Luis Vidales: el pueblo entre chiste y chanza | Señal Memoria

Luis Vidales
Publicado el Mié, 27/08/2014 - 03:07
Luis Vidales: el pueblo entre chiste y chanza

“Canción de la pobrería” leída por Luis Vidales

 

 Fragmento de “Música de cámara para la aldea perdida” leída por Luis Vidales

 

La década de 1920 es un momento de grandes cambios en Colombia: la finalización de la Primera Guerra Mundial trae consigo un afán de industrialización a nivel global, que se ve plasmado en el crecimiento del sector urbano. En Colombia, país principalmente rural, aumenta la actividad manufacturera y el comercio del café, y con ello nuevos grupos obreros que buscan organizarse para mejorar sus condiciones laborales, por lo que se crean sindicatos bajo la influencia del socialismo.

La literatura colombiana es reflejo de cómo las grandes ciudades, con los agitados ritmos de fábrica ponen en crisis el espíritu del hombre: va perdiendo fuerza el grupo de los centenaristas (cómo Eduardo Castillo y  Miguel Rash), cargados de sentimientos nacionalistas y paisajes costumbristas, para dar paso al llamado grupo de Los Nuevos, como León de Greiff, Luis Tejada y Rafael Maya, que traen consigo el modernismo y las nuevas vanguardias europeas como el simbolismo.

Dentro de Los Nuevos resalta la figura de Luis Vidales (Calarcá, 1900-1990), quien en sus poemas no trata temas cultos, exquisitos o refinados, sino que habla de la cotidianidad. En 1926 publica Suenan Timbres, que escandalizó a la sociedad bogotana de la época. En este libro, usando un tono sarcástico plasma el cambio de piel de Bogotá: la llegada de una nueva burguesía industrial, los primeros carros y la vida obrera que nacía en la capital: 

 

Pasaban los hombres manejando sus coches, sus trenes, sus tranvías, sus automóviles.
¿Qué era lo que hacían?
Jugaban.
Iban en sus juguetes grandes.
Seguían siendo niños.
Y volaba y volaba la gran juguetería de ruedas.
¡Ah! ¡La ciudad infantil!
[1]

 

Vidales, como militante marxista también tiene un compromiso político definido: en los años de 1930 se hace miembro del Partido Comunista Colombiano (PCC), y dirige Vox Populi (1931) de Bucaramanga (el primer periódico comunista en el país); posteriormente se adhiere al liberalismo de Gaitán. En su obra poética se pueden ver personas en sus luchas del día a día; en su obra de 1979, La obreriada, sus personajes son hombres y mujeres de carne y hueso, y con el sudor de la frente:

 

Mujer obrera, la que aplancha,
la que remienda, la que cose; tres mujeres
y una sola. Remienda, cose, aplancha y canta,
canta la canción:

Mañana nueva del planeta;
la insurrección ya incendia el cielo;
hay una nueva estación...
  Cinco son las estaciones de la tierra:
Verano, invierno, otoño, primavera, revolución
[2]

 

En la Fonoteca se encuentra un programa De Viva Voz dedicado a este escritor. Está catalogado con el consecutivo CD16479.


Fecha de Grabación del programa: Noviembre de 1974.
Lugar de Grabación: Radiodifusora Nacional de Colombia [?]
Referencias: Bogotá, Colombia, Calarcá, Quindío, Partido Comunista Colombiano, 1926.

 

Libro Vidales

Fotografía al libro La Gran Enciclopedia de Colombia - Tomo II de literatura, pag 56

 


[1] Vidales, Luis. La ciudad infantil. En Suenan Timbres, Sección “Estampillas”. Recuperado de http://luisvidales.blogspot.se/search/label/Poemas, el 22 de Agosto de 2014.

[2] Vidales, Luis. Fragmento de “La costurera”. En La Obreriada. Recuperado de http://luisvidales.blogspot.se/search/label/Poemas, el 22 de Agosto de 2014.


Autora: Luisa Mancera
Fecha de publicación original Mié, 27/08/2014 - 03:07