José Asunción Silva y el romanticismo petrolero | Señal Memoria

José Asunción Silva
Publicado el Jue, 24/11/2016 - 20:28
José Asunción Silva y el romanticismo petrolero

Aunque cueste creerlo, sí tienen relación Silva y la explotación petrolera. Vinieron a juntarse en la Radio Nacional durante los años 40. Así es la historia


José Asunción Silva – Nocturno 1 – Bernardo Romero L.

Con uno de los Greatest Hits de José Asunción Silva, el primero de sus tres Nocturnos, recordamos al notable poeta bogotano, nacido el 27 de noviembre de 1865. Este archivo nos sirve de entrada para el banquete sonoro de hoy. En relación con Silva, vamos a ver cómo fue idealizado en la Radio Nacional el medio en que vivió el poeta, “la Bogotá de antaño”. De esa forma nos adentramos un poco en la historia de Silva, pero también en la historia de Bogotá y la historia de la radio. 3 por el precio de 1 hoy en Señal Memoria.


En el Archivo Señal Memoria encontramos el programa Desfile Colombiano, de los años 50, con el que iniciaremos este viaje con un aspecto muy importante: la música. 

 


Música en la Bogotá de los 40 – Desfile Colombiano – c.1950

El Desfile colombiano que encontramos ahora, aunque también tiene música maravillosa, nos sirve no por ello, sino por sus referencias a la Bogotá de José Asunción Silva. “La de nuestros padres”, dicen allí. Claro, el programa es de finales de los años 40, inicios de los 50. Lo sabemos porque Desfile colombiano fue patrocinado por la Tropical Oil Company, empresa que estuvo en Colombia desde 1946 hasta 1951, cuando dio paso a la ESSO.

Tal como sucede con las de hoy en día, estas empresas petroleras tuvieron un “componente social” paralelo a la explotación del oro negro. Con el caso de la Tropical Oil Company y ESSO, se tuvieron concursos literarios, exposiciones artísticas, colecciones discográficas y programas radiales como Desfile colombiano, que se enfocaron en la exaltación de valores y riquezas nacionales en el plano cultural. Esta emisión estuvo entonces dedicada a Bogotá.


La Bogotá de antaño – Desfile Colombiano – c.1950

“Minué” y “abanico de plumas” le dan a uno una imagen. Pero, ¿qué querrá decir “hombres muy hombres” y “mujeres muy mujeres”? El narrador evoca la Bogotá del siglo XIX. Diríase entonces, “Ah, pues hombres y mujeres muy románticos como el siglo XIX”. Y mucho hay de ello, sin duda. Pero sucede que el narrador no es de ese siglo. Está parado a mediados del XX y sus palabras y su romanticismo van también por otro lado. “Escuchad…” esto es lo que sigue en su parlamento:


Bogotanos, bogotanas, sus hijos y Jesucristo – Desfile Colombiano – c.1950

Es entonces: la Bogotá de antaño y de hombres muy hombres que salvan de la quiebra a Jesucristo para los hijos que tienen con mujeres muy mujeres que perfuman la ciudad. Y ellas, ¿cómo son? Casualmente, aparece una (con un rayón que le dejó la historia, pero que resulta tanto más elocuente):


La bogotana sevillana – Desfile Colombiano – c.1950

La bogotana sevillana. Pareciera estar refiriéndose el narrador a una cantante de zarzuela. Y, ciertamente, el género fue muy común en el siglo XIX que describen. Pero lo que nos interesa ahora es esa adoración por la Madre Patria, esa búsqueda e identidad con el ancestro español que floreció en Colombia a finales del siglo XIX, la época de Silva, y creció en el XX, paralela a los años de Franco en España. Qué mejor herramienta que encarnar el ideal en la belleza femenina.

Ese es el marco romántico de José Asunción Silva, visto, claro está, con la óptica nacionalista de una multinacional petrolera de los años 40. Ahora, tampoco estaba muy lejano el “Nocturno” con el que iniciamos: allí, la muchacha en el piano no era sevillana, ¡era castellana! Y él, el poeta, encarnaba a su “paje rubio” (siendo Silva crespito y criollo). Sin embargo, en relación con ese medio romántico del siglo XIX, esa “Bogotá de antaño”, Silva tomó distancia y allí radica su aporte. Eso nos cuenta Hernando Valencia Goelkel.


Hernando Valencia Goelkel – Silva Moderno – Lucidez y suicidio - 1965

Muy lúcido y muy moderno, José Asunción. Pero en su momento, y quizá por ello, esa “Bogotá de antaño” no le vio con buenos ojos. Sus poemas vinieron a ser valorados años después de su muerte. Por eso resulta un poco forzado el enfoque del programa petrolero que lo ubica junto al “perfil romano” de Miguel Antonio Caro. Este fue presidente, gestor de la Regeneración, líder por igual en la Guerra y el Congreso. Silva, lúcido y moderno como genuinamente fue, murió fracasado. Pero allí en el Desfile Colombiano estuvieron juntos con otros ilustres.


Bogotá cuna de ilustres – Desfile Colombiano – c.1950

Hoy recordamos a Silva y algunas de las varias historias que pueden tejerse a su alrededor. Historias que nos muestran las idealizaciones, invenciones y enfoques varios que se le da a la vida, según quién detente el poder y se siente, por ejemplo, en frente del micrófono radial. Concluiremos, en ese sentido, con otra reflexión de Valencia Goelkel. El Silva inventado.


Hernando Valencia Goelkel – Falsedades vs Poesía


Por: José Perilla
Fecha de publicación original Jue, 24/11/2016 - 20:28