La década de 1980 puede ser entendida como una etapa de inflexión sobre el final del siglo XX en los territorios del país. Una vez finalizado el Frente Nacional (1958-1974) las problemáticas agrarias y políticas estaban presentes, como también, diversificadas con la irrupción de nuevos actores armados, los carteles del narcotráfico, la violencia política, los desastres naturales, el desempleo, las acciones por la paz desde actores públicos o privados u organizaciones sociales frente al estado.
Diferentes nombres y propuestas para atender las problemáticas del país fueron formuladas y con ocasión a las elecciones presidenciales de 1986 lo fueron mucho más. Para la contienda electoral de dicho año los candidatos oficiales fueron Álvaro Gómez Hurtado (1919-1995), por el partido conservador; Jaime Parlo Leal (1941-1987), por la Unión Patriótica; y Virgilio Barco (1921-1997), por el partido liberal. Este último, fue el ganador y su nominación oficial por el partido fue a mediados de 1985; no obstante, él tuvo previamente otros oponentes, contradictores y críticos a su candidatura oficial entre los que se destacan Álvaro Uribe Rueda (1923-2007) y Luis Carlos Galán Sarmiento (1943-1989).
Ambos precandidatos compartieron o marcaron diferencias sobre el proyecto político del liberalismo en ese entonces. Esto último es central para entender no solo sus propuestas, sino también, qué tipo de gobierno concibieron desde temprano en un año marcado por la violencia y fragilidad de las instituciones ante las demandas reales de la sociedad civil. Por ejemplo: persistía la dualidad política entre partidos políticos, divisiones internas, la personalización y liderazgos políticos de larga duración e influencia electoral, el centralismo político, y el clientelismo y corrupción del estado producto del narcotráfico y coacción en la vida pública o privada por grupos armados ilegales en diferentes órdenes.
En el caso del partido liberal contaba con fracciones internas que eran reflejadas a nivel económico, político y periodístico. En otras palabras, los liderazgos cruzados o complementarios entre Alfonso López Michelsen (1913-2007), Julio Cesar Turbay Ayala (1916-2005) y Carlos Lleras Restrepo (1908-1994), que se vieron reflejadas en las contiendas y movilización de electores, como también, en continuar sus ideales o posturas políticas en las siguientes generaciones y electores.
En el caso de Uribe Rueda fue uno de los fundadores del Movimiento Revolucionario Liberal (MRL) que tuvo vigencia entre los años de 1959 y 1967. Desde su origen marcó una oposición directa al Frente Nacional y sus ideas políticas fueron plasmadas en el semanario “La Calle”, el cual fue un medio para cuestionar el pacto político de alternancia política y logró llegar a sectores sociales que no se veían reflejados en ellos, de ahí que, su participación electoral tuvo acogida en los primeros años de 1960. En este escenario, la oposición buscó los mecanismos institucionales para hacerlo conforme a los debates políticos e ideológicos a nivel nacional e internacional, que se vieron reflejados en los directorios departamentales con nuevas consignas alrededor de la tierra, el trabajo, el acceso al crédito, la opinión pública, entre otros.
Rescatar los postulados de la “Revolución en marcha" fue parte del accionar del MRL. Entre su agenda se encontraba la reforma agraria, las huelgas, la libertad sindical, las mejoras salariales, reforma tributaria o educación con mayor cobertura, que irrumpieron en el consenso bipartidista de 1958 con acciones de abstencionismo electoral o no colaboración con el gobierno de turno, pero generaron facciones internas posteriormente: la línea “blanda” y la “dura”, López Michelsen y Uribe Rueda, respectivamente. El primero ingresó al gobierno de Lleras Restrepo (1966-1970) y alentó el final del MRL en 1967, mientras, el segundo ocuparía un largo tiempo como congresista, embajador y en los debates del sector público como posible candidato presidencial, que lo llevaron a su posterior retiro voluntario para dedicarse a la historia y su vida privada.
Entre tanto, Galán fue protagonista en la década de 1980, dado que fue parte de la conformación del “Nuevo Liberalismo". Sus orígenes son en 1979, pero su relación con el partido liberal fue compleja, opuesta o complementaria, según las coyunturas políticas. De este modo, dicho partido político irrumpió en las contiendas electorales con auge y declive. Su propuesta política, pragmática e ideológica fue objeto de crítica desde temprano una vez pierde la presidencia López Michelsen en 1982 ante Belisario Betancur (1923-2018), ya que la sumatoria de votos entre él y Galán hubiesen superado los votos necesarios del candidato conservador y fueron, también, minimizadas las nueve curules en el senado, once en la cámara y veintinueve en las asambleas departamentales logradas por el nuevo partido político.
