Tradiciones ancestrales cundiboyacenses | Señal Memoria

Costumbres y tradiciones ancestrales cundiboyacenses
Publicado el Dom, 14/07/2019 - 08:22
Costumbres y tradiciones ancestrales cundiboyacenses

Desde la alimentación y el vestido, hasta las creencias, fiestas y bailes de un territorio en particular, aceptados y perpetuados a través del tiempo, conforman la esencia y el carácter distintivo regional. Señal Memoria de RTVC guarda archivos audiovisuales que registran estas particularidades del legado cultural colombiano.


La televisión pública en Colombia ha tenido en la promoción de la educación y la cultura a lo largo y ancho del territorio nacional, uno de sus objetivos fundacionales. Como parte de esa tarea, la creación de series documentales e institucionales como Tu noticiero del turismo y Nuestros pueblos, se convirtieron en espacios habituales de difusión y reconocimiento de las regiones, sus costumbres y tradiciones.  

Los departamentos de Cundinamarca y Boyacá han tenido a varios de sus municipios y habitantes como protagonistas de estos programas. El Ministerio de Desarrollo Económico y la Dirección General de Turismo (fusionados actualmente como Ministerio de Comercio, Industria y Turismo), realizaron conjuntamente con Señal Colombia a partir del año 2000, la serie institucional Tu noticiero del turismo, bajo la dirección de Daniel Calderón Márquez, la presentación de Adriana Calderón y la producción de Teleservicios.

En una de sus emisiones dedicada a Boyacá se realizó la ruta entre Paipa y Belén, en la cual las labores de cestería de Cerinza y la alfarería de Belén se hacen presentes como parte de las tradiciones artesanales de la región.

En el segmento que encontramos a continuación, podemos ver las artesanías de tejidos trenzados elaboradas a partir de la fibra vegetal nativa conocida como esparto, con la cual se elaboran productos como canastos, individuales, portacazuelas, portavasos, sombreros, canastas multiusos, basureras, cubierteros, petacas, esteras, hormas para queso y coladores, principalmente.

La cestería en esparto es una actividad ancestral practicada por los pueblos muiscas del altiplano antes de la llegada de los europeos. El vocablo chibcha para la hierba de la que se obtiene el esparto es “chusa” y uno de los productos pioneros de esta labor artesanal elaborado desde entonces, es el canasto redondo con tapa de colores negro o violeta conocido también en su nombre chibcha como “gucho” o “guchubo”.

Mejía, Juan (director). (2006). Culturama. Bogotá: Señal Colombia. Archivo Señal Memoria: BTCX30-000138.

 

Cerca de Cerinza encontramos el municipio de Belén, donde la alfarería es uno de los renglones importantes de la economía de sus gentes. Dicha actividad es también de origen muisca. Se han encontrado en la zona objetos de cerámica de alrededor de 8000 años de antigüedad. La elaboración de ollas y múcuras para las actividades diarias y el uso ritual estaba extendida por casi todo el altiplano. Incluso el nombre de poblaciones de la región como Ráquira (Ruaquira) provienen de los vocablos chibchas rua – olla y quira – pueblo, es decir, “pueblo de olleros”. En el fragmento audiovisual del mismo programa Tu noticiero del turismo que tenemos a continuación, las mujeres alfareras belemitas nos muestran parte de las tareas de su tradicional oficio.

 

Márquez, Daniel (2000). Tu noticiero del turismo. Colombia: Teleservicios.

 

Otro de los espacios televisivos dedicado a las regiones fue el programa Nuestros pueblos de Señal Colombia emitido entre 1998 y 2001. Bajo la dirección de Iván Darío Parra y la presentación y realización de Luis Jorge Orcasitas, el programa presentó en su capítulo del 16 de septiembre de 1998 la población de Tinjacá, donde la talla de la tagua, conocido como marfil vegetal, es una de las actividades artesanales de más relevancia en el municipio. Al igual que la cestería y la alfarería, la talla de la tagua es una actividad que pueblos nativos como los Emberá y los Wounaan ya practicaban antes de la Conquista. Algunos cronistas españoles en el siglo XVIII se refirieron a ello como las “tallas de bolas de mármol”.

La materia prima de esta actividad artesanal es la semilla de la palma de marfil, planta que crece principalmente en el Bajo Magdalena, la Costa Pacífica y el Urabá. A finales de la década de 1920 surge la talla de la semilla en Chiquinquirá y se traslada años más tarde a Tinjacá en cabeza de la familia Bonilla, de la cual el artesano César Bonilla nos cuenta los pormenores de su trabajo en el segmento del programa Nuestros pueblos que tenemos a continuación.

 

Parra, Iván (director). (1998). Nuestros pueblos. Tinjacá: Inravisión. Archivo Señal Memoria, BTCX30-009367.

 

Los hábitos como forma particular de obrar de las comunidades y grupos humanos van moldeando con el transcurrir del tiempo el carácter de los pueblos y adquieren su fuerza por la repetición de los mismos, su trasmisión de generación en generación y la aceptación generalizada que encuentra en las localidades donde surgen.

Estos hábitos convertidos así en costumbres y tradiciones, son el legado ancestral y cultural que identifica patrimonialmente las regiones y se traduce en su modo de vida cotidiano. Es por ello que las fiestas, los mitos y leyendas, los bailes, las comidas, las creencias, la medicina, los trajes, los escritos, la música, y el vestido, entre otras muchas manifestaciones populares, reflejan la esencia regional que compone un país como Colombia.

La región cundiboyacense tiene en la zona geográfica del altiplano su territorio más representativo. La meseta está por encima de los 2500 msnm y la conforman la Sabana de Bogotá y las altiplanicies de Ubaté – Chiquinquirá y Sogamoso principalmente. Sus condiciones climáticas, ecológicas y topográficas, han brindado un ambiente ideal para el establecimiento de grupos humanos desde tiempos prehispánicos. De igual manera los conquistadores europeos en el siglo XVI encontraron en la sabana cundiboyacense un lugar que ofrecía condiciones similares a las geografías estacionales del Viejo Continente.

Asimismo, el altiplano ubicado en la cordillera oriental constituye el límite de dos importantes cuencas hidrográficas, la de los ríos Magdalena y Orinoco. Ello significa que la región cundiboyacense comprende también zonas de menor altitud a las sabaneras con climas templados y cálidos que conforman regiones con diversas historias, tradiciones y costumbres.

 

Parra, Iván (director). (1998). Nuestros pueblos. Boyacá: Inravisión. Archivo Señal Memoria, BTCX30-013006.

 


Autor: Luis Alfonso Rodríguez Norato

 

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Fecha de publicación original Dom, 14/07/2019 - 08:22