Chicha | Señal Memoria

Publicado el Lun, 05/03/2012 - 18:57
Chicha

Elaborada en vasijas de barro, la chicha era esencial en la vida cotidiana de los Muiscas. Por sus bajos niveles de fermentación, era de consumo diario aún para los niños, y la bebida más fermentada se destinaba a ocasiones especiales como sepelios, bodas y otras ceremonias religiosas en las que los indígenas llegaban, como parte del ritual, a embriagarse, lo cual era algo que no ocurría normalmente, como se presentaría años después con sus descendientes.

 

La chicha

 

Durante la conquista, tanto los españoles como los indígenas recurrían a la chicha para calmar la sed y fue en la en la época colonial, cuando las chicherías se convirtieron en lugar de reunión, especialmente después de las seis de la tarde. Hasta no hace muchas décadas allí se propagaban noticias, novedades, rumores. Parte de la vida comunitaria nocturna de los sectores populares giraba en torno a las chicherías. En el día éstas podían ser tiendas en las que se encontraban artículos para el hogar y otros alimentos.

Como afirma Arturo Alape, “De ser una noble bebida ceremonial para los indígenas se convirtió en una de consumo masivo en todas las clases sociales urbanas durante el siglo XIX”. Sin embargo, fue durante la Colonia cuando los españoles, especialmente los misioneros, empezaron a oponerse al consumo de la chicha, debido a los escándalos y trifulcas que provocaban los excesos en la bebida. Como afirma la antropóloga Cecilia Restrepo: “Desde la colonia hubo intentos por acabar con el “licor amarillo” pero el interés económico y la tradición indígena no lo permitieron; tal vez consideraron que era su último rezago de identidad. No olvidemos que la chicha formaba parte de la vida cotidiana y sagrada de los indígenas”.

Pese a los castigos, multas, amenazas y demás intentos por prohibir la bebida, las chicherías persistieron hasta mediados del siglo XX, cuando el ministro de higiene Jorge Bejarano, tras los sucesos del Bogotazo, culpó a la bebida de los desmanes que se habían producido durante el 9 de abril. Todo apunta a que la medida buscaba proteger la joven industria cervecera. La producción clandestina de la chicha continúo y todavía es parte de las fiestas tradicionales de algunos barrios y pueblos de la región Andina. Negándose a desaparecer y como testimonio de nuestros antepasados, la chicha sigue teniendo gran importancia para amplios sectores de la sociedad actual.

 

 

Fecha de publicación original Lun, 05/03/2012 - 18:57