¿Por qué algunas calles llevan nombre?

Casi todos los países del mundo conservan la tradición de nombrar algunas avenidas con nombres de personajes, hechos o acontecimientos locales o extranjeros. Algunos países han hecho de esta práctica algo fundamental para la movilidad en sus ciudades. Unos con más éxito que otros. Localizar una calle con su nombre es una característica notoria para los ciudadanos y taxistas locales, pero ciertamente todo un reto para el foráneo que llega a una ciudad y se enfrenta a esa maraña de nombres. Londres, Nueva York o Buenos Aires son solo algunos ejemplos.

Sin embargo, en Colombia también se presentan ejemplos claros, que si bien no son parte fundamental de la movilidad de sus ciudades y pueblos, si se destacan por estar más o menos presentes en la mente de su habitantes y en la memoria de nuestro archivo audiovisual y sonoro. Aquí algunos ejemplos a nivel nacional.

¿Cómo se nombran las calles?

Más allá del motivo, nombrar una calle implica un proceso en el que generalmente son los órganos legislativos, como el congreso o los consejos municipales, los que deciden, crean leyes o promulgan decretos para estas designaciones. En otros casos, se abrevia este engorroso paso y es el poder ejecutivo directamente el que dictamina dicho nombramiento. Así lo veremos en algunos de estos ejemplos.

Bogotá

Prueba de la evolución constante de los nombres de los corredores viales es la Avenida Circunvalar, también conocida como Avenida de la Circunvalación o Avenida de los Cerros. Su trazado se dió a partir del Paseo Bolívar. Bajo el gobierno Turbay, en diciembre de 1980 cambió su nombre y trazado del primer tramo a Avenida del Libertador. En este fragmento sonoro del día de su inauguración, el presidente Turbay cuenta algunos pormenores de la evolución de este corredor vial que bordea los cerros del oriente de Bogotá.