
En 1995, un beso entre Monseñor Gregio y Ángela Gómez quienes fueron protagonizados por Jorge Cao y por Patricia Ércole, en la telenovela Pecado Santo, escandalizó a todo un país. La televisión vibró y muchos protestaron. Una historia de amor que, en horario estelar, abordó un tema considerado tabú: el enamoramiento entre un clérigo y una mujer laica. Algo que ahora hemos visto ocasionalmente, pero hace treinta años fue revelador. Hoy esta telenovela hace parte del archivo de Señal Memoria - RTVC y nos invita a pensar en el poder de la ficción, la moral y, sobre todo, la memoria colectiva.
Pecado Santo, una historia de fe, milagros y deseo
Pecado Santo fue emitida por primera vez entre el 19 de mayo de 1995 y el 24 de marzo de 1996 para Canal Uno. Producida por Producciones Tevecine, escrita por Luz Mariela Santofimio y dirigida por Jorge Alí Triana y Luis Alberto Restrepo, narra la historia de Araucaria, un pueblo ficticio donde se discute la posible canonización de Efraín Alcázar, interpretado por Miguel Alfonso Murillo, un bandolero asesinado a finales de la década de los setenta y al que se le atribuyen hechos sobrenaturales veinte años después de su muerte. Hasta allí es enviado monseñor Camilo Gregio, representante de la Santa Sede, cuya misión es validar la beatificación. En medio de esta tarea surge su historia de amor con Ángela, la médica del municipio.
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A primera vista, la trama parece sencilla, casi una lectura etnográfica sobre prácticas y representaciones de la vida diaria. Pero se complejiza cuando al prelado se le atribuyen emociones, y no precisamente religiosas; aparecen el amor, el placer y el deseo. Así, pasamos de una historia con tintes sociales al melodrama, donde lo emocional se intensifica y los amores imposibles se vuelven posibles.
Triana, Jorge Alí (director). (1995). Pecado santo : 1995-1996. Capítulo 01. Colombia: Producciones Tevecine. Archivo Señal Memoria, BTCX60-070771.
Pero hay más. Pecado Santo no es solo una historia sentimental entre un monseñor y una mujer del pueblo. También es un retrato de la espiritualidad popular latinoamericana, donde los santos adorados son los cercanos, los conocidos. Efraín Alcázar no es solo un alma compasiva: es también bandolero y justicia local. Lo sobrenatural irrumpe cuando Araucaria, en una lógica casi macondiana, presencia lo divino: el día se vuelve noche y del cielo rompe la lluvia. Es el cruce perfecto entre lo sagrado y lo terrenal: el escenario de un pecado santo.
Araucaria y la construcción de personajes en Pecado Santo
La telenovela abordó múltiples temáticas en un solo relato, algo común en producciones de Jorge Alí Triana, donde se muestra lo que se comenta en casa pero se calla en público. Los personajes se inspiran en figuras típicas de un municipio: el alcalde corrupto, el oficial aliado con grupos subversivos, el párroco como autoridad local, la mujer extranjera, papel antagónico de Birgit Bofarull, como símbolo de clase, y el “loquito del pueblo”, Isandro Guzmán, interpretado por Fabio Rubiano, quien en esta historia cumple el rol de Casandra, donde hace las veces de profético, pero que por su estado de demencia no es creído por los feligreses del municipio . Casi un guión literario.
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Durante los años noventa, la telenovela sirvió como espejo de problemáticas internas que, aunque ubicadas en contextos ficticios, reflejaban realidades reconocibles. La figura de Alcázar, perteneciente a un grupo armado y convertido en santo por su comunidad, plantea una paradoja: la grandeza puede redimir la violencia.
Triana, Jorge Alí (director). (1995). Pecado santo : 1995-1996. Capítulo 01. Colombia: Producciones Tevecine. Archivo Señal Memoria, BTCX60-070771.
Un fragmento muestra a los cardenales del Vaticano, interpretados por Carlos Duplat y Jorge Alí Triana, hablando de Colombia. La escena, grabada en locaciones naturales de Gachancipá, recuerda que, aunque Araucaria es ficticia, su trasfondo histórico es muy real.
Pecado Santo, entre el beso, la pasión y un país escandalizado
Uno de los momentos más polémicos fue el primer beso entre monseñor Gregio y Ángela Gómez, emitido el 13 de julio de 1995. Más allá del idilio melodramático, fue una de las primeras veces que un personaje religioso vivió el amor en la televisión nacional. El beso transgredió la representación habitual de lo sagrado en pantalla.
Triana, Jorge Alí (director). (1995). Pecado santo : 1995-1996. Capítulo 13. Colombia: Producciones Tevecine. Archivo Señal Memoria, BTCX60-070783.
La reacción fue inmediata: llegaron cartas de protesta a los canales y medios. Según reportes de prensa, se recolectaron más de 50.000 firmas para exigir que se cancelara el dramatizado. Marcas como multinacionales retiraron su pauta del programa.
El caso fue cubierto por noticieros, incluido el emblemático Noticiero de las siete N7, cuya nota también reposa hoy en los archivos de Señal Memoria. El clip evidencia cómo los medios debatieron entre la moral religiosa y la libertad creativa.
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Orozco Tascón, Cecilia (Directora). (1995). Noticiero de las Siete N7 : 1983-2001. [Censura a Pecado Santo]. Colombia: Programar Televisión. Archivo Señal Memoria, BTCX60-064041.
El pecado santo, el santo sin santidad y los finales felices
Durante 49 capítulos de 50 minutos, emitidos cada viernes, la narrativa fue más allá del romance: exploró las relaciones entre religión y política, bandolerismo y poder eclesial, fe y vida rural. Historias casi mágicas, donde Ángela Gómez, la “incitadora del pecado”, casi que la Eva del relato fundacional, resulta ser hija de Efraín Alcázar. Él no es beatificado, Gregio es excomulgado, el sacerdote del pueblo renuncia, y al final triunfan las emociones, y lo “santo” se vuelve terrenal.
Triana, Jorge Alí (director). (1996). Pecado santo : 1995-1996. Capítulo 49. Colombia: Producciones Tevecine. Archivo Señal Memoria, BTCX60-061943.
Una historia que dejó claro que en la Iglesia católica no hay espacio para el amor romántico, y que los santos de los municipios no son siempre los canonizados, sino hombres comunes, con fragilidad y humanidad, que marcan la historia local. La adoración de estos es entonces una suerte de leyenda municipal, mitos que engrandecen a las personas y opacan la violencia. La compasión de Alcázar fue más allá y Araucaria legitimó su figura, concediendo, literalmente, el milagro de la vida a Ángela y Camilo Gregio.
Cabe mencionar que esta telenovela contó con un notable elenco de la época donde se resalta a Edgardo Román, Alberto Valdiri, Marcela Agudelo, Raúl Santa y las apariciones estelares de Jorge Cao en su primer papel protagónico en la televisión colombiana. Además, la producción contó con un tema musical propio interpretado por Leonor González Mina.
Todos los capítulos están hoy resguardados en Señal Memoria. Una joya audiovisual que permite comprender el impacto cultural de la televisión en la Colombia de los años noventa: una televisión que se atrevió a mostrar lo que otros callaban en un país profundamente religioso.
Por: Juan David Alfonso