Publicado el Mié, 14/11/2012 - 02:05
Artes y oficios
Efectos musicales de una conciencia alterada
Como ilustrativo antecedente de lo que en la actualidad se considera una superestrella pop, el genovés Niccolò Paganini (1782-1840) fue capaz de agotar taquillas con meses de antelación a sus conciertos a lo largo y ancho de Europa. Haya sido bien o mal, de Paganini siempre se habló. Se dijo que estaba poseído por el diablo, que era el asesino de su adúltera esposa, cuya sangre habría usado para pintar el violín y con las tripas del amante fabricar sus cuerdas. Por otro lado, los “24 caprichos para violín solo” op.1, siguen siendo una de las obras de mayor complejidad para el instrumento. La más importante grabación fue realizada en 1958 por Michael Rabin (1936-1972), superdotado violinista con varios discos de referencia, cuya figuración poco a poco disminuyó por quebrantos de su salud mental. Aun cuando el hecho nunca se esclareció del todo, se afirma que Rabin nunca emergió del todo, tras una experiencia con LSD.
Fecha de publicación original Mié, 14/11/2012 - 02:05