Terremoto en el Eje Cafetero: 25 de enero de 1999 | Señal Memoria

Terremoto
Publicado el Jue, 25/01/2024 - 12:44
25 de enero de 1999: terremoto en el Eje Cafetero

El Terremoto del Eje Cafetero ha sido una de las más graves emergencias que ha vivido Colombia. En menos de un minuto, treinta mil familias quedaron sin techo, trece mil inmuebles comerciales e industriales se vieron afectados, al igual que ocho mil fincas. La afectación se agudizó con una réplica que sacudió la tierra a las cinco de la tarde. Más de mil personas murieron y otras cuatro mil resultaron heridas. Armenia, la capital del Quindío, vio perdida buena parte de la arquitectura que había levantado durante más de un siglo. 


Al otro lado de la pantalla

Como era habitual los lunes, por radio sonaban los boletines de noticias o se discutían los detalles de la temporada de fútbol profesional que iba a iniciar ese domingo. Por televisión, como lo recuerda aún toda una generación, el Canal 1 daba Padres e hijos mientras por Caracol pasaban un episodio de Los Simpson. Era un lunes cualquiera hasta cuando a la 1:19 p.m. la rutina dejó de existir, primero para las poblaciones del Eje Cafetero y luego para el país entero.

El fin de semana anterior la Selección Colombia había jugado un partido amistoso en Cali contra Dinamarca, por lo que Caracol Televisión había trasladado sus equipos de transmisión satelital, los cuales el lunes estaban de regreso a Bogotá cuando la tierra se movió. Esa casualidad permitió que las primeras imágenes que el país vio de la emergencia las presentara su servicio informativo, entonces dirigido por Yamid Amat. La competencia de los canales privados llevaba tan solo seis meses y con este salto tecnológico el país pudo enterarse casi de inmediato de la magnitud del terremoto, una ventaja sobre los otros noticieros, que debieron plegarse a los servicios de la estatal Telecom, cuyos edificios en todo el país habían sido evacuados como parte del protocolo de emergencia.

Los estudios de Telecafé en ese tiempo quedaban en el sótano de una casa de bahareque en el centro de Manizales. A la hora del temblor se emitía el noticiero, pero la trasmisión se suspendió por un corte de luz, por lo que las informaciones sobre la emergencia debieron hacerse en medio de la propia evacuación, mientras el director de noticias Richard Millán debía hacer las veces de presentador. Aún no sabían que aquella transmisión se iba a prolongar durante las siguientes treinta horas. 

El papel de los medios

Pero el papel de los medios no se limitó a informar la tragedia del 2 de enero. Richard Millán, hoy docente universitario de periodismo, recuerda hoy cómo Telecafé se convirtió en el epicentro de la solidaridad de toda la región: reportes de la gente a sus familias, solicitudes de las autoridades, mientras los periodistas y las sedes del canal hicieron las veces de centros de acopio de ayudas, en las que también colaboraba el personal administrativo. Hasta camiones llegaron al canal para convertirlo en un centro de despacho de las ayudas a los damnificados, principalmente de los municipios pequeños. Recuerda Millán como el logo de Telecafé se convirtió hasta en una garantía contra los saqueos que empezaron a darse.

Se viviría entonces un volcamiento de la televisión a la solidaridad. Las programadoras del Canal A donaron la totalidad de su pauta publicitaria de esa semana, los noticieros del Canal 1 (24 Horas, CM& y Noticiero de las 7) realizaron transmisiones conjuntas durante la semana siguiente, mientras que Señal Colombia enlazó a los canales regionales Telepacífico, Teleantioquia y Telecaribe con todo el trabajo de socorro que desde Manizales y pereira adelantaban desde Telecafé. Otro ejemplo lo dio el canal City TV, el cual aún sin iniciar emisiones, aprovechó su señal de prueba para que los quindianos con familiares en Bogotá les mandaran mensajes. Sería una de las más visibles ayudas de la Capital que fueron retribuidas por el Quindío donando el icónico Puente de Guadua que hoy se levanta en la salida de la Calle 80.

La gravedad de la emergencia también hizo que los medios nacionales siguieran transmitiendo durante varios días desde el Eje Cafetero. Para ese momento la información se volcó a cubrir el levantamiento de cocinas comunales, la organización de brigadas de remoción de escombros, eventos lúdicos organizados por las autoridades locales o los reencuentros de las familias afectadas. Se trataba, en resumen, de acompañar a la comunidad en su proceso de recuperación, como lo recuerda la periodista Sandra Vergara, quien en ese momento recorrió las poblaciones de Risaralda y el Quindío para el Canal RCN buscando historias locales de resistencia. Llegada la hora de la reconstrucción del Eje Cafetero, también se tejían historias que veinticinco años después siguen enorgulleciendo al periodismo colombiano.


 

 

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Fecha de publicación original Jue, 25/01/2024 - 12:44