
Dentro de la vocación de los medios públicos, hay una estación de radio que ha sabido darse su propio lugar. Desde 2005 —con el antecedente de 99.1 desde 1995 — Radiónica es una marca que nos ha demostrado que aquella premisa de acercar al Estado a la gente, promover los derechos de la ciudadanía y preservar el patrimonio cultural también pasa por la difusión de música independiente. Por supuesto, también ha sido una lección para quienes han creído que los jóvenes solo merecen ofertas homogéneas y banales de radiodifusión.
Motta, Silvia (directora). (1998). 99.1 en televisión. Bogotá: Señal Colombia. Archivo Señal memoria, BTCX30 011859
Sonidos de 2005
“99.1 se va a llamar Radiónica”, avisó alguien en 2005 en el foro de La Silla Eléctrica, el primer programa radial que contaba con un sitio web propio, una página creada y sostenida por la voluntad de sus realizadores Andrés Ospina y Manuel Carreño. Entonces no sabíamos que la emisora iba a tomar su nombre de una seudociencia que promete curar usando ondas de radio. También eran tiempos en que la radio pública no tenía ni siquiera sitio web, pero donde un creciente segmento del público bogotano encontraba desde hace diez años una afortunada alternativa en 99.1. Era una frecuencia en FM que había nacido en 1995 como un espacio para difundir sonidos contemporáneos y orientarse hacia el público joven, una auténtica novedad en la ya larga historia de los medios públicos. Quienes leímos aquel aviso lo debatimos entre la sorpresa y la incertidumbre de qué pasaría con esa señal que tanta diversidad de sonidos nos ofrecía, al margen de su impacto masivo o su interés comercial…
Radio Nacional. (2005). Identificación de 99.1 y del programa La Silla Eléctrica. Bogotá: Radio Nacional. Archivo Señal Memoria, RADI-DGW-108354-01-SER001CPTDGW
Y es que al iniciar el siglo XXI la radio colombiana estaba en camino de monopolizarse, en una lucha comercial en la que las emisoras independientes iniciaron su agonía. Para colmo, la programación hablada y musical se abría a un cuestionable proceso de homogeneización donde los conglomerados radiales se tomaban todo el dial, pero donde todas las frecuencias tendían a programar las mismas canciones o a uniformar la misma masa de oyentes. Al mismo tiempo, acababa de ocurrir la liquidación de Inravisión por parte del gobierno de Álvaro Uribe, en medio del abandono técnico y político de los medios públicos. Pero frente a las incertidumbres, la sorpresa vino con lo que finalmente fue presentado en Rock al Parque 2005: una marca que haría mucho más fuerte aquella tarea de poner la obra cultural del Estado al servicio de la ciudadanía más joven y de su industria musical. Había nacido Radiónica…
Radiónica. (2019). Identificaciones del programa Chévere pensar en voz alta. Bogotá: Radiónica. Archivo Señal Memoria
El Club de la Resistencia
Después de 2005, efectivamente, vinieron sorpresas, pues no solo se trató de un cambio de nombre sino del fortalecimiento de una forma de hacer radio desde el Estado. No podía seguir siendo solo una emisora desde y para Bogotá, pues los sonidos alternativos también eran producidos y consumidos en Medellín, Cali, Barranquilla, Santa Marta, Pereira o San Andrés (donde el sufijo nica, dado el contexto internacional del Archipiélago, jugó en contra de la permanencia de su señal). Por igual, había que tomarse las plataformas de expresión de las escenas independientes: Rock al Parque y Hip Hop al Parque, por supuesto, pero también los nacientes Altavoz, Manizales Grita Rock, Galeras Rock, Ibagué Ciudad Rock, entre muchos otros. De hecho, Radiónica fue para las regiones una conexión con la industria musical del resto del país, en contextos en los que poquísimos medios nacionales cubren estos eventos. La música alternativa de las regiones impactó en el resto de Colombia gracias a Radiónica. De igual forma, Radiónica fue un trampolín para una generación de músicos que le dio identidad a la industria sonora de nuestro país ante el mundo y que desde finales de la década se tomaría LAMC, South by Southwest, Vive Latino, Lollapalooza o Coachella.
Radiónica. (2020). Identificación del programa La Clase. Bogotá: Radiónica. Archivo Señal Memoria
Al cumplir cinco años, en 2010, se celebró con un evento que también marcó su lugar en la escena: el Concierto Radiónica. Un hito que empezó en la Media Torta de Bogotá y se iría expandiendo a otros escenarios del país. Para esa década, Radiónica no solo era el testigo privilegiado de la transformación de Colombia en una potencia global de la música independiente sino uno de sus grandes artífices: Bomba Estéreo, Chocquibtown, Systema Solar, Ondatrópica, Monsieur Periné, Crew Peligrosos, Esteman, Edson Velandia, todos escribieron su toma del mundo a través de su programación, al igual que allí también vimos nacer las carreras de Alcolyrikoz, Los Petit Fellas, Diamante Eléctrico, Kei Linch, Briela Ojeda, Crew Peligrosos o Margarita Siempre Viva, mientras atestiguamos que leyendas como La Pestilencia, Aterciopelados o 1280 Almas ratificaban su lugar en nuestra escena musical.
Casi al tiempo, la expresión de las y los jóvenes no solo fue musical, pues frente a la banalización de la oferta radial para esta población, los micrófonos de Radiónica también se abrieron para la literatura, la agenda de eventos culturales y las opiniones políticas en coyunturas que iban desde la despenalización del aborto en 2006 hasta el Estallido Social en 2021. Como rezaba su viejo eslogan, Radiónica salvó el mundo de una generación completa de jóvenes colombianos.
Señal Memoria (2025). 20 años de Radiónica. Bogotá: Señal Memoria
Radiónica en Señal Memoria
En nuestro catálogo en línea pueden identificarse cerca de 1.200 documentos de la programación de Radiónica durante estos veinte años, al igual que de transmisiones de eventos y programas realizados por la emisora para Señal Colombia y RTVC Play (Concierto Radiónica, Señal Radiónica en vivo, Radiolito misión sónica, Sesiones RTVC, Músicas para salvar el mundo, Nación rebelde). Es importante aclarar que esta selección es tan solo una parte de los materiales que aún no se han catalogado o que, en caso de ya haberse catalogado, aún no se ha publicado su registro en línea. Esto se debe a lo reciente de su producción y al hecho de que al ser un medio de comunicación que aún existe, está produciendo nuevos registros a diario.
Muchas gracias a Nicolai Fella por su apoyo para que “El Club de la Resistencia” de Los Petit Fellas fuera el himno de este aniversario en Señal Memoria.