El patrimonio de Bogotá | Señal Memoria

El patrimonio de Bogotá

Ficha Técnica

Tema
Semana del patrimonio
Fecha de producción
Autor
Adriana Ulloa Rivera
Soporte
BTCX
Año de producción
1995
Duración
: 4 : 38
Publicado el Lun, 12/09/2022 - 08:00
El patrimonio de Bogotá

El pasado está con nosotros mientras vamos hacia el futuro, escribió el antropólogo Tim Ingold: “Esta es la memoria, la mano guía de una consciencia que, a medida que avanza, también recuerda el camino. Recorrer las líneas de vidas pasadas es nuestra forma de proceder”. 

Si algo recibimos del pasado es el patrimonio, ese legado cultural con el que vivimos y que pasará a las siguientes generaciones. Monumentos y objetos son patrimonio, tanto como lo son tradiciones orales, espectáculos y fiestas, prácticas frente a la naturaleza y el mundo. Para la Unesco, el patrimonio es importante para pensar el futuro porque revaloriza el potencial cultural de las sociedades contemporáneas y une a las generaciones con experiencias, aptitudes y conocimientos. También puede ser fuente de inspiración e innovación, acceso a la diversidad y enriquecimiento del tejido social. 

En Bogotá, el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural (IDPC) afirma que el patrimonio cultural es “una plataforma para el reconocimiento de la diversidad territorial y poblacional, la construcción de una ciudad más inclusiva e igualitaria y el fortalecimiento de los vínculos sociales y cotidianos que caracterizan la vida barrial, comunitaria y los entornos vecinales”.  

¿Y esto cómo se expresa en la ciudad? Bueno, hay varios edificios que son joyas, inmuebles con un valor arquitectónico e histórico inmenso. Como le dijo Mauricio Uribe, exdirector del IDPC, a El Tiempo, “son como una perla dentro de una concha, que se mantiene escondida, pero cuando se encuentra es muy valiosa”. Caminar por La Candelaria y el centro de Bogotá es sumergirse en esta experiencia patrimonial, aunque las joyas están en toda la ciudad. Estos son algunos de los lugares que la nota destaca. 

Al sur está el Hospital San Carlos, en la carrera 12D con calle 32 sur. Inaugurado en 1948 para combatir la entonces letal tuberculosis, es el primer hospital moderno del país. Sobresale en parte por los árboles que lo rodean. 

También al sur, en la carrera 11B este, localidad de San Cristóbal, está la planta de tratamiento de Vitelma. No es solo importante para la historia del acueducto de Bogotá, sino también para el resto de la ciudad. Fue inaugurado en 1938, cuando la capital cumplía cuatro siglos de fundación. 

Llegamos al centro de la ciudad y pasamos por la iglesia de Santa Clara, en la carrera 8 con calle 8, que data de 1619. Esta iglesia, al lado de la Casa de Nariño, dejó de ser el hogar de las monjas clarisas en 1863, cuando el gobierno de Tomás Cipriano de Mosquera expropió el inmueble. Hoy funciona como un museo abierto al público. Y si ya estamos al lado del Palacio de Nariño podemos ver también el Observatorio Astronómico. 

También en el centro tenemos construcciones del siglo XIX como la Escuela de Artes y Oficios Santo Domingo, en la calle 10 con carrera 8, y el pasaje Hernández, en la calle 12 con carrera 8, uno de los primeros edificios comerciales de Bogotá. 

Nos quedamos en el centro, pero avanzamos al siglo XX. En la primera mitad de la centuria tenemos el Teatro Faenza, en la calle 22 con 5. Fue inaugurado en 1924 y es la sala de cine más antigua de la ciudad. Y en la segunda mitad llegamos a la sala de conciertos de la Biblioteca Luis Ángel Arango, en la calle 11 con carrera 4, inaugurada en 1966.

Otros sectores antiguos que son patrimonio incluyen los barrios de Las Cruces y Santa Bárbara y los núcleos de Usaquén, Suba, Engativá, Fontibón, Bosa y Usme. Y hay barrios del siglo XX que ya son patrimonio pues representan el desarrollo histórico de la ciudad y su valor arquitectónico, como Palermo o Armenia en Teusaquillo, y Quinta Camacho y Emaús en Chapinero.

 

 


Autor: Santiago Cembrano

 

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Fecha de publicación original Lun, 12/09/2022 - 08:00