La música clásica en Colombia en los 50 | Señal Memoria

Música clásica
Publicado el Dom, 25/03/2012 - 03:07
La música clásica en Colombia en la década de los 50

El año 1954 ejemplifica el paradójico ambiente socio político colombiano, que sumido en la violencia bipartidista, presentaba eventos tan decisivos como el reconocimiento por primera vez de derechos políticos para las mujeres a través del voto. A la par estaban la agitación de masas estudiantiles, repetidos casos de censura a la prensa escrita y la reelección de Gustavo Rojas Pinilla, quien se encargó, el 13 de junio, de inaugurar la televisión en Colombia.

La primera emisión de la televisión colombiana

Para el acto se presentó “El niño en el pantano”, considerado el primer teleteatro de Colombia, dirigido por Bernardo Romero Lozano, figura prominente del teatro nacional que no podía faltar en un evento de tal naturaleza, si se tiene en cuenta su injerencia en el ambiente cultural de Bogotá. Ya para 1946, además de fundar el grupo de teatro de la Universidad Nacional de Colombia, reconocido por su carácter experimental, Romero Lozano realizó la primera adaptación para radio de una tragedia griega en América Latina: “Prometeo Encadenado”, de Esquilo. Contó para aquella oportunidad con figuras de primer orden como lo fueron Otto de Greiff y el compositor Guillermo Uribe Holguín.

Con esta y tantas otras experiencias, Romero Lozano gestó de nuevo una sumatoria de fuerzas artísticas y culturales similar, para celebrar en aquel 1954, el decimocuarto aniversario de la Radio Nacional. Esta vez la tragedia elegida fue “Edipo Rey”, considerada la obra cumbre de Sófocles. Nuevamente participó Otto de Greiff, como traductor y adaptador del texto interpretado por el coro, con base en la versión realizada por Jean Cocteau para el “Edipo Rey” estrenado por Igor Stravinsky en 1927.

Edipo Rey

La música incidental fue escrita por el compositor italiano Rino Maione, encargado a su vez de dirigir, para tal fin, la Orquesta Sinfónica de Colombia. Estos dos últimos aspectos adquieren relevancia si se tiene en cuenta el momento musical de la época. El impacto causado por el dueto Garzón y Collazos, el santandereano José A. Morales, los éxitos de Lucho Bermúdez y Guillermo Buitrago, contrastaban con el entorno académico musical, representado en Bogotá principalmente por la Orquesta Sinfónica y el Conservatorio.  Había una brecha insalvable con la música popular, producto de una acaudalada intención modernizante emprendida por Guillermo Uribe Holguín, cabeza de las dos entidades entre 1910 y 1935.

Las instituciones que formaron los músicos en Colombia

En los cincuenta, tanto el Conservatorio como la Orquesta iniciaron una nueva etapa, en pro de lo que entonces confusamente se concebía como “alta cultura”. Activa figura musical de la centuria, en sus “Memorias de un músico de Bochalema”, José Rozo Contreras da cuenta de la búsqueda de músicos europeos para integrar la planta del Conservatorio, misión encomendada a él y Uribe Holguín, por el Ministerio de Educación. Fue así como en el año 1952 llegaron al país los italianos Carlo Jachino, director del Conservatorio un año más tarde; Rino Maione, profesor de armonía y cátedras superiores; y el estonio Olav Roots, contratado por el director del Conservatorio Santiago Velasco Llanos, para ejercer cátedras de orquestación y dirección de orquesta.

Olav Roots

El papel de Olav Roots como director de orquesta es inseparable de la evolución que tuvo la Orquesta Sinfónica de Colombia, como se denominó la agrupación musical justamente desde el 24 de noviembre de ese mismo 1952. La dirigió hasta su muerte en 1974, con un ánimo análogo al que tuvo Uribe Holguín años antes. A través de la Orquesta los dos quisieron “incrementar la cultura”, presentar al público obras musicales pocas veces o nunca antes escuchadas, tanto nacionales como internacionales, que pusieran el gusto y la apreciación a tono con las tendencias de su tiempo.

Una labor equiparable con aquella emprendida por la Radio Nacional desde su fundación, en cuyas realizaciones, como se mencionó, tomó parte Maione. El compositor italiano supo integrarse entonces a aquella esfera cultural con la que hoy lo recordamos. El papel de Maione en la adaptación de “Edipo Rey” es fundamental. Con un lenguaje moderno, su música logra dar el realce necesario para el peso dramático de la tragedia, a través de un recursivo uso de la orquesta y una relación orgánica con cada sección.

Colombia en la música del siglo XX

De esta forma, con la adaptación de “Edipo Rey”, se expresan aquellos anhelos propios de los años centrales del siglo XX en Colombia. Poner a la nación en sintonía con el devenir cultural internacional, mediante el uso de novedosos instrumentos expresivos, como la radio, y valiéndose de las herramientas a disposición, como la orquesta. Tanto extranjeros como colombianos de la época, encontraron un ambiente favorable para sus realizaciones personales, aunque con el tiempo, muy a pesar de sus repercusiones, los resultados alcanzados cayeron en manos del olvido.

Retomar hoy los logros del pasado, abre posibilidades no solo para la interpretación del presente. Así mismo, aquellas inquietudes pueden ayudarnos a vislumbrar caminos para el devenir artístico colombiano, en un momento en el que perviven limitaciones, nacen nuevas, pero muchas otras han quedado atrás.

Final de Edipo Rey en la versión de 1954

Radioteatro Edipo Rey

 

Fecha de publicación original Dom, 25/03/2012 - 03:07