
Jorge Artel es considerado uno de los precursores de la poesía negra en el país, junto con la obra de Candelario Obeso, convirtiéndolo en uno de los máximos exponentes de la literatura afrocolombiana de la historia.
Jorge Artel: una breve semblanza biográfica
Registrado bajo el nombre de Agapito de Arco Coneo, Jorge Artel (1909-1994) nació en una casa ubicada en la plaza de La Trinidad de la ciudad de Cartagena, fruto de la unión entre Miguel de Arco de la Torre y Aurora Coneo –negro e indígena, respectivamente–. Sus primeros años de formación académica e intelectual estuvieron fuertemente influenciados por las ideas y enseñanzas de las hermanas de su padre, sus tías Severina y Carmen de Arco.
A comienzos del siglo XX, el panorama de la educación no era el mejor, pues la crisis económica generada por la Guerra de los Mil Días sumió a la escuela pública en un profundo deterioro. En ese contexto, Severina de Arco decidió tomar las riendas de la educación primaria de Artel y, en su propia casa, creó el Instituto de Arco, una escuela elemental mixta con las condiciones sanitarias y de infraestructura necesarias para la correcta educación de su sobrino y de otros niños y niñas del sector.
El otro impulso intelectual para Jorge Artel se dio durante sus estudios en la secundaria, cuando asistió a una institución pública adscrita a la Universidad de Cartagena, en ese entonces bajo la batuta del escritor Luis Patrón Rosano. Con este fragmento del programa Tierra de poetas del Archivo Señal Memoria recordamos algunos aspectos relevantes de la formación académica superior del poeta Jorge Artel.
Greiff, Ilse de. (Directora). (1999). Tierra de poetas. [febrero 26 de 1999. Jorge Artel]. [Magacín]. Colombia: Radio Nacional de Colombia. Archivo Señal Memoria, RDNC-DHQ-016609-01
Jorge Artel: las letras como instrumento político
El destino quiso que Jorge Artel naciera en una casa que, durante el siglo XIX, fue el epicentro de ideas revolucionarias de emancipación política y de luchas sociales. En esa época, su abuelo Agapito de Arco Orozco era conocido por ser un líder que congregaba a personas de diferentes oficios humildes y grupos étnicos –principalmente negros– para discutir acerca de la situación política de la ciudad.
En ese marco, se dice que Orozco formó parte de algunos de los movimientos que alzaron su voz para que Cartagena se independizara definitivamente del gobierno peninsular. Más tarde, estas consignas rebeldes fueron transmitidas a las generaciones siguientes para formar parte de la identidad política y social de la familia De Arco.
Si Severina de Arco y Luis Patrón Rosano fueron clave en esos primeros años de formación académica de Jorge Artel, su tía Carmen de Arco fue crucial en su formación política. Esta mujer fue una de las primeras enfermeras profesionales de Cartagena y del país, además, fundó la primera casa de maternidad en el barrio Getsemaní, donde ejerció como enfermera-partera.
Además de reivindicar una labor con raigambres en la cultura popular negra e indígena, como lo es la partería, Carmen de Arco se caracterizó también por su rebeldía política. Según el periodista Álvaro Suescún Toledo, ella era “muy allegada a los revolucionarios liberales que pugnaban por una estructuración del Estado desde los tiempos de la fracasada guerra de Los Mil Días”.
Esta rebeldía tuvo un fuerte impacto en la posición política de un joven Jorge Artel que se mostraba contrariado por el trato que se les daba a los negros e indefensos en el país. Por eso, el poeta y abogado encontró en el socialismo el elemento propicio que se acoplaba a sus propias convicciones identitarias y sociales.
Para profundizar → Diego Luis Córdoba en voz de poeta Artel
Sus primeros acercamientos a esa vertiente política fueron durante la visita de María Cano a Cartagena en apoyo a los trabajadores de las bananeras. En ese momento, Artel fue designado secretario del primer partido socialista de la ciudad. Años más tarde, el poeta comulgó con el ala más izquierdista del Partido Liberal, cuyo estandarte era la figura de Jorge Eliécer Gaitán. Desde ahí alentó a las masas a la protesta social y a la lucha obrera por diferentes medios radiales y escritos.
Tras los sucesos del 9 de abril de 1948, Jorge Artel fue acusado por sus detractores políticos de provocar asonadas, lo cual le significó unos meses de cárcel y, posteriormente, el exilio. Por tal razón, estuvo un par de décadas deambulando por países de Centro y Norteamérica, donde debatió ideas con diferentes intelectuales y estrechó lazos con personalidades como los poetas Nicolás Guillén y María Ligia Alcázar; con esta última se casó y formó una familia.
Jorge Artel, declamación de poemas en la Casa de Nariño. Bogotá, ca. 1982-1986.
A su regreso a Colombia, en los años setenta, no dudó en seguir defendiendo su ideario político, sosteniendo contactos con algunos de los intelectuales con los que tenía alguna afinidad social, étnica e intelectual, entre ellos, Manuel Zapata Olivella.
Jorge Artel: los albores de una poesía negra
Antes de explorar el pensamiento que dio origen a las letras que caracterizaron a la poesía negra de Jorge Artel, escuchemos lo que pensaba Eduardo Carranza acerca de ella.
Greiff, Ilse de. (Directora). (1999). Tierra de poetas. [febrero 26 de 1999. Jorge Artel]. [Magacín]. Colombia: Radio Nacional de Colombia. Archivo Señal Memoria, RDNC-DHQ-016609-01
Aunque esta relación con el mar fue fundamental en la configuración de una poesía que reivindicaba la identidad negra, se podría decir que sus primeras consignas se gestaron lejos de las costas. Fue durante su estancia en Bogotá que Jorge Artel empezó a preocuparse por los temas relacionados con las luchas del pueblo negro y la afrodescendencia.
En el periódico El Tiempo publicó “Cumbia”, considerado “el primer grito negro en la poética colombiana”, donde Artel se plantea ideas del folklore de su etnia como una expresión de su identidad. Tras su regreso a Cartagena, estas mismas ideas se entrelazaron, por un lado, con su cultura caribeña y, por el otro, con las otras manifestaciones étnicas del ser afro-colombiano.
Según lo plantea Yesenia M. Escobar Espitia, este mestizaje discursivo se entiende en la forma planteada por Zapata Olivella en su juventud, esto es, la visión cósmica de Vasconcelos, una concepción permea la cultura afro-indo-mestiza que, finalmente, dio paso a un discurso más afro-centrado.
La poesía de Artel se afianzó durante su trasegar por diferentes países donde, entre otras cosas, evidenció los vestigios de la sensibilidad y la historia afrodescendiente expresada en fenómenos como la música, la esclavización y las luchas étnicas. Así, algunos los elementos principales que convirtieron a Jorge Artel en el precursor de una poesía negra en Colombia son los siguientes:
Su poesía estuvo marcada por la búsqueda de sus orígenes identitarios y la reivindicación del ser negro en Colombia.
El yo poético es el negro, un sujeto que no se quedó en las tinieblas de la esclavización, sino que fue capaz de construir identidad en medio de la adversidad.
Su poesía enarboló las banderas de la negritud alejándose de la corriente romántica para inaugurar una forma propia.
Su poesía encarna aspectos psicológicos y antropológicos de la musicalidad, la sonoridad y la conciencia racial.
En este fragmento audiovisual, se recogen algunas de estas ideas de la poesía negra de Jorge Artel.
[Evento Presidencia de la República]. [Fragmento]. Colombia: Archivo Señal Memoria, UMT-209775
Por: Carlos Émerson Rivas Cabezas