La historia de la Virgen del Carmen en la Independencia
La insurrección
“La Virgen del Carmen, cómplice de la Revolución” es el relato de un conocido escritor e historiador pastuso, Alberto Montezuma Hurtado, quien cuenta cómo el 16 de julio de 1809, en La Paz -en ese entonces ciudad del virreinato del Perú, y hoy en día capital de Bolivia-, el pueblo, liderado por “don Pedro Domingo Murillo, don Juan Pedro Indaburu, don Mariano Graneros y don Melchor Jiménez con otros próceres más, atacó el cuartel de veteranos y a los gritos de `¡Abajo Fernando VII! ¡Viva la revolución, abajo la corona, viva la libertad!´, se tomó las armas almacenadas allí y consumó el primer acto de insurrección en tierras del Sur
El reconocimiento
Este acto fue incluso reconocido por el Libertador Simón Bolívar, al asegurar que `la ciudad de La Paz es la cuna de la emancipación de medio mundo´, y por el Mariscal Sucre cuando exclamó en el puente del Desaguadero: `Sin ti, oh Ciudad de leones, hasta hoy la América estaría enclavada en el dominio español´".
La participación de la Virgen del Carmen
Ese 16 de julio de 1809, cuenta Hurtado, "el suelo no era todavía muy propicio para que echara raíces la independencia y poco tiempo después recapturó la ciudad para don Fernando y las Españas, el brigadier José Manuel Goyeneche (…) Y de aquí a la horca, y de aquí a la venganza, y de aquí a los juicios por rebeldía y complicidad . ¿Complicidad? … ¡Claro! ¿Qué más complicidad que la de la Virgen del Carmen con los revolucionarios? ¿No se dejó llevar en procesión por aquellos enemigos del rey y amigos de Satanás, con tamaño sombrero tricornio sobre las sienes sonrosadas, aptas únicamente para una corona de piedras preciosas?"
Al parecer, ese 16 de julio la Virgen del Carmen fue llevada en procesión por los revolucionarios, “con un bastón de mando en la mano y luciendo en lugar de corona un sombrero tricornio, distintivo republicano. Otro sombrero tricornio cubría la cabeza del niño Jesús".