Olav Roots y “la cultura musical” en Colombia | Señal Memoria

Olav Roots
Publicado el Mar, 30/09/2014 - 14:51
Olav Roots y “la cultura musical” en Colombia


Por: José Perilla


En su texto “La cultura musical en Colombia”, el investigador colombiano Andrés Pardo Tovar (1911-72) se refiere al medio musical del país como resultado de una “insularidad musical” [1]. Pardo Tovar reflexiona allí sobre lo acontecido aproximadamente en el cuarto de siglo precedente al momento de dicha publicación en 1966, y menciona algunas características generales:


Conquistar fáciles aplausos entre un círculo de amigos y de admiradores incondicionales, seguir la línea de menor resistencia, satisfacerse con el éxito meramente local, cerrar los ojos ante la realidad artística de países más avanzados, adormecerse en la blanda rutina, creer que la creación artística es asunto de pura y simple “inspiración”, indignarse cuando alguien critica constructivamente la propia labor, parangonar la obra raquítica producida en función  del ambiente local con las que son fruto maduro de un ambiente más evolucionado: he aquí otros tantos síntomas del engreimiento natural en medios que han vivido aislados…[2]

Si bien el autor parte de una postura crítica frente al estamento musical, al tiempo reconoce “los esfuerzos que de cuatro o cinco lustros a esta parte se vienen realizando en nuestro país”. Ese intervalo de tiempo coincide con la consolidación de instituciones que permitieron un mayor avance de la música sinfónica en Colombia, como lo fue la propia Orquesta Sinfónica de Colombia. Al mismo tiempo el Conservatorio de Música en Bogotá enriqueció su planta profesoral y la Radiodifusora Nacional de Colombia consolidó su programación musical. Indisociablemente ligada a estos procesos, se presenta la figura de Olav Roots (1910-1974).



Olav Roots y la Orquesta Sinfónica de Colombia

 

Programa X Aniversario Orquesta Sinfónica de Colombia, Teatro Colón, 1962 – Archivo Centro de Documentación Musical

 

Una vez establecido el Conservatorio Nacional de Música en 1910, allí se dio continuidad a la orquesta de la Academia Nacional de Música. Esta última fue una institución precedente que funcionó entre 1882 y 1909. Guillermo Uribe Holguín (1880-1971), como primer director del Conservatorio, estuvo también al frente de su orquesta. A partir de 1920, tras una restructuración, esta pasó a ser denominada Sociedad de Conciertos del Conservatorio [3].

Su funcionamiento como tal, se dio hasta 1936. Fue entonces cuando vinieron múltiples reformas al estamento musical colombiano como producto de la creación, en 1935, de la Dirección de Bellas Artes, por parte del Gobierno Nacional. En ese marco se presentó también la integración del Conservatorio a la Universidad Nacional de Colombia [4] y la Orquesta pasó a ser una institución aparte, denominada Orquesta Sinfónica Nacional. Pardo Tovar se refiere entonces con admiración a esa nueva época, por contraste con las características antes citadas. El autor destaca las actuaciones de la Orquesta en otras ciudades colombianas, la participación de directores invitados, solistas colombianos y extranjeros[5].

Probablemente fue a finales de la década de 1940 cuando el violinista estonio Hubert Aumere se integró a la Orquesta Sinfónica Nacional [6]. Por sugerencia suya [7], Olav Roots fue tenido en cuenta dentro de la selección y convocatoria de músicos extranjeros encargada en 1952 por el gobierno nacional para la mejora académica del Conservatorio. El director de la institución, Santiago Velasco Llanos (1915-96), encargó la labor a José Rozo Contreras (1894-1976) y a Guillermo Uribe Holguín [8].

Olav Roots llegó a Colombia el 8 de noviembre de 1952 [9]. Dos semanas después, por Decreto 2916, fue creada la Orquesta Sinfónica de Colombia de la que fue nombrado director. La orquesta se presentó al público por primera vez el 20 de julio de 1953 con un concierto realizado “en honor del Excelentísimo señor Teniente General Gustavo Rojas Pinilla, Presidente de la Republica” [10].