El narcotráfico tomó fuerza en las agendas políticas de las décadas de 1980 y 1990. El “Nuevo Liberalismo” fue uno de los referentes que denunciaron su influencia en las ramas del poder, donde se destacó Rodrigo Lara Bonilla (1946-1984), quien fue ministro de justicia en el gobierno de Betancur (1982-1986). Sin embargo, la operación militar autorizada y llevada a cabo en marzo de 1984 en los departamentos de Caquetá y Meta evidenció para ese entonces que uno de los mayores laboratorios de producción de cocaína en el país, “Tranquilandia”, generaría nuevos escenarios de violencia, donde el ministro fue asesinado el siguiente mes del mismo año, siendo así parte de la violencia política que viviría las diferentes esferas del poder y civil en los siguientes años.
Con los nuevos resultados electorales y la elección de Congreso de la Republica para 1986, los partidos políticos desarrollaron nuevas alianzas, donde el liberalismo buscó mantener y ampliar su mayoría electoral en el espectro político. Virgilio Barco ganó el pulso interno en el liberalismo una vez en marzo del mismo año logró reunirse y consensuar con los jefes liberales: López, Turbay y Lleras. Ante dicho escenario, los precandidatos dieron pasos diferentes ante la postulación oficial de Barco, quien ejecutó un gobierno de preferencia liberal, que repercutió en la década de 1990 alrededor del narcotráfico, los grupos armados, el exterminio de la Unión Patriótica, entre otros.
A partir de lo expuesto, en 1985 los candidatos presidenciales Uribe Rueda y Galán Sarmiento fueron interrogados por Fernando González Pacheco (1932-2014), quien era parte del equipo periodístico de “Noticiero de las siete N7”. Bajo un formato tanto ameno como formal el periodista les preguntó en pocas palabras sus propuestas al país. Sus respuestas son una evidencia de las formas tan disimiles de entender el establecimiento en Colombia, ya que problemáticas como el empleo, trabajo, la reforma agraria o la revitalización de las instituciones estaban presentes y entendidas de manera complementaria o contradictoria.
Citación al pie del video (1-Uribe): Gonzáles, Fernando (Realizador). (1985). Noticiero de las siete N7 : 1983-2001. [Precandidatos del Partido Liberal a las elecciones de 1986] Fernando González Pacheco. Bogotá: Programar televisión. Archivo Señal Memoria, UMT-217603.
La década de 1980 puede ser entendida como una etapa de inflexión sobre el final del siglo XX en los territorios del país. Una vez finalizado el Frente Nacional (1958-1974) las problemáticas agrarias y políticas estaban presentes, como también, diversificadas con la irrupción de nuevos actores armados, los carteles del narcotráfico, la violencia política, los desastres naturales, el desempleo, las acciones por la paz desde actores públicos o privados u organizaciones sociales frente al estado.
Diferentes nombres y propuestas para atender las problemáticas del país fueron formuladas y con ocasión a las elecciones presidenciales de 1986 lo fueron mucho más. Para la contienda electoral de dicho año los candidatos oficiales fueron Álvaro Gómez Hurtado (1919-1995), por el partido conservador; Jaime Parlo Leal (1941-1987), por la Unión Patriótica; y Virgilio Barco (1921-1997), por el partido liberal. Este último, fue el ganador y su nominación oficial por el partido fue a mediados de 1985; no obstante, él tuvo previamente otros oponentes, contradictores y críticos a su candidatura oficial entre los que se destacan Álvaro Uribe Rueda (1923-2007) y Luis Carlos Galán Sarmiento (1943-1989).
Ambos precandidatos compartieron o marcaron diferencias sobre el proyecto político del liberalismo en ese entonces. Esto último es central para entender no solo sus propuestas, sino también, qué tipo de gobierno concibieron desde temprano en un año marcado por la violencia y fragilidad de las instituciones ante las demandas reales de la sociedad civil. Por ejemplo: persistía la dualidad política entre partidos políticos, divisiones internas, la personalización y liderazgos políticos de larga duración e influencia electoral, el centralismo político, y el clientelismo y corrupción del estado producto del narcotráfico y coacción en la vida pública o privada por grupos armados ilegales en diferentes órdenes.
En el caso del partido liberal contaba con fracciones internas que eran reflejadas a nivel económico, político y periodístico. En otras palabras, los liderazgos cruzados o complementarios entre Alfonso López Michelsen (1913-2007), Julio Cesar Turbay Ayala (1916-2005) y Carlos Lleras Restrepo (1908-1994), que se vieron reflejadas en las contiendas y movilización de electores, como también, en continuar sus ideales o posturas políticas en las siguientes generaciones y electores.
En el caso de Uribe Rueda fue uno de los fundadores del Movimiento Revolucionario Liberal (MRL) que tuvo vigencia entre los años de 1959 y 1967. Desde su origen marcó una oposición directa al Frente Nacional y sus ideas políticas fueron plasmadas en el semanario “La Calle”, el cual fue un medio para cuestionar el pacto político de alternancia política y logró llegar a sectores sociales que no se veían reflejados en ellos, de ahí que, su participación electoral tuvo acogida en los primeros años de 1960. En este escenario, la oposición buscó los mecanismos institucionales para hacerlo conforme a los debates políticos e ideológicos a nivel nacional e internacional, que se vieron reflejados en los directorios departamentales con nuevas consignas alrededor de la tierra, el trabajo, el acceso al crédito, la opinión pública, entre otros.
