Publicado el Jue, 25/05/2023 - 15:04

La guerra por la educación en Colombia

Diseño gráfico: Karen López para Señal Memoria de RTVC

La llamada Guerra de las escuelas o también Guerra de las señoras se dio a partir de una revolución armada por parte de los sectores más conservadores del país, quienes veían las recientes medidas del gobierno liberal radical respecto a la educación, como una afrenta al sentimiento religioso y un intento por minimizar el poder de la Iglesia Católica en el país. El resultado fue una victoria con sabor a derrota o viceversa, según el bando desde el que se le vea.



Para Palacios y Safford en su libro Colombia país fragmentado, sociedad dividida: “El ideal republicano de difundir la educación y llevar la escuela al pueblo sólo podía acometerse como una empresa nacional, más allá de los intereses particularistas que predominaban en los Estados [Soberanos]. La reforma educativa de 1870, que intentó crear un sistema nacional, mostró que los partidos políticos estaban más divididos en aquellas regiones que no contaban con un centro efectivo de poder, como fue el caso del Cauca y Santander. Allí fue más sencillo para el bando conservador exaltado invitar a la guerra blandiendo la encíclica El Syllabus (1864), de Pio IX”.

¿Por qué los diferentes nombres de esta guerra?

Esta rebelión conservadora —y su consiguiente aplastamiento por parte del gobierno de los Estados Unidos de Colombia— empezó como reacción a la creación de 1000 escuelas públicas por parte del gobierno desde 1870. Para ello, se contrató una misión alemana que generó la reacción adversa del conservatismo, la curia y "las señoras de bien" del país. Se tomó como una manera de reemplazar a la religión como formadora de la educación y los valores de la nación. La reacción se dio en la política, en la iglesia y al interior de los hogares. Fue la guerra por la educación por antonomasia, aunque no la única vez que este motivo salía a flote en el siglo XIX.

A esta situación también se sumaron los diferentes conflictos políticos surgidos al interior de los estados soberanos a partir del sistema federal impuesto por la Constitución Política. La dirección de la educación y las pasiones políticas dominaban la agenda de ese año 1874. 

En el siguiente fragmento de la serie Contra viento y marea: Rafael Núñez, podemos apreciar algunas de esas presiones a las que estaba sometido el gobierno de la unión en la época de la Constitución de 1863. El gobierno desde Bogotá no podía intervenir legalmente en los conflictos surgidos entre los estados, salvo en muy contadas excepciones. Esto se hacía decretando turbado el orden público y de esta manera movilizando fuerzas que pudieran retornar la situación al orden. A esta situación llega en ese año el presidente liberal radical Santiago Pérez ante las tensiones en el Caribe.

Fecha de publicación original Jue, 25/05/2023 - 15:04