Baloncesto, juventud y comunidad | Señal Memoria

Baloncesto, juventud y comunidad

Ficha Técnica

Tema
Día mundial del Baloncesto
Fecha de producción
Autor
Harold Trompetero Saray
Tipo de pieza
Video
Soporte
Casete de video
Año de producción
1996
Publicado el Lun, 22/12/2025 - 10:13 CULTURA Y SOCIEDAD
Baloncesto, juventud y comunidad

Cartas a Harrison (1996–1997) fue una serie juvenil filmada en Bogotá durante los años noventa. Ambientada en el barrio Armenia, la historia se construye a partir de las cartas que un grupo de jóvenes envía a un amigo que ha migrado a Estados Unidos. A través de esa correspondencia, la serie registra amistades que se reacomodan, disputas por el uso del espacio barrial y escenas propias de una ciudad que atravesaba transformaciones urbanas aceleradas. En uno de los episodios, los barrios Ordoñez y Carmona deciden resolver una antigua rivalidad mediante un partido de baloncesto, una escena que permite observar la cancha como un espacio donde circulan tensiones, alianzas y formas de relación que sostienen la vida comunitaria.

El 21 de diciembre se conmemora el Día Mundial del Baloncesto, una fecha establecida por la Organización de las Naciones Unidas para recordar el primer partido jugado en 1891 en un gimnasio del YMCA en Springfield, Estados Unidos. Desde ese origen, el baloncesto se expandió y adquirió sentidos diversos según el contexto. En Estados Unidos, las canchas públicas de barrio se articularon con procesos migratorios y expresiones culturales como el hip-hop; en el Cono Sur, los clubes barriales lo integraron a sus prácticas asociativas; y en distintos territorios de América Latina, los jóvenes lo usaron para afirmar su presencia en el barrio y organizar su vida cotidiana. En cada caso, el juego adoptó la forma del lugar que lo recibió.

Estas trayectorias también dejaron huellas concretas. En Colombia, los torneos municipales de mediados del siglo XX reunieron a generaciones que hicieron de la cancha un punto estable de encuentro; en Puerto Rico, la liga superior consolidó un repertorio deportivo y cultural que circula hasta hoy; y en Nueva York, Rucker Park —la emblemática cancha de Harlem fundada en 1956 por Holcombe Rucker— se consolidó como uno de los escenarios centrales del baloncesto callejero. Sus torneos veraniegos convocaron a jóvenes del vecindario y a jugadores que más tarde ingresarían a la NBA, dejando una tradición que enlaza juego, identidad y comunidad.

A estas experiencias se suman otras menos visibles: canchas escolares en zonas rurales, campeonatos locales que sobreviven con recursos limitados y ligas departamentales que han sostenido el deporte durante décadas. Leídas en conjunto, estas escenas permiten situar la de Cartas a Harrison junto a muchas otras, donde el baloncesto funciona como un lenguaje compartido para ocupar el territorio, negociar la presencia y construir comunidad, especialmente entre jóvenes que encuentran en la cancha un espacio para estar juntos.

Por: Laura Vera Jaramillo

Fecha de publicación original Lun, 22/12/2025 - 10:13