Publicado el Mié, 14/11/2012 - 02:07
Artes y oficios
Música, muerte y tragedia
El trágico deceso de su hija y una propia afección incurable del corazón, conforman el escenario en el cual Gustav Mahler escribe su novena sinfonía titulada “La canción de la Tierra” (1907-1909). La obra es a la vez un monumento a la desolación y cierta luz de consuelo frente el destino fatal. Del año 1952, esta es la tercera de las cuatro grabaciones realizadas bajo la dirección de Bruno Walter. Participan Julius Patzak, tenor, y Kathleen Ferrier, contralto de culto devocional allende las fronteras de su Inglaterra natal. Al momento de grabar, Ferrier también es consciente de su destino, víctima de un cáncer sin remedio. Se dice que el firme carácter de Walter, no pudo contener la emoción de sus lágrimas ante la descollante entrega de Ferrier en el movimiento final de la obra, “La despedida”.
Fecha de publicación original Mié, 14/11/2012 - 02:07