La fundación del departamento de Caldas | Señal Memoria

Con el fin de debilitar los poderes regionales consolidados durante el siglo XIX, los cuales habían causado varias guerras civiles, el presidente Rafael Reyes propuso la creación del departamento de Los Andes, con Manizales como capital, una ciudad situada en la frontera entre Antioquia y Cauca.  A esta propuesta se opuso la diputación caucana en la Asamblea Nacional Constituyente, pues la percibieron como un debilitamiento de su extenso territorio al que, además, se le extraería la parte del sur para crear el departamento de Nariño. Se trató de una lucha regional que en el siglo pasado se conoció como el Décimo Estado.

Finalmente, los caucanos aceptaron y condicionaron el nombre de la nueva entidad como reconocimiento al sabio Francisco José de Caldas, en oposición a los antioqueños, quienes proponían el nombre de José María Córdova.

Zanjadas las diferencias, la Ley 17 del 11 de abril de 1905 ordenó: “Crease el Departamento de Caldas, entre los departamentos de Antioquia y Cauca, cuyo territorio estará delimitado así: El río Arma desde su nacimiento hasta el río Cauca; éste aguas arriba hasta la quebrada de Arquía, que es el límite de la provincia de Marmato, por los límites legales que hoy tienen, como también la Provincia del Sur del Departamento de Antioquia. Parágrafo. La capital de este departamento será la ciudad de Manizales”.

Este, en el siglo XX, fue conocido como “departamento modelo de Colombia” y fue posteriormente dividido para dar nacimiento a Quindío y Risaralda, integrando lo que se conoce como la región cafetera de Colombia.

A pesar de la división, durante el siglo XX se mantuvo entre Risaralda, Quindío y Caldas la idea de pertenencia al “Viejo Caldas”, como medida para fomentar la cooperación entre los departamentos y sus eventos, como el Salón de Artistas del Viejo Caldas. En 1981, la emisora HJCK transmitió a los oyentes una invitación a participar en la sexta versión de dicha iniciativa artística.