La medicina en la Colonia, entre la guerra y la enfermedad | Señal Memoria

Casa Museo Quinta de Bolívar
Publicado el Lun, 05/03/2012 - 05:48
La medicina en la Colonia, entre la guerra y la enfermedad

¿Qué tanto ha evolucionado la medicina en Colombia desde la Colonia y desde las épocas de la Independencia? Sin duda muchísimo pues Colombia ha sabido adaptar los grandes cambios tecnológicos que el mundo ha desarrollado  para mejorar la calidad de vida de las personas. Sin embargo ese no es el único cristal por el cual se puede mirar el avance de la salud en nuestro país. Es importante examinar aspectos como la cobertura, la infraestructura hospitalaria y el acceso a medicamentos.

La medicina llamada “científica” llegó a la Nueva Granada de la mano de la Expedición Botánica y de su gestor, José Celestino Mutis, quien en alianza con el virrey Caballero y Góngora diseñó estrategias para enfrentar las epidemias de viruela que se presentaron en 1782 y en 1802. Estas epidemias, en medio de la tragedia, estimularon el surgimiento de hospitales (como el de Santa Librada, en la Iglesia de Las Aguas en Bogotá, y posteriormente el de San Juan de Dios) y la expedición de Salvany, un científico que atravesó  el Atlántico desde Europa para traer a distintos puntos del continente americano el método que vencería esta terrible enfermedad: la vacuna.

A partir de ese momento, la salud sería una preocupación del Estado. No obstante, dadas las condiciones sociales que se vivían – y aun se viven- en nuestro territorio, subsisten las llamadas medicinas tradicionales, es decir aquellas que no encajan en la llamada medicina científica, y se valen de saberes populares y del conocimiento que existe sobre los poderes de curación de los elementos de la naturaleza.

 

Salud en la Nueva Granada

 

José Celestino Mutis, fundó en el Colegio del Rosario la primera cátedra de medicina, impregnada fundamentalmente  de los conocimientos desarrollados por la medicina francesa de ese entonces.

Pero a ese adelanto se suma el desarrollo de la cirugía, cuyo espacio de práctica y aprendizaje fueron fundamentalmente los campos de batalla. En las guerras de independencia, los cirujanos eran pieza fundamental a la hora del combate pues eran los encargados de atender a los múltiples heridos. Estos cirujanos provenían en muchos casos de sectores populares; algunos de ellos eran barberos. No obstante con la profesionalización de la medicina iniciada por Mutis, poco a poco se fueron incorporando los médicos, como el caso del Dr. Cheyne, médico personal de Simón Bolívar.

El desarrollo de la medicina tuvo un impulso notorio bajo la presidencia del general Francisco de Paula Santander quien procuró implantar academias de aprendizaje en distintos puntos del territorio, como en el Cauca, Santander y Cartagena. Vale señalar que en medio de las guerras de todos el siglo XIX estas escuelas funcionaron de manera intermitente, e incluso sus instalaciones sirvieron de cuarte para los ejércitos de uno u otro bando.

Fecha de publicación original Lun, 05/03/2012 - 05:48