La diplomacia del capitalismo y el comunismo | Señal Memoria

La diplomacia del capitalismo y el comunismo
Publicado el Jue, 21/07/2022 - 19:28
La diplomacia del capitalismo y el comunismo

En 1972 Richard Nixon, presidente de los Estados Unidos, hizo una visita de Estado que duró siete días a la República Popular de China, la cual significó el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambas naciones, en una época en la que la Unión Soviética y los Estados Unidos competían por defender (imponer) sus doctrinas político-económicas: comunismo versus capitalismo.

Cuando escuchamos el nombre de Richard Nixon siempre hacemos referencia al escándalo Watergate, episodio que lo llevó a renunciar al cargo.

Sin embargo, el mandato de Nixon tuvo un hecho que hasta hoy ha tenido claras consecuencias políticas, económicas e incluso culturales: después de veintidós años de enemistad declarada de los Estados Unidos con la República Popular de China, el 27 de febrero de 1972 Nixon se convirtió en el primer mandatario norteamericano en funciones en visitar aquel país desde 1949, algo que cada uno de sus sucesores ha convertido en rutina. 

Esa visita de Nixon se conoce como “la semana que cambió al mundo”. Al fin y al cabo el capitalismo visitaba la tierra del comunismo, y nada más ni menos que a Mao Tse Tung, con el fin de forjar una de las relaciones en geopolítica más significativas del mundo actual.

Pero, ¿cuál fue la razón de esa visita de Nixon? La Unión Soviética y China amenazaban a Occidente con el despliegue del comunismo. Sin embargo, ambas naciones, en otro momento grandes aliados, tuvieron diferencias en cómo y cuál debía ser el referente de la doctrina comunista ante el mundo, hecho que causó decenas de muertos tanto soviéticos como asiáticos en marzo de 1969, así como un distanciamiento diplomático.

Nixon vio en esa diferencia una oportunidad para contrarrestar el poderío soviético, pues en aquel momento se desarrollaba una carrera por la conquista del espacio y el desarrollo nuclear. Entendió que Mao podría convertirse en un aliado temporal y posicionar a Estados Unidos en el contexto internacional, disuadiendo a Moscú, sobre todo, de la instalación de bases con armas nucleares.

En el siguiente fragmento, tomado del programa Siglo XX, transmitido por Señal Colombia en 1998, podemos apreciar algunos aspectos de la visita de Estado, la cual constituyó uno de los momento culminantes de la carrera política de Richard Nixon:

 

Señal Colombia (Productor). 1998, Siglo XX Nixon en China [Programa educativo]. Colombia: Señal Colombia. Archivo Señal Memoria, BTCX30 009280.

 

Otra de las tareas que Nixon tenía en mente con su visita era poder tramitar la guerra en Vietnam, presionando para que el Vietcong llegará a un acuerdo con Washington con la ayuda de la China Popular, cuestión que ni siquiera tuvo eco en Pekín, pues sabían que ese sería el talón de Aquiles, independiente de su posición ideológica, de quien fuese presidente de Norteamérica en el futuro. Sin embargo, Nixon abrió el primer canal de comunicación diplomático para discutir el papel de las dos naciones y su influencia en Asia.

Un logro adicional de la visita fue el avance y permiso de las autoridades de ambos países en los intercambios de tipo institucional e incluso personal, pues algunas familias habían sufrido una separación de facto dada la situación diplomática de ambas naciones.

En varias entrevistas concedidas por quien fue asesor de Seguridad Nacional de la administración Nixon, Henry Kissinger, este aseguró que “Nixon siempre fue consciente de lo que sería China hacia el futuro, en el ámbito geopolítico y su peso en la economía global”. De hecho, estos “siete días” significaron a la postre el fin de la guerra de Vietnam y de la misma Guerra Fría, pues la reconfiguración del mundo y de la diplomacia a partir de 1972 no volvió a ser la misma.

Al analizar esta conmemoración de los cincuenta años del restablecimiento de la diplomacia entre ambos países desde una perspectiva reciente, se entiende por qué (en parte) Donald Trump impuso en su presidencia el lema “Make America Great Again”, lema que corrobora la hipótesis según la cual la República Popular de China no es la misma de hace cincuenta años, pues es el país que Nixon predijo, mientras que Estados Unidos ya no es lo que era en 1972.

La visita de Nixon a China puede ser considerada uno de los grandes triunfos de la diplomacia internacional, que se vio opacado por el escándalo político de un presidente que apostó a entender que China sería el nuevo motor de la geopolítica actual, y que el antagonismo ideológico del capitalismo versus el comunismo no era otra cosa que una disculpa para poder establecer relaciones de todo tipo entre naciones.


Autor: Hugo Guerra

 

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Fecha de publicación original Jue, 21/07/2022 - 19:28