Ficha Técnica
Gandhi, el prócer de la independencia
En su autobiografía, Historia de mis experiencias con la verdad (1929), Gandhi, el prócer de la independencia india narra cómo su posicionamiento frente a ciertos temas fue cambiando con el tiempo, incluida la violencia. Aunque por herencia cultural ya tenía ciertas costumbres, en su adolescencia las percibió como imposiciones algo absurdas de las generaciones mayores.
Cuenta que eran sus primeros días en Inglaterra y se familiarizaba con Londres, a donde llegó para estudiar derecho. Al encontrar un restaurante vegetariano sintió profunda alegría por su “primera comida agradable y completa”. Seguramente también recordó a su madre, Putlibai, pues le había prometido nunca comer animales.
Putlibai pertenecía a la religión del jainismo, que pregona el principio de la no violencia (en sánscrito Ahiṃsā). Para esta doctrina, el mal es infligir dolor a una criatura, la violencia, y es injustificable. De ahí que considerar “natural” o “normal” el consumo de carne no fuera admitido por Putlibai como una razón para hacerlo, aún cuando el niño Gandhi creció “deseando que cada hindú se convirtiera en carnívoro”, por supuesto, él incluído.
La India y el vegetarianismo
En India, un territorio amplísimo y muy diverso, existe quizá la población más grande de personas vegetarianas del mundo. Allí es una tradición de más de dos mil años, aunque también hay muchas otras personas que consumen carne.
Es fácil pensar que para Gandhi esa limitación fuera una norma que no necesariamente veía confirmada en su contexto.Resulta curioso, además, que fuera tan lejos de India que este histórico personaje se convirtiera al vegetarianismo “por verdadera convicción”.
Mahatma cuenta que ese día en que encontró el restaurante también encontró allí Apología al vegetarianismo, un pequeño libro del pensador socialista Henry S. Salt. Según Gandhi, esta y otras lecturas llegaban a la conclusión de que “la supremacía del hombre sobre los animales inferiores no significa que aquél deba destruirlos para vivir”. Fue entonces cuando Gandhi ubicó el sentido de su práctica alimenticia.
Es interesante el lugar del vegetarianismo en el pensamiento y la acción de Gandhi. Para establecer una analogía podemos recordar su impulso al “movimiento de la rueca”, que coordinó cientos de manos para boicotear la industrial textil del Imperio británico. De similar forma, el veganismo también ha sido pensado por sus representantes como un boicot a la industria de la explotación animal, una acción no violenta que consiste en reducir la demanda de productos que, siguiendo el jainismo, son resultado de la violencia, particularmente llamada especista.
Un día como hoy hace ochenta años, Gandhi fue puesto en libertad luego de estar encarcelado. Cuatro años más tarde fue asesinado por un partidario ultraderechista y desde entonces es un referente mundial del pacifismo y la desobediencia civil, además de una figura popular de la cultura india. De ahí sus referencias en contenidos como el del siguiente fragmento, que pertenece a un programa para niños y adolescentes donde una vez más se recuerdan sus enseñanzas:
Por: Camilo Fernández J.
