Publicado el Vie, 07/01/2022 - 10:00

Pacto de Chicoral, funeral de la reforma agraria

Archivo Señal Memoria de RTVC. Diseño gráfico: Karen López para Señal Memoria de RTVC

Durante el Frente Nacional el campo colombiano entró en crisis como consecuencia de los rezagos dejados por La Violencia y la reducción de su población. A esta situación respondieron los intentos de reforma agraria de los años 60 que fortalecieron el movimiento campesino e impulsaron la ilusión de la redistribución de la tierra. Este impulso cesó en 1972 con el Pacto de Chicoral, cuando el gobierno de Misael Pastrana Borrero (1970-1974) hizo del latifundio y la producción a gran escala el centro de la política rural, marginando al campesino raso, al colono y al movimiento agrario que se organizaba como nunca antes.

La reforma agraria del Frente Nacional

El nacimiento del Frente Nacional no solo significó la paz entre los partidos Liberal y Conservador, sino que también coincidió con un momento histórico: por primera vez la población urbana de Colombia superó a la rural (52 sobre 48 por ciento). La violencia bipartidista, que tuvo al campo como su principal escenario, aceleró aquel fenómeno que se venía desarrollando con el incremento industrial de los años 30 y 40.

Ante esta realidad, algunos sectores del Frente Nacional plantearon un desafío al establecimiento político: para que el país viviera en paz, no era suficiente una repartición de cargos públicos o que liberales y conservadores gobernaran en coalición, sino que también era necesario solucionar las tensiones sociales y económicas que se imponían en el campo, con consecuencias para todo el país. La continuación de una migración descontrolada a las ciudades y el surgimiento de las guerrillas inspiradas en la Revolución cubana, eran los reflejos más notables de esa situación.

Fue así como durante los gobiernos de Alberto y Carlos Lleras se establecieron intentos de fortalecer la economía rural mediante la Ley 135 de 1961 y la creación en 1967 de la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos ANUC y el Instituto Colombiano de la Reforma Agraria INCORA. Los propósitos principales de aquel impulso eran estimular la redistribución de la tierra y estimular la colonización de nuevas zonas productivas. Sin embargo, tales iniciativas chocaron con dos elementos fuertemente representados en el Congreso: los intereses de los terratenientes y la estigmatización de la Guerra Fría. Este bloqueo institucional derivó en una colonización campesina marginada, en zonas de frontera, sin acompañamiento efectivo del Estado y bajo la amenaza de unas guerrillas que se justificaban ellas mismas argumentando que las demandas sociales seguían siendo bloqueadas por el establecimiento.

Fecha de publicación original Vie, 07/01/2022 - 10:00