Nikolái Vasílievich Gógol, novelista ruso | Señal Memoria

Nikolái Vasílievich Gógol

Ficha Técnica

Fecha de producción
Autor
Muñoz, Guillermo (Director)
Soporte
Cinta de carrete abierto
Duración
00 : 01 : 47
Publicado el Lun, 21/02/2022 - 10:09
Gogol, de Ucrania con humor

Hace 170 años murió en Moscú el primer gran novelista ruso del siglo XIX: Nikolái Vasílievich Gógol. Para conmemorar esta fecha, recordamos su obra a partir de un radioteatro en el que intervinieron algunas de las grandes figuras del teatro, la radio  y la televisión, como Ronald Ayazo y Flor Vargas.

Archivo Señal Memoria conserva una grabación de la comedia Los Jugadores de Gógol, en adaptación para radioteatro de Guillermo Muñoz. La obra se registró en los años 60. No hay una fecha precisa de su creación. Lo que sí es cierto, o que se infiere a partir de la audición, es que se grabó en cinta de carrete abierto, un avance tecnológico que llegó a la emisora en esa década.

Ucraniano o ruso

Por esos avatares de la historia, Gógol es uno de los grandes representantes de las letras rusas, pero nació en Velyki Sorochyntsi, al este de la actual capital ucraniana de Kiev. Sin embargo, escribía sus obras en ruso por ser la lengua dominante. En su época, esta región se encontraba bajo el dominio del imperio ruso. Sólo fue un país independiente a partir del 24 de agosto de 1991. 

Para el bicentenario de su nacimiento, en 2009, y en plena búsqueda de una identidad propia al margen de la rusa, Ucrania trató de apoderarse de la figura de este autor y agregarla a su galería de íconos nacionales. Por su parte, Moscú se esforzó en mantener el monopolio de la figura del escritor. 

Moscú fundó un museo dedicado a Gógol donde se organizaban exposiciones en homenaje suyo. Mientras, Kiev lanzaba traducciones en ucraniano de su obra. Este hecho generó el descontento de los políticos del vecino país, quienes veían un intento consciente de deformar la obra de Gógol. Es un tema que sigue generando ríos y ríos de tinta.

La obra de Gógol

Es un autor que sin lugar a dudas está enraizado en la tradición romántica, en la que combina el más crudo y descarnado realismo. Con él también maduró el teatro de crítica social en Rusia. Veladas en un caserío de Dikanka y Taras Bulba son obras fundamentales para percibir esos rasgos de su natal Ucrania. 

De la misma manera, en su obra también se percibe un gran sentido del humor mezclado precisamente con ese realismo tan característico. Atacó en textos como La nariz o El capote la inutilidad y la codicia de la burocracia zarista, no sin inconvenientes propios de la censura. Sin embargo, por medio de sus relatos fantásticos podía burlar fácilmente al censor.

Los jugadores 

Es una obra que se centra en un grupo de tahúres que tratan de conseguir el dinero de un honrado comerciante que se aloja en su mismo hotel, llamado Glov. Como éste parece poco dado al juego, convencen a su hijo, que está a cargo de las finanzas, para que entre en una partida. 

Así mismo, procuran emborracharlo para que el engaño sea más fácil. Pero una serie de artimañas complican los planes de los jugadores. Aquí brilla el ingenio de Gogol, que convierte la obra en una especie de comedia del más fino humor. No en balde nos hallamos ante uno de los fundadores del moderno teatro ruso.

 


Autor: Javier Hernández

 

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Fecha de publicación original Lun, 21/02/2022 - 10:09