Oye, te hablo desde la prisión…
Hombre triste soledad
Vivir en esta condena
Ya no quiero sufrir mas
Te lo digo Magdalena
El Preso (Álvaro Velásquez)
Estos versos, popularizados por Fruko y sus tesos, bien pudieran haber sido el lamento que Antonio Nariño le enviara desde prisión a su amada esposa Magdalena Ortega.
En cuatro ocasiones, Nariño, el precursor de la Independencia vivió varios años en las cárceles de la Península Ibérica y de la Nueva granada.
Sus ideas libertarias lo hicieron blanco de acusaciones y calumnias, de juicios sumarios.
La impresión de los derechos del hombre en su Imprenta Patriótica marcaron para siempre su destino. El 15 de diciembre de 1793, a la salida de la misa del medio día, Nariño dio a conocer a los pobladores de la Nueva Granada algunos ejemplares de su traducción de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. Casi un año más tarde, a Nariño le fueron confiscados sus bienes, particularmente su enorme biblioteca, y fue desterrado con destino a la prisión de Cádiz.
Derechos del Hombre
La casa en la que Nariño fue apresado está ubicada en la antigua Plaza de la Yerbas, hoy Plaza Santander, en el centro de Bogotá. En aquella casa hoy funciona el Jockey Club. Sin embargo, los Derechos del Hombre y del Ciudadano se imprimieron en la calle 10, entre carreras 5 y 6 de la misma ciudad.
En 1811, en pleno proceso de Independencia el mismo Nariño escribió en una reimpresión de los Derechos del Hombre y del Ciudadano:
“Para que el público juzgue los 17 artículos de los Derechos del Hombre que me han causado los 16 años de prisión y de trabajos que se refieren en el antecedente escrito, los inserto aquí al pie de la letra; sin necesidad de advertir que se hicieron por la Francia libre y católica, porque la época de su publicación lo está manifestando. Ellos no tenían ninguna nota que hiciese la aplicación a nuestro sistema de aquel tiempo; pero los tiranos aborrecen la luz, y al que tiene los ojos sanos”.
