa y Rodrigo de Bastidas, y llegaron a conocer el litoral como la palma de la mano, desde el cabo de la Vela hasta Urabá.

Debió ser el cansancio que dejaron esas andanzas, o quizás la belleza de la bahía, o a lo mejor la presencia de comunidades indígenas, o tal vez el agua dulce del río que allí desemboca y que bautizaron Manzanares, o una conjunción de todo aquello, lo que indujo a Bastidas a fundar Santa Marta en 1525. El caso es que la ciudad ha pasado a la historia por ser la más antigua de Colombia… y de Suramérica. Allí, en la futura capital del departamento del Magdalena, estuvo Pedro de Heredia antes de fundar Cartagena en 1533, y de Santa Marta partió la expedición comandada por Gonzalo Jiménez de Quesada que culminaría con la fundación de Santafé de Bogotá en 1538.

Sin embargo, el empeño de someter a los taironas se dilató hasta 1600, cuando fueron derrotados. Entonces los españoles empezaron a colonizar la zona plana alrededor de la Sierra Nevada, donde aparte de Santa Marta también habían fundado Ciénaga, Riohacha y Valledupar. Aun así, el siglo XVII fue igualmente convulso, pues la ciudad quedó a merced de los piratas. Dice la historia que entre 1655 y 1692 fue atacada y quemada en diecinueve ocasiones.

La Catedral y la Casa de la Aduana

Se hizo necesario esperar hasta la segunda mitad del siglo XVIII para que Santa Marta contara con una Catedral, hecho que podría juzgarse como un hito de su configuración urbanística. ¿Qué nos dice del templo el siguiente fragmento transmitido por Señal Colombia en 1999?

 

Pame Televisión para Inravisión - Señal Colombia (Productor). 1999, [Fragmento - Patrimonio Santa Marta] [Programa educativo]. Colombia: Pame Televisión para Inravisión - Señal Colombia. Archivo Señal Memoria, BTCX30 015733.

 

Cabe señalar que, aparte de haber sido la primera tumba del Libertador Simón Bolívar, tal y como lo menciona el fragmento, la Catedral es, hoy en día, la última morada de Rodrigo de Bastidas, cuyos restos fueron alojados en el interior del templo en 1953, pues el fundador de la ciudad había muerto en Santiago de Cuba en 1527.

Unas décadas antes de la erección de la Catedral fue construida la Casa de la Aduana por obra y gracia de los hermanos Domingo y José Nicolás Jimeno, ricos comerciantes que en los años de 1730 la hicieron de dos pisos, en una ciudad donde todas las viviendas eran de una sola planta. Incluso, los hermanos Jimeno la dotaron con un minarete desde el cual divisaban los barcos que se aproximaban, presenciando desde allí las faenas de descargue de sus mercancías en el puerto. En este aspecto, el inmueble tenía las mejores condiciones para convertirse en la Casa de la Aduana, como efectivamente sucedió al final del periodo colonial. De ahí su nombre. 

Sin embargo, cuando triunfó en la ciudad la causa independentista, fue confiscada al Estado español y pasó a manos de los patriotas. Allí, entre el 1 y 6 de diciembre de 1830 se alojó Bolívar, acaso sin imaginar que a la vuelta de escasos diez días regresaría a sus ámbitos para que su cuerpo fuese velado, luego de morir en la Quinta de San Pedro Alejandrino. 

El siguiente fragmento nos ofrece unas imágenes reveladoras de la Casa de la Aduana, que entre 2010 y 2014 fue intervenida por el Banco de la República. Hoy es el Museo del Oro Tairona.

 

Pame Televisión para Inravisión - Señal Colombia (Productor). 1999, [Fragmento - Patrimonio Santa Marta] [Programa educativo]. Colombia: Pame Televisión para Inravisión - Señal Colombia. Archivo Señal Memoria, BTCX30 015733.

 

La última morada del Libertador

Sin duda, el principal atractivo histórico de Santa Marta es la Quinta de San Pedro Alejandrino, donde Bolívar falleció en 1830. Lo cual no deja de ser una ironía si se toma en cuenta que la Junta de Gobierno que se constituyó en la ciudad en 1810 era de clara tendencia realista y que en 1820 y luego de una sangrienta campaña, las tropas libertadoras entraron en Santa Marta.

En virtud de esa ironía también cabe decir que don Joaquín de Mier y Benítez, el dueño de la hacienda y anfitrión del Libertador en sus últimos días, era un hidalgo español. También era un hombre de negocios que destinó la hacienda a los cultivos de caña de azúcar para la producción de panela, ron y miel.

En torno a la casa se levantan imponentes árboles centenarios, testigos silenciosos del paso de Bolívar por San Pedro Alejandrino: un samán, una ceiba y dos tamarindos. A los troncos de estos últimos fue atada la hamaca del Libertador. Los árboles comparten el lugar con una variada flora y fauna, la rica colección viva de un jardín botánico cuyas especies pertenecen al bosque seco tropical de la región Caribe. Veamos la hacienda en el siguiente fragmento del programa Escenarios históricos de Colombia, transmitido en 2005 por Señal Colombia y que recrea la muerte de Bolívar.

 

Inravisión y Señal Colombia (Productor). 2005, [Escenarios históricos de Colombia Quinta de San Pedro Alejandrino] [Programa educativo]. Colombia: Inravisión y Señal Colombia. Archivo Señal Memoria, BTCX30 012048.

 

Joaquín de Mier falleció en 1861 y la hacienda –hoy Monumento Nacional Histórico– pasó a manos de su hijo, antes de venderla en 1891 al departamento del Magdalena, que a lo largo del siglo XIX se caracterizó por una fuerte inestabilidad política y continuas revoluciones partidistas, aparte de eventos como el terremoto en 1834 y la epidemia de cólera de 1848 que afectaron a su capital.

Pero el ferrocarril, así como el cultivo y exportación de banano que transformó la economía del eje Santa Marta – Ciénaga – Aracataca, hicieron de la ciudad el principal puerto marítimo del país a comienzos del siglo XX. Entonces inició otra fase de su historia, promisoria y más tranquila, que le valió a la ciudad el sobrenombre de Santa Marta, perla de América.

 


Autor: Fernando Nieto

 

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Fecha de publicación original Sáb, 22/10/2022 - 08:34