¿Cómo nació la idea? | Señal Memoria

Archivo Señal Memoria
Publicado el Lun, 26/03/2012 - 03:23
¿Cómo nació la idea?

Gracias a esta investigación se ha logrado dar cuenta del contexto histórico y sociocultural en el que se insertan las cientos de piezas radioteatrales que datan de los años cuarenta en adelante y que se han recuperado y catalogado para hacer parte de la gran colección sonora de Radio Nacional de Colombia. Este proceso, en el que se han ido  encontrando nombres, obras y fechas permitió la realización de una exposición y un seminario, llamados ambos El retablo de las Maravillas.

Una de las obras que más llamó la atención fue el radioteatro Edipo Rey de Sófocles, particularmente porque se compuso música original para la obra, se presentó en el Teatro Colón y fue retransmitido por muchas otras emisoras. Pero además de ello, porque dio cuenta de la trascendencia que tuvo el Maestro Bernardo Romero Lozano, su director y artífice de tantos otros radioteatros de la época.

Según algunos conocedores, es probable que para 1954  solo una mente como la de Bernardo Romero Lozano hubiera podido llevar a cabo una producción tan grande como la de Edipo Rey. Esta requería tal cantidad de artistas que fue necesario habilitar el escenario del tradicional teatro como estudio de radio.  Desde allí se transmitió en directo el drama que haría parte del amplio e inolvidable repertorio del radioteatro colombiano.

Bernardo fue para muchos actores el maestro de maestros. Nació en Buga en 1909 y desde muy joven vivió en Bogotá. Para quienes le conocieron, su amplio conocimiento vino, como en muchos casos de la intelectualidad colombiana de aquella época, de su vocación latinista, de su espíritu autodidacta y de la capacidad permanente de actualizarse en las tendencias teatrales. Cuentan quienes le conocieron que su curiosidad, que era ilimitada, fue lo que le permitió adentrarse en el lenguaje radial y teatral para conjugarlos y hacer del radioteatro un medio de mucha potencia comunicativa y artística. Así mismo, su formación musical, le permitió incorporar de manera espontánea, el ritmo como elemento estético.

De otra parte, a Bernardo Romero se le recuerda porque le imprimió al radioteatro un sello personal, fundamentado en su manera  de comunicar el drama y la palabra dando una sensación de “tridimensionalidad”; ésta consiste en la creación de una textura sonora que bien puede calcar la realidad tal como la perciben los seres humanos, a partir de la fuerza del sonido y utilizando su registro de voz, música y efectos en distintos planos, del más distante al más cercano. A pesar de lo precario que podría resultar para nosotros el sonido radial de los años 1940 o 1950, es posible percibir la intención y el legado de Romero Lozano en este aspecto técnico. La tridimensionalidad de aquel entonces sorprendió a los oyentes, tanto así que la prensa la destacó en múltiples ocasiones. Esa era la magia de la radio: hacer visible lo invisible con el poder del sonido, de allí el nombre del “retablo de las maravillas”.

La versión radioteatral de Edipo Rey recibió una buena crítica en la prensa colombiana. Su éxito sentó un precedente para la producción de muchas otras obras del mismo género y de nutrido reparto. En la memoria de muchos de los actores que participaron en este radioteatro está el recuerdo imborrable de aquella obra, de su compleja producción y del impacto que causó en los aficionados al radioteatro.   Con Edipo Rey y las  obras que le siguieron, los colombianos comunes y corrientes empezaron a sentir de cerca el teatro griego. Luego vendrían el clásico, el contemporáneo, el latinoamericano. El sonido del radioteatro invadió las casas y la “época del Radioteatro” fue prolífica. Puede afirmarse que una generación completa de actores salió de los estudios de radioteatro; que el gusto por el teatro pudo incrementarse en algunas franjas de la población en parte gracias a este género. Puede afirmarse también, que la técnica radial adquirió vigor con las formas de experimentación que implicó crear ambientes, personajes y planos sonoros para provocar el mayor realismo posible.

Reconocer el valor del radioteatro va más allá de la simple añoranza. Su riqueza está dada porque con todos estos elementos, Romero Lozano y muchos otros creadores imprimieron un sello en el lenguaje radial que fue pivote para nuevas búsquedas y formas de crear. Y por eso en 2012, 58 años después se hace un homenaje a este hombre, que sin saberlo, le heredó su vena artística a Adriana Romero, nieta y también directora de la versión de Edipo Rey que RTVC presentó en el marco del XIII Festival Iberoamericano de Teatro.

Escuche aquí el audio sobre Bernardo Romero Lozano que hace parte de la exposición El Retablo de las Maravillas:

Fecha de publicación original Lun, 26/03/2012 - 03:23