Publicado el Lun, 25/12/2023 - 07:01

Cómo hacer una revolución: treinta años de La estrategia del caracol

Archivo Señal Memoria de RTVC. Diseño gráfico: Karen López para Señal Memoria de RTVC

La estrategia de caracol, esa historia de un grupo de inquilinos que se resiste a un desalojo y desarrolla una estrategia para sabotearlo, es un ejercicio de imaginación política, pues cuestiona la posibilidades del legalismo colombiano y la lucha armada para conseguir lo que las poblaciones populares necesitan, e invita a pensar en procesos de acción colectiva para dignificar sus intereses y finalmente sus vidas.


“Todos los desalojos que han dejado a un montón de gente sin techo y hogares llenos de luto se deben única y exclusivamente a dos motivos: primero, la injusticia de la justicia, y segundo, la falta de estrategia de la clase inquilinal”.

(Gustavo Calle Izasa, el famoso culebrero “que tomó parte de la legendaria gesta del desalojo de la casa Uribe”)*.


 

Así como se habló de Octubre y su revolución política y cinematográfica, en este artículo se aborda una doble revolución similar, esta vez “a la colombiana”. Para esta ocasión son el rebusque y la recursividad los que se expresan en el relato de una pequeña “revolución” popular y, paralelamente, en el trabajo intenso y arriesgado que conllevó hacer la memorable película. 

Con estreno el 25 de diciembre de 1993, dirigida por Sergio Cabrera y escrita junto a Ramón Jimeno y Humberto Dorado, La estrategia del caracol significó para el cine colombiano la posibilidad de llegar a nuevos y más grandes espacios, ampliando su diversidad temática y su capacidad de producción. Tuvo una formidable acogida en taquilla y por parte de la crítica, a su proyección asistieron más de un millón de personas y ganó numerosos reconocimientos. 

Sin embargo, realizarla no fue fácil, se tardó cinco años desde el inicio del rodaje, y mucho más si nos remontamos a las primeras versiones del guion, cuya idea surge de una noticia sobre desalojo en 1976. La producción de La estrategia está llena de curiosidades relacionadas a cómo se fue construyendo, a las dificultades que tuvo su realización, las escenas que no quedaron y las personas que participaron directa o indirectamente de ella. 

La historia de cómo se hizo la película revela los esfuerzos de muchas personas que creían en el proyecto y trabajaron con compromiso y convicción, llegar a su corte final fue posible gracias a la solidaridad, uno de sus últimos pasos contó incluso con la ayuda de García Marquez, que contribuyó a conseguir los recursos para desestancar la posproducción.

Dada su riqueza narrativa y simbólica, la película es susceptible de ser analizada en muchos sentidos, pues ofrece interpretaciones desde temas como el género, la religión, la ética y la política. Pero aprovechando que en el Archivo Señal Memoria se conservan algunas entrevistas a Sergio Cabrera, es posible enfocar estos dos últimos temas que son el corazón de la historia. 

Siendo muy joven, el director hizo parte del movimiento guerrillero EPL, en una entrevista para Radio Nacional en 2012 dice que fue muy difícil darse cuenta de que estaba equivocado, cuando consideró que el proyecto revolucionario que pretendía por la vía armada no se podría dar en las condiciones del país y que las principales víctimas de estas apuestas eran las poblaciones campesinas. 

Además, señala que quienes hacen arte tienen una ineludible responsabilidad política y que esta película es una suerte de metáfora sobre su vida y la de su padre, por lo que tiene un enfoque personal con el que quiso plasmar una apuesta que expresa de la siguiente forma:

 

Fecha de publicación original Lun, 25/12/2023 - 07:01