Francisco José de Caldas, científico y prócer | Señal Memoria

Francisco José de Caldas
Publicado el Jue, 25/10/2018 - 17:41
Francisco José de Caldas, científico y prócer

1. Caldas, su contexto

El siglo XVIII en Europa estuvo marcado por la presencia de un espíritu ilustrado al que España no fue ajena. El Siglo de las luces, se le denominó a  este tiempo, donde la razón, la ciencia y la idea de progreso fueron paradigmas determinantes en el camino hacia la modernidad, fue asumido de modo particular por la casa de los Borbones que llegaba al trono español,precisamente en la segunda década del siglo..      

La forma en que esta nueva visión se concretó en las colonias españolas como América fue a través de las Reformas Borbónicas, que tuvieron como norte propender un desarrollo económico para obtener más y mejores dividendos de los territorios de ultramar en beneficio de la corona.

Fue entonces, a través de miembros del clero secular y regular, de funcionarios públicos, de criollos formados en los grandes centros culturales europeos y de hombres de ciencia pertenecientes a expediciones científicas, que las ideas de la Ilustración se empezaron a introducir en las tierras del Nuevo Mundo. Las expediciones, además, fueron fundamentales para conocer en detalle los recursos que las colonias podían generar a la economía real.

Paradójicamente, si durante gran parte del siglo XVIII se promovió la difusión del racionalismo y la ilustración en las colonias, suscitada por virreyes y funcionarios reales, en sus últimas décadas  hubo un gran cambio en la aceptación de estas ideas, sobre todo de las provenientes de Francia. Lo que empezó como un proyecto monárquico, terminó con la Revolución Francesa, que había dado un golpe de gracia al despotismo ilustrado reinante.

2. Caldas , el científico

 
Fotograma Crónicas de una generación trágica Capitulo III, Los Conspiradores 1797 – 1810 Audiovisuales 31 de octubre de 1993


La sombra de la compleja situación política europea cobijaba el recientemente creado Virreinato de la Nueva Granada y figuras, como el joven Francisco José de Caldas, empezaron a descollar desde el occidente payanés. La primera polémica encontrada en torno a su nombre es su fecha de nacimiento. Aunque varias de sus biografías tienen como fecha cierta el año de 1771, hoy se acepta que su nacimiento sucedió en el año 1768, por lo que celebramos en el este mes de octubre, los doscientos cincuenta y tres años de su natalicio. En el número 82 de Carta de Colombia, un programa  de la HJCK, el botánico y científico Álvaro Fernández Pérez relató su hallazgo.

1. HJCK Programa Carta de Colombia # 82 noviembre 24 de 1968.

 


Fragmento partida de bautismo de Francisco José de Caldas - 17 de noviembre de 1768

 

Ahora bien, si vamos más allá de lo que nos cuenta el botánico, en la partida de bautismo está el día del sacramento (17 de noviembre) mas no el del nacimiento, una cosa usual en aquellos tiempos. Sin embargo, podríamos conjeturar que su nacimiento fue el 4 de octubre, día en que en el santoral católico se celebra la fiesta de San Francisco de Asís, razón suficiente para haberlo llamado Francisco José.

Lo que sí conocemos con certeza es la influencia que tuvo el intelectual antioqueño José Félix de Restrepo en la formación de los primeros años de Caldas, influencia que llegó, también, a toda una generación de intelectuales durante las últimas décadas del siglo XVIII.Además, los estudios de latinidad y filosofía en el Colegio Seminario de San Francisco de Asís de Popayán y, posteriormente, los de derecho en el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario en Santafé, entre 1788 y 1792, le permitieron tener acceso a conocimientos e instrumentos científicos, para el caso particular de las ciencias naturales Caldas fue autodidacta. En una serie radial escolar del Ministerio de Educación Nacional de 1949, escuchamos precisamente las vicisitudes vocacionales de esos años de formación del científico colombiano.

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2. Radio escolar Francisco José de Caldas Ministerio de Educación Nacional. 03-Jul-1949

De regreso en Popayán, Francisco asumió la cátedra de Derecho Civil en el Colegio Seminario, pero la enfermedad tocó las puertas de su salud y ante los constantes y fuertes dolores de cabeza se retiró de su oficio de catedrático y decidió dedicarse al comercio de ropa, decisión que pudo estar relacionada a un impulso del comercio de la zona, ocasionado por el auge de la minería del oro en el corredor del Pacífico. Caldas emprendió su actividad itinerante en lo que hoy corresponde a los departamentos de Cundinamarca, Huila, Cauca y Tolima. En la misma serie radial mencionada anteriormente se describe el nuevo rumbo que tomó su vida como comerciante.

