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La desmovilización del PRT
Publicado el Mié, 21/02/2024 - 09:56
La desmovilización del PRT. Enseñanzas para la paz

El objetivo de este artículo es presentar el contexto histórico de la fundación, desarrollo militar y desmovilización del grupo armado y político Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT).

 


Colombia es un país pionero en las negociaciones entre el estado y grupos armados irregulares (entiéndase guerrillas y ejércitos privados del narcotráfico). Por eso, es importante resaltar y estudiar los logros, aciertos y falencias de los distintos diálogos que han sucedido a lo largo del siglo XX. Precisamente, en 1991, ocurrió una de las mayores desmovilizaciones de grupos guerrilleros en la historia del país: El Movimiento 19 de abril (M-19), Movimiento Armado Quintín Lame (MAQL) y el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) tomaron la decisión de continuar su lucha por medio del ejercicio democrático legal, dejando para en silencio el tronar de las armas de fuego. Aunque se suele estudiar bastante el fenómeno del M-19, el desenlace entre los otros grupos es de vital importancia para los temas de reconciliación y sostenimiento de la paz. Así pues, en el artículo, se desarrollará brevemente la importancia de la historia y proceso de desarme del grupo guerrillero PRT.

Contexto histórico

El fin del gobierno del general Gustavo Rojas Pinilla en 1957, condujo a la creación del Frente Nacional, es decir, la repartición política entre los dos partidos tradicionales (Conservador y Liberal) con el objetivo de impartir equitativamente los periodos presidenciales e intentar ponerle fin al periodo de la Violencia en Colombia.  Sin embargo, a nivel democrático, esto impedía que movimientos políticos alternativos pudieran participar en elecciones a cargos importantes o siquiera a la presidencia de la república.

Por otra parte, Estados Unidos y La Unión Soviética se habían impuesto como las dos principales potencias económicas, políticas y militares a nivel mundial tras finalizada la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Por este motivo, ambos países intentaban influenciar, ya sea económica o por presión militar, a otros países para que funcionaran según sus intereses y beneficios. Evidentemente, el objetivo era dominar el sistema internacional al poseer una mayor cantidad de aliados en diferentes continentes. Pero, ambas potencias poseían la bomba atómica, con una capacidad destructiva que resultaba peligrosa para cualquiera de los dos bandos. Por eso, los dos países evitaron una confrontación directa. En consecuencia, a este periodo histórico se le bautizó como la Guerra Fría. Durante este contexto, se presentaron varias guerras civiles, revoluciones armadas y derrocamientos de gobierno de acorde a las utilidades de los dos países anteriormente nombrados.

Precisamente, a finales de 1958 y principios de 1959, la revolución cubana había triunfado con la salida del dictador Fulgencio Batista de la isla. A pesar de hacer un movimiento nacionalista, se convirtió en un aliado de la URSS. Este logro sin antecedentes en América latina inspiró a varios movimientos sociales e insurgentes a generar unas condiciones similares a las que se dieron en Cuba. Además, los movimientos por los derechos civiles tanto en Estados Unidos como en Francia se convirtieron en faros guías ideológicos de varios grupos sociales en este continente. En la serie “Historias de la historia”,  se presenta un análisis de ese contexto y como la violencia tanto en Colombia como en otros países condujo a la creación de un ambiente propicio para la germinación de movimientos pre revolucionarios e insurgentes.

 

Dangond Uribe, Muñoz, Astrid (Directora). (1995). Historias de la historia. Con y sin nostalgia, 1958 - 1966  Bogotá D. C.: Audiovisuales (Compañía de Informaciones Audiovisuales) ; Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano.. Archivo Señal Memoria, VR UMT-216194 CLIP 2. 

 

Con las condiciones político-sociales previamente nombradas, el periodo de la Violencia que había dividido radicalmente el país entre liberales y conservadores, el romanticismo y la presión inspiraron a varias personas a liderar movimientos sociales y políticos que acabaran con el régimen de los partidos tradicionales. Así pues, nacen las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Ejército Popular de Liberación (EPL) en el transcurso de los años sesenta del siglo XX. Estos movimientos armados buscaban crear un ambiente revolucionario similar al modelo cubano, ruso o chino que condujera al país a un sistema político-económico socialista y/o comunista. No obstante, fueron debilitados tras una seguidilla de operaciones militares que limitaron sus capacidades bélicas o casi las fragmentan. Más adelante, en la década de los setenta y ochenta, llegaría una nueva generación de grupos guerrilleros: el M-19, el MAQL y, finalmente, el PRT.

 

El PRT

Este movimiento político y guerrillero nace en el año 1982 en el departamento del Sucre. Varios de sus miembros se alejaron de la corriente tradicional del Partido Comunista colombiano (PCC) y  se inspiraron al pensamiento ideológico de Mao Zedong que fundamenta una revolución desde el campesinado, la organización de masas y la unificación del país para la imposición de los principios marxistas-leninistas en Colombia. De esta manera, se acercaban más al Partido Comunista de Colombia – Marxista Leninista (PCC-ML) que se regía principalmente de los principios del mencionado Mao. Con el tiempo, se alejaron de este partido y fomentaron sus principios en la Tendencia Marxista Leninista-Maoísta (TMLM), la cual, retoma la importancia de los sectores urbanos y obreros para la lucha armada. Entonces, ganaron influencia en la la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos (ANUC), sindicatos y sectores estudiantiles. En cuanto a su brazo armado, nunca llegó a ser tan notorio como otros movimientos guerrilleros que se tomaron algunas poblaciones, daban serios golpes a las Fuerza Pública o irrumpieron con masivos atentados terroristas. 

Desmovilización y proceso de paz

Con la inminente desaparición de la URSS, el auge del narcotráfico y el desarrollo de una nueva constitución política que superaría la de 1886, varios líderes de grupos guerrilleros entablaron en diálogos con los gobiernos de Virgilio Barco (1986-1990) y Cesar Gaviria (1990-1994) para definir una desmovilización, desarme y reintegración a la sociedad y, por fin, construir un proceso de paz. A continuación, veremos un discurso del comandante Valentín González, líder del PRT, explicando la importancia de ese momento para el movimiento revolucionario: Pasar de las armas a la lucha política desde la legalidad. De la violencia a la pacífica y democrática resolución de las diferencias políticas.

 (1991). [Acto de desmovilización del PRT]: [Dejación de armas del Partido Revolucionario de los Trabajadores]. Archivo Señal Memoria, UMT-209313.

 

En este documento a continuación, apreciamos a exguerrilleros arrojando sus armas al mar, para que esas herramientas de destrucción puedan descansar en las profundidades y no tentar nuevamente a los colombianos a emplear la violencia y construir una memoria conciliadora de los sucesos que nos dividieron. Mejor aún, en las sencillas palabras de González, “dar el paso al futuro”.

(1991). [Grupo guerrillero PRT lanza armas al mar]: [Barco de investigaciones oceanográficas]. Archivo Señal Memoria, UMT-208618.

 

Lamentablemente, varios miembros han sufrido persecuciones, han recibido amenazas o han sido asesinados, demostrando que la construcción de paz en Colombia y la ampliación de la tolerancia política siguen siendo grandes desafíos que sus exmilitantes y personas de la sociedad civil perseveran al no emplear la violencia para alcanzar sus fines y compartiendo la palabra en vez de gritarle impositivamente. Cabe recordar que, a pesar de intentar acallar o minimizar estos acuerdos, la paz es un proceso y la violencia es un fin.

 


 

Autor: Jaime Cimadevilla

 

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Fecha de publicación original Mié, 21/02/2024 - 09:56