Rescatar los postulados de la “Revolución en marcha" fue parte del accionar del MRL. Entre su agenda se encontraba la reforma agraria, las huelgas, la libertad sindical, las mejoras salariales, reforma tributaria o educación con mayor cobertura, que irrumpieron en el consenso bipartidista de 1958 con acciones de abstencionismo electoral o no colaboración con el gobierno de turno, pero generaron facciones internas posteriormente: la línea “blanda” y la “dura”, López Michelsen y Uribe Rueda, respectivamente. El primero ingresó al gobierno de Lleras Restrepo (1966-1970) y alentó el final del MRL en 1967, mientras, el segundo ocuparía un largo tiempo como congresista, embajador y en los debates del sector público como posible candidato presidencial, que lo llevaron a su posterior retiro voluntario para dedicarse a la historia y su vida privada.
Entre tanto, Galán fue protagonista en la década de 1980, dado que fue parte de la conformación del “Nuevo Liberalismo". Sus orígenes son en 1979, pero su relación con el partido liberal fue compleja, opuesta o complementaria, según las coyunturas políticas. De este modo, dicho partido político irrumpió en las contiendas electorales con auge y declive. Su propuesta política, pragmática e ideológica fue objeto de crítica desde temprano una vez pierde la presidencia López Michelsen en 1982 ante Belisario Betancur (1923-2018), ya que la sumatoria de votos entre él y Galán hubiesen superado los votos necesarios del candidato conservador y fueron, también, minimizadas las nueve curules en el senado, once en la cámara y veintinueve en las asambleas departamentales logradas por el nuevo partido político.
El narcotráfico tomó fuerza en las agendas políticas de las décadas de 1980 y 1990. El “Nuevo Liberalismo” fue uno de los referentes que denunciaron su influencia en las ramas del poder, donde se destacó Rodrigo Lara Bonilla (1946-1984), quien fue ministro de justicia en el gobierno de Betancur (1982-1986). Sin embargo, la operación militar autorizada y llevada a cabo en marzo de 1984 en los departamentos de Caquetá y Meta evidenció para ese entonces que uno de los mayores laboratorios de producción de cocaína en el país, “Tranquilandia”, generaría nuevos escenarios de violencia, donde el ministro fue asesinado el siguiente mes del mismo año, siendo así parte de la violencia política que viviría las diferentes esferas del poder y civil en los siguientes años.
Con los nuevos resultados electorales y la elección de Congreso de la Republica para 1986, los partidos políticos desarrollaron nuevas alianzas, donde el liberalismo buscó mantener y ampliar su mayoría electoral en el espectro político. Virgilio Barco ganó el pulso interno en el liberalismo una vez en marzo del mismo año logró reunirse y consensuar con los jefes liberales: López, Turbay y Lleras. Ante dicho escenario, los precandidatos dieron pasos diferentes ante la postulación oficial de Barco, quien ejecutó un gobierno de preferencia liberal, que repercutió en la década de 1990 alrededor del narcotráfico, los grupos armados, el exterminio de la Unión Patriótica, entre otros.
A partir de lo expuesto, en 1985 los candidatos presidenciales Uribe Rueda y Galán Sarmiento fueron interrogados por Fernando González Pacheco (1932-2014), quien era parte del equipo periodístico de “Noticiero de las siete N7”. Bajo un formato tanto ameno como formal el periodista les preguntó en pocas palabras sus propuestas al país. Sus respuestas son una evidencia de las formas tan disimiles de entender el establecimiento en Colombia, ya que problemáticas como el empleo, trabajo, la reforma agraria o la revitalización de las instituciones estaban presentes y entendidas de manera complementaria o contradictoria.
Gonzáles, Fernando (Realizador). (1985). Noticiero de las siete N7 : 1983-2001. [Precandidatos del Partido Liberal a las elecciones de 1986] Fernando González Pacheco. Bogotá: Programar televisión. Archivo Señal Memoria, UMT-217603.
Gonzáles, Fernando (Realizador). (1985). Noticiero de las siete N7 : 1983-2001. [Precandidatos del Partido Liberal a las elecciones de 1986] Fernando González Pacheco. Bogotá: Programar televisión. Archivo Señal Memoria, UMT-217603.
Como colofón, la década de 1980 es una marca temporal sobre los debates y confrontaciones en las esferas políticas frente a la realidad local. En este caso, las variaciones, fracciones internas e incidencia del liberalismo es un medio para situar la pervivencia del Frente Nacional, los liderazgos políticos producto de la influencia y captación electoral, los efectos y causas de la violencia armada y la posterior búsqueda de una nueva constitución en 1991 ante los cambios internos y externos del país, que pueden situarse en 1985 sobre el estado nacional.