En el texto citado anteriormente, “La era Roots” -que Hernando Caro Mendoza escribió por la muerte del director-, se afirma: “La enumeración de las obras y autores de los períodos clásico y romántico, ejecutadas por la Sinfónica con la dirección del maestro, sería literalmente interminable. Pero, tal vez, el aspecto más interesante de la ‘Era de Roots’ fue el de la increíble cantidad de composiciones, de autores modernos y contemporáneos que nos fue dado escuchar, casi siempre en audiciones de estreno entre nosotros” [11].

Exaltar y darle difusión al canon del pasado y forjar espacio para la novedad, esas fueron las dos líneas principales de acción que tuvo la Orquesta Sinfónica de Colombia bajo la dirección de Roots. En este cargo él permaneció hasta 1973, poco antes de morir. Por otro lado, aquellos fueron años en los que la música académica colombiana superó la barrera de la estética nacionalista, característica de las primeras décadas del siglo XX. Se dio paso entonces a la asimilación del proceder post-romántico y la apertura de brechas experimentales de vanguardia.

Olav Roots fue figura de primer orden en la difusión y conocimiento de nuevos repertorios y aquellos canónicos que no habían sido escuchados en los conciertos colombianos. La Novena sinfonía de Beethoven, el Concierto de Aranjuez, de Rodrigo, o Carmina Burana, de Carl Orff, son ejemplos elocuentes. Además, la Orquesta Sinfónica de Colombia se convirtió en plataforma para la obra de los que por entonces fueron los nuevos compositores más influyentes de Colombia: Fabio González Zuleta, Luis Antonio Escobar, Roberto Pineda, Blas Emilio Atehortúa, Jesús Pinzón, son nombres de fuertes vínculos con aquellas condiciones.

Con el ánimo de poner en conocimiento público la labor de Olav Roots, la Fonoteca de Señal Memoria ha publicado el trabajo discográfico Homenaje a Olav Roots. Allí se recogen obras representativas del acontecer sinfónico colombiano en el periodo aquí referido, además de ejemplos del desempeño de Olav Roots como pianista. Debido a que la antigua Radiodifusora Nacional de Colombia dio difusión a las grabaciones realizadas por la Orquesta Sinfónica de Colombia y a que Olav Roots participó en espacios de la emisora dedicados a las grabaciones realizadas en sus estudios, todas las grabaciones incluidas en el disco reposan en el archivo de la Fonoteca de Señal Memoria.

[1] Andrés Pardo Tovar, “La cultura musical en Colombia”, Historia extensa de Colombia, Vol. XX, Tomo 6. Bogotá, Ediciones Lerner, 1966, p, 347.
[2] Pardo Tovar, “La cultura…”, p. 347.
[3] Este proceso ha sido estudiado por la musicóloga Ellie Anne Duque y tratado en varias de sus publicaciones. Una síntesis del proceso histórico en relación a la música sinfónica colombiana, que toca el desarrollo de las instituciones asociadas, puede encontrarse en las notas que la investigadora escribió para el trabajo discográfico Música Sinfónica de Colombia Vol.1, publicado en 2011 por Radio Nacional de Colombia y la Asociación Nacional de Música Sinfónica.
[4] Pardo Tovar, “La cultura…”, p.234.
[5] Pardo Tovar, “La cultura…”, p.336
[6] Stonian Citizens in the German Armed Forces, http://www.okupatsioon.ee/en/occupation-period-overview/26-vastupanu (Consulta, diciembre de 2013): “In August of 1947, a song festival for Estonians in Germany took place in Augsburg, with over 5,000 Estonians participating. Of Estonian musicians, the most famous was violinist Hubert Aumere, who worked as concertmaster with the Orchestra of the Munich National Theater, but also gave violin concerts in DP camps [Displaced Persons Camps]”.
[7] Hernando Caro Mendoza, “La era Roots”, Olav Roots, trayectoria artística, División de Publicaciones Instituto Colombiano de Cultura, [1975?], s.p.
[8] Pardo Tovar, “La Cultura…”, pp. 235-236
[9] Orquesta Sinfónica de Colombia: XXV Aniversario, 1953-1978, Instituto Colombiano de Cultura, 1978, s.p.
[10] Orquesta Sinfónica de Colombia, temporada oficial 1953. Empastado Biblioteca Nacional de Colombia – Centro de documentación musical.
[11] Caro Mendoza, “La era Roots”, s.p.

 
Fecha de publicación original Mar, 30/09/2014 - 14:51