Una hora para reconocer al planeta como nuestro hogar
El último sábado de marzo se ha convertido en una oportunidad para contribuir a la lucha contra el cambio climático. Es una iniciativa que comenzó en 2007 en Sídney, Australia, bajo el nombre “La hora del planeta”, un movimiento que busca que las personas se unan en el acto simbólico de apagar la luz durante una hora. A través de esa acción, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) motiva a los seres humanos para que reconozcan al planeta Tierra como su hogar y contribuyan a su bienestar.
190 países han apoyado la acción que pretende, de acuerdo con la WWF, “lograr paz y armonía entre los seres humanos y la naturaleza”. Sin embargo, apagar las luces no es suficiente, especialmente en esta época en la que nos encontramos conectados y utilizamos la energía de manera constante. Por ejemplo, usar el computador o el televisor durante una hora equivale a tener dos bombillos encendidos por ese mismo lapso de tiempo. Si se utiliza la lavadora por sesenta minutos, es como si siete bombillos estuvieran iluminando. Y tener el secador de cabello funcionando durante una hora es igual a tener 30 bombillos prendidos. Como el Profesor Súper O y la Cevichica han mostrado, las personas podemos desperdiciar recursos sin notarlo, pero no son omisiones pequeñas, pues impactan negativamente a nuestro planeta.