3. Radio escolar Francisco José de Caldas Ministerio de Educación Nacional. 03-Jul-1949

Su nueva actividad no estuvo exenta de dificultades e imprevistos. Aparte de los quebrantos de salud que seguían aquejándolo, como la perlesía que disminuyó la periodicidad de sus viajes, era frecuente la pérdida de mercancía. Las mulas se desbarrancaban por los agrestes caminos, las ventas de mantas quiteñas y otros productos no dejaban las ganancias esperadas. El interés de Caldas por el comercio decreció y se dirigió a la geografía, la fauna, la flora y las mediciones, catalogaciones y descripciones que permanentemente hacía durante sus viajes comerciales.

En uno de estos viajes a Santafé, emprendió la tarea de medir algunas alturas de los cerros tutelares de la ciudad. Corría el año de 1796 cuando la medición obtenida para el cerro de Guadalupe fue de 3265 metros sobre el nivel del mar —bastante acertada respecto a las altimetrías actuales—, que le valió una publicación de su trabajo en el Correo Curioso de Santafé de Bogotá, elaborado en la famosa Imprenta Patriótica.  El artículo le permitió a Caldas darse a conocer en los círculos ilustrados de la ciudad y de la Nueva Granada. El episodio de Guadalupe forma parte de la narración del segundo capítulo de la serie escolar que venimos escuchando.

4. Ministerio de Educación Nacional. Radio escolar Francisco José de Caldas 05-Ago-1949


Correo Curioso, Erudito Económico y Comercial de la Ciudad de Santafé de Bogotá
Número 23 – 21 de Julio de 1801 Imprenta Patriótica 1801
Biblioteca Nacional de Colombia. Hemeroteca digital. Prensa del siglo XIX.

Hacia finales del siglo XVIII, gran parte de su interés y trabajo se había centrado en la cartografía. Las mediciones hechas en sus viajes y el conocimiento geográfico obtenido en sus minuciosas observaciones topográficas y astronómicas, lo llevaron a hacer desde encargos de mapas locales, como el solicitado por el Cabildo de Timaná en 1797, hasta mapas del río Magdalena desde su nacimiento hasta Neiva.

El 3 de diciembre de 1797,, un eclipse total de luna le dio la oportunidad de hacer una observación completa del fenómeno desde la villa de Gigante, utilizando instrumentos artesanales elaborados por él y carpinteros locales, y acompañado del sacerdote Pedro José María Borda, inquieto también por la astronomía y las ciencias. Este trabajo, después de pasar por las manos de Alexander Von Humbolt, fue publicado con los créditos respectivos en París en 1810. Un fragmento de la radionovela acerca de la vida de Caldas de la Radiodifusora Nacional, escrito por Oswaldo Díaz Díaz y transmitida en 1961, representa el importante suceso

 

5. Radio novela de la Radiodifusora Nacional de Colombia 1961. Programa de la serie Francisco José de Caldas, escrito por Osvaldo Díaz Díaz.


Este hecho nos permite vislumbrar no solo la gran pasión de Caldas por la ciencia, sino su destreza e ingenio para adaptarse a las carencias tanto técnicas como  teóricas, que no frenaron su espíritu autodidacta. Muchos de los resultados y conclusiones que obtuvo coincidían con los producidos en los grandes centros del conocimiento al otro lado del Atlántico apoyados por tecnologías mucho más avanzadas. En una carta de la prolífica correspondencia sostenida con su amigo Santiago Pérez de Arroyo y Valencia, Caldas relacionó el suceso celeste que estaba a punto de medir.  

3. Caldas, la genialidad de sus escritos

El Sabio Caldas, llamado así incluso antes de su muerte por su esfuerzo intelectual y científico,  también destacó por la calidad de su prosa. Las descripciones de las diversas regiones del Virreinato que visitó, también son poemas dedicados a la naturaleza, a una especie de fauna o a una flora particular. En la primera emisión del programa Motivos de inspiración, que la Radiodifusora Nacional emitió en enero de 1950, se recita uno de los textos de Caldas extraído del Semanario de la Nueva Granada, que no es más que un sentido homenaje a las selvas tropicales, banisterías, convólvulos, palmeras y lisantos que él estudiaba.

6. Programa Motivos de inspiración, dirigido por Fernando Galvis Salazar 21-enero-1950


Semanario de la Nueva Granada. Miscelánea de ciencias, literatura, artes e industria. París, Librería Castellana, 1849.
Biblioteca Nacional de Colombia. Colección Francisco José de Caldas.


En 1802, cuando Caldas se había consolidado ya en su trabajo científico, con la ayuda del barón de Von Humboldt, que conocía su trabajo, fue llamado a conformar la Expedición Botánica de la Nueva Granada, dirigida por el naturalista gaditano José Celestino Mutis. En adelante su labor estuvo estrechamente ligada con el reconocido hombre de ciencia, quien encargó al propio Caldas, antes de morir en 1808, todo lo concerniente a la astronomía y la geografía de la Expedición. Este encargo fue confirmado al año siguiente, en conjunto con Jorge Tadeo Lozano y Sinforoso Mutis, por el mismo virrey Amar y Borbón. En el programa Conciencia al oído, una historia de la ciencia en Colombia, producido por la Unidad de radio del Ministerio de Cultura, encontramos los pormenores que abordan este capítulo de su vida.   


Fotograma Crónicas de una generación trágica Capitulo III, Los Conspiradores 1797 – 1810 Audiovisuales 31 de octubre de 1993

7. Conciencia al oído. Una historia de la ciencia en Colombia. Unidad de radio del Ministerio de Cultura

En virtud del encargo de Amar y Borbón, el prócer payanés quedó responsable no solo de parte de la Expedición Botánica, sino también a cargo del Observatorio Astronómico de Santafé y de la cátedra de matemáticas del Colegio Mayor del Rosario, donde Mutis había sido también un insigne maestro. En el reconocido programa Crónicas de una generación trágica, capítulo tres llamado “Los Conspiradores”, quedó inmortalizada la escena de Caldas y Mutis en sus últimos días.

Capítulo III, Los Conspiradores 1797 – 1810    Audiovisuales 31 de octubre de 1993


4. Caldas, el prócer 

Si bien los archivos sonoros y audiovisuales que hemos presentado son apologéticos del científico colombiano, los de su participación en los sucesos independentistas de los primeros años del siglo XIX que presentaremos a continuación no son menos fulgurantes.

Luego de la invasión napoleónica a la Península Ibérica y la captura del rey Fernando VII, los tumultuosos años venidos después de 1808 llevaron a Caldas a formar parte del proceso que de las juntas organizadas en las capitales de las provincias pasó a los estados soberanos y las declaraciones de independencia. Fue así como para 1810, en Santafé, Caldas facilitó y participó de las reuniones de los conspiradores previas al 20 de julio. Curiosamente no hizo parte de los firmantes del acta revolucionaria, pero se encargó posteriormente de un periódico llamado el Diario Político de Santafé, donde se apoyó la consecución definitiva de un nuevo régimen.

El discurrir político y las diferencias que surgirían entre el nuevo gobierno centralista cundinamarqués liderado por Antonio Nariño y las Provincias Unidas de orden federal a cargo de figuras como Camilo Torres y Jorge Tadeo Lozano, llevaron a Caldas no solo a alinearse con estos últimos sino, muy a pesar suyo, a encabezar la ofensiva para tomar Santafé en enero de 1813. Maniobra militar que significó una derrota para las tropas federalistas, por lo que Caldas luego de ser detenido y luego liberado generosamente por Nariño decide finalmente dirigirse hacia el occidente a la Provincia de Antioquia. De nuevo la serie dramatizada Crónicas de una generación trágica, nos trae parte de estos sucesos acaecidos entre Tunja, Villa de Leyva y Santafé, los cuales culminan con los enfrentamientos de San Victorino y San Diego en los límites de la capital.

Capítulo III, Los Conspiradores 1797 – 1810 Audiovisuales 1 de noviembre de 1993

En Antioquia, Francisco trabajó durante algún tiempo como ingeniero militar dedicándose a la elaboración de diferentes máquinas e inventos, que iban desde artefactos de acuñación de monedas, hasta molinos y taladros para fabricar fusiles. Para 1815, ya con un gobierno organizado y dispuesto a enfrentar la reconquista española, regresó a por un corto período de tiempo Santafé con el propósito de ayudar con la preparación del ejército patriota.

Pablo Morillo, al mando del ejército real, se hizo de nuevo con el control de gran parte del Virreinato y Caldas tuvo que volver a huir, esta vez hacia el puerto de Buenaventura, a donde no pudo llegar, y luego a su ciudad natal, Popayán, todavía libre, pero que caería posteriormente a manos de Juan Sámano, quien acababa de triunfar en la Cuchilla del Tambo en junio de 1816, asegurando el control del suroccidente del Virreinato.

Caldas fue sorprendido junto con otros patriotas en la Hacienda Paispamba y conducido a Popayán de manera inmediata. Unas semanas después lo llevaron a Santafé por última vez, donde fue condenado por alta traición y fusilado el 29 de octubre de 1816 en la Plaza de San Francisco, hoy Parque Santander. En el programa radial Conciencia al oído, podemos escuchar el dramatismo de las últimas horas de un hombre abatido en su reclusión, así como algunas de las ideas que rondaban su cabeza en esos momentos. Solo le restaba esperar los destellos que vendrían, no esta vez, de los fenómenos celestes que contempló tantas veces, o de sus descollantes experimentos científicos, sino de la boca de las armas que acabarían con el ingenio de un sabio.

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8. Conciencia al oído. Una historia de la ciencia en Colombia. Unidad de radio del Ministerio de Cultura. (PARTE 1)


“¡Oh larga y negra partida!” Escuchamos un lamento convertido casi en leyenda. Desde La Historia de la literatura en la Nueva Granada de 1867, pasando por artículos como el de Quijano Otero respecto a los mártires de Independencia en 1872, hasta el Papel Periódico Ilustrado de 1882,  el episodio de las palabras de Caldas, y el pictograma supuestamente dibujado por él mismo con un carbón en las escaleras del Colegio Mayor del Rosario, donde estaba recluido, forma parte de los procesos de mitificación de este personaje. Para Francisco José de Caldas los hechos terminan desplazados por la construcción colectiva del patriota y el héroe. Del mismo modo las producciones de nuestros archivos sonoros y audiovisuales reproducen en gran medida estos procesos, podemos corroborarlocon la narración dramática de su fusilamiento en en el programa Conciencia al oído.       

9. Conciencia al oído. Una historia de la ciencia en Colombia. Unidad de radio del Ministerio de Cultura. (PARTE 2)

5. Caldas, la figura histórica 


Fotograma Símbolos y héroes patrios. Nariño, Torres y Caldas -  Señal Colombia 1996

La primera mitad del siglo XIX fue fundamental para la construcción de los imaginarios de una nación en gestación. Los relatos de las guerras de independencia y la vida de los mártires de la revolución se convirtieron en los cimientos para la creación de una memoria conjunta, colectiva. Muchos de los escritos tempranos sobre el tema buscaron exaltar  los sucesos independentistas y contribuyeron a la invención de una tradición podría decirse que más interesada en la mitificación de los próceres y la elaboración de simbologías, que en el establecimiento de fechas y eventos ciertos.

Esta manera singular de entender y contar la historia se extiende hasta el siglo XX, en el que encontramos una continuidad del relato ya institucionalizado con la idea de la República. En gran medida los archivos audiovisuales y sonoros que hemos escuchado lo confirman, siendo de gran valor y relevancia como construcciones tradicionales y apologéticas con un énfasis  puesto en la construcción del héroe y la imagen de la nación.

La radio y la televisión han servido a este propósito y en gran medida la figura que se nos presenta de Francisco José de Caldas es acorde a los lineamientos del discurso de heroísmo establecido. Los radioteatros y radionovelas con sus elaborados dramas no solo entretenían, sino también marcaron los estereotipos de las grandes figuras de la historia colombiana en cada una de sus entregas y programas. Las series radiales, de igual manera, involucraron,  alrededor de la voz guía del relato, las tragedias y alegrías del insigne protagonista de turno. Las entrevistas alzan las voces expertas en temas específicos o curiosidades propias de la experiencia histórica. Por último,  los seriados audiovisuales, donde las escenificaciones del pasado crean  personajes icónicos y sucesos interesantes y sentidos, con improntas de espacios geográficos, actores, guionistas y demás personas involucradas en las realizaciones, permanecen como referentes de todos aquellos que los disfrutaron.  

Como epílogo de esta mirada a la figura de Francisco José de Caldas, sustentada por el archivo de Señal Memoria, queremos presentar Símbolos y héroes patrios, una serie biográfica de grandes personajes de la historia del país, que contiene en el presente capítulo una biografía breve y sin mayores sorpresas de tres ilustres patriotas colombianos. Antonio Nariño y Camilo Torres Tenorio acompañan al Sabio Caldas en una presentación que no podía culminar sin que estuviera acompañada del Himno Nacional de la República de Colombia.  

Símbolos y héroes patrios. Nariño, Torres y Caldas -  Señal Colombia 1996

Símbolos y héroes patrios. Nariño, Torres y Caldas -  Señal Colombia 1996



Por: Luis Alfonso Rodríguez Norato

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Fecha de publicación original Jue, 25/10/2018 - 17:41