El trabajo con el cuero es un patrimonio cultural inmaterial, el cual es desarrollado por artesanos, quienes producen diferentes piezas de tipo utilitario, decorativo, ostento u otros usos posibles. Es parte de una cadena productiva y del sistema económico de un país, región o territorio e incluye diferentes actores e instituciones para disponer finalmente de un objeto hecho en cuero; sin embargo, presenta riesgos que abarcan diferentes esferas de la sociedad que pueden generar perdidas culturales, materiales y económicas.
Cuando se trabaja el cuero los primeros oficios que se relacionan son la curtimbre, marroquinería y talabartería. El primero, es un proceso de enderezamiento de pieles crudas, las cuales mediante un tratamiento con sustancias químicas o preparaciones orgánicas ablandan y depilan el cuero hasta lograr una plasticidad y resistencia de las pieles. Como producto final se encuentran diferentes clases de cuero para dar paso a la producción de piezas con base a las pieles tratadas. El segundo, hace referencia al corte, costura, doblado y pegado del cuero, que se materializan con objetos alrededor de la bolsería o accesorios, que se caracterizan por sus acabados y calidad con los cueros empleados. El último, se destaca por la producción de mobiliario de tipo utilitario y mayor resistencia desde el corte, desbaste, pegada, armada y costura manual o en máquina reflejados en objetos de cabalgadura, arcones, tulas, entre otros.
Un elemento común además del trabajo con el cuero se encuentran las herramientas de trabajo para la producción de las piezas artesanales en dichos oficios. Por ejemplo: planchas grabadoras, marcos de secado, bombos para la maceración, cuchillos, fileteadoras, maquinas planas y de codo, ralladores, buriles, talladores de madera, brochas o martillos. De ahí que, el trabajo con el cuero tenga diferentes formas de aplicación y apropiación por parte de los artesanos según su contexto de producción, saberes y enseñanza formal e informal por parte de sus practicantes. Ejemplo de ello es el tratamiento y los cambios en el cuero desde su proceso inicial, como lo destacó Jorge Barrero para “Made in Colombia” en 2002.
Aldana, Guillermo (Director). (2002). Made in Colombia [Capítulo 02 - El progreso en la piel]. Colombia: Everardo Rozo. Archivo Señal Memoria, BTCX30 009412.
Ahora bien, el trabajo con el cuero presenta algunas particularidades en el territorio nacional representando en la evolución de técnicas y sabes locales. Bogotá, centro de comercio y consolidación de repujados y grabados; Bucaramanga, con la incorporación artesanal de bordados y calidad en la fabricación de calzado; Pasto, en el arte decorativo y técnicas de pintura sobre el cuero; o Medellín, en el desarrollo de métodos semiindustriales entre la decoración manual, el grabado y troquelado.
Siguiendo a Sandra Velásquez, algunas de las técnicas artesanales de acabado son: el guadamecí, caracterizado por la decoración del cuero mediante procesos de dorados, policromía y grabados; repujado, en la creación de relieves con presión e incisión creando patrones; cincelado, que consiste en la decoración mediante el grabado o esculpir diseños sobre el cuero; pirograbado, con herramientas de calor para plasmar dibujos o detalles sobre el cuero; calado, desde cortes precisos que crean patrones decorativos; mosaico, con el ensamble de piezas de cuero unas sobre otras y de diferentes colores, formas o texturas; bordados, que crean patrones y diseños mediante hilos; entre otras técnicas en las cuales convergen el hacer manual e industrial en la producción de piezas.
No obstante, el trabajo artesanal con el cuero se enfrenta continuamente a la producción mecánica y tecnificada, como también, el impacto ambiental que ocasiona la elaboración de piezas a gran escala. El anterior escenario, es parte de las potencialidades y desafíos que enfrenta el sector artesanal sobre el cuero, dado que variables económicas como la apertura de mercados, los altos volúmenes de importación, los objetos con insumos sintéticos a bajo costo, el contrabando, y los desniveles de producción y calidad que presentan los artesanos locales ha llevado a la pérdida paulatina de establecimientos, talleres o fábricas, como también, de conocimientos, habilidades y creaciones sobre el cuero en las nuevas generaciones. Por lo tanto, ha cobrado mayor fuerza la búsqueda y producción de piezas en cuero de manera sostenible. Se destaca el empleo de insumos ecológicos, la reutilización de materiales, programas de formación para salvaguardar e impulsar emprendimientos ante las fluctuaciones económicas, entre otras acciones que le dan continuidad al saber y trabajo del cuero en los territorios del país, como lo destacó Cesar Giraldo para “Buenos oficios” en el 2001 sobre su trabajo como artesano, las variaciones en los insumos y los retos que enfrenta el sector del cuero.
Rodríguez, Jimena (Directora). (2001). Buenos oficios [Historias de artesanos del cuero]. Colombia: AUDIOVISUALES; Señal Colombia - RTVC. Archivo Señal Memoria, BTCX30-025544.
Para terminar, los saberes o técnicas alrededor del cuero son parte fundamental para comprender las tradiciones y sus variaciones en el tiempo. La introducción de procesos mecánicos e industriales hacen de dichos oficios nuevos escenarios en la cadena de producción que logran, paulatinamente, integrar las tradiciones con técnicas modernas en las cuales converge el pasado con el presente, las regiones del país y las economías locales de manera interrelacionada e intergeneracionalmente